Asamblea Nacional Constituyente. 1999 vs 2017: Diferencias
«La ANC de 1999 fue finalmente aceptada porque respondía a los deseos de cambio de la mayoría de la población, mientras que la ANC de 2017 nace de la desesperación de una minoría gobernante ansiosa de conservar su poder sobre el Estado venezolano a costa de matar lo poco que queda de República y Democracia»
Si podemos ponerle un punto de partida al periodo de la Revolución Bolivariana en la historia venezolana, eso no sería el 6 diciembre de 1998, día que Hugo Chávez ganó su primera campaña presidencial, ni el 2 de febrero de 1999, día que Chávez asumió como el 48° Presidente de Venezuela en el marco de la Constitución de 1961. Este periodo comienza en el momento que el proceso para reemplazar la constitución del 61 inicia el 25 de abril de 1999 con el referéndum propuesto por él para preguntarle a la población si deseaba o no cambiar la constitución, dando comienzo a un proceso polémico en su tiempo, importante para nuestra historia, y completamente manipulado por Nicolás Maduro.
Antes que nada, considero importante partir de lo siguiente: la Constituyente de 1999 técnicamente fue ilegal, al contemplar todo un procedimiento para reemplazar la constitución inexistente en su momento. La Constitución de 1961 permitía su modificación, recibiendo dos enmiendas (una en 1973 y otra en 1983), pero no su reemplazo total por una nueva constitución. Es cierto que entre 1989 a 1992, el Congreso creó una Comisión Bicameral, presidida por el Senador Vitalicio Rafael Caldera (Presidente entre 1969 a 1974), que propuso la figura del Referéndum, el de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el del Defensor de los Derechos Humanos, cambios en la Administración de Justicia y la figura del Primer Ministro, pero aunque fue aprobado en dos discusiones en la Cámara Baja y en una en la de Senadores, la realidad es que este proyecto no terminó de ser aprobado, y menos aún aplicado.
Por este motivo, técnicamente todo lo hecho por Hugo Chávez para reemplazar la Constitución de 1961 por la del 1999 fue ilegal, y fue motivo de polémica y debate en su tiempo precisamente por esto. Pero en su época la mayoría de la población lo apoyó en sus planes por el deseo de cambio existente en el país , y si a la larga la Constitución de 1999 fue aceptada pese a esto, no fue por su legalidad (que no tenía), sino por lo democrático con que fue revestido el proceso. Primero, se convocó a un referéndum para preguntarle a los ciudadanos si deseaban o no una nueva Constitución en abril de 1999, donde recibió un 88% de apoyo; posteriormente, en julio de 1999, se elegiría a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente, que de 131 miembros, 121 terminarían siendo afines al gobierno de Chávez; finalmente, en diciembre de 1999, se realizaría otro referéndum para aprobar o no la nueva Constitución, siendo aprobada por más del 80% de los votos.
Es cierto que este proceso no estuvo exento de polémicas, especialmente el de la elección de los constituyentistas, al que se acusó al gobierno haber manipulado para así obtener la mayoría de escaños, o la autoasignación de poderes por parte de la ANC para abolir el resto de Poderes Públicos o destituir funcionarios. Pero la realidad es que este proceso seguido en su época, referéndum consultivo sobre si cambiar o no la constitución, elegir constituyentistas y referéndum para aprobar o no la nueva constitución, revistió de legitimidad democrática a un proceso que carecía de legalidad en el marco de la constitución de 1961, y le dio una respuesta al deseo de cambio de una mayoría de la población cansada de un modelo político que sentía ya no respondía a sus necesidades.
Ahora, precisamente es aquí cuando vemos la principal diferencia de la ANC de 1999 propuesta por Chávez contra la de 2017 propuesta por Nicolás Maduro. Ciertamente, la Constitución de 1999 ni ninguna ley establece de forma explícita y directa los pasos a seguir para convocar una constituyente, pero sí se explica quien la convoca y la importancia del sufragio y del protagonismo del pueblo, tal como se señala en los siguientes párrafos:
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999.
Art. 5.- La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.
Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.
Art. 70.- Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político: la elección de cargos públicos, el referéndum, la consulta popular, la revocación del mandato, las iniciativas legislativas, constitucional y constituyente(…).
Art. 348.- La iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrán tomarla el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; la Asamblea Nacional, mediante acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes; los Consejos Municipales en cabildo, mediante el voto de las dos terceras partes de los mismos; o el quince por ciento de los electores y electoras inscritas en el Registro Civil y Electoral.
La Constitución de 1999 lo que hizo fue establecer quienes tienen la iniciativa para la ANC, siendo en resumen el Presidente, la Asamblea Nacional, los Consejos Municipales o el 15% de los electores, pero el resto de pasos a seguir se espera que sea el mismo a los vistos en 1999.
Nicolás Maduro ignoró que su poder es solo el de iniciar la convocatoria del proceso constituyente, no le dio el derecho al pueblo de decidir si desea o no modificar la constitución vigente, creó unas bases comiciales para elegir los constituyentistas de la ANC que ignora no sólo la legalidad, sino la tradición democrática venezolana, al proponer que la mitad de constituyentistas no representan al pueblo, sino sectores de la sociedad fácilmente controlados por el gobierno (y que la otra mitad, que representa al pueblo, sea electa en base a 1 diputado por municipio, independientemente de su población), y apenas si «promete» que se hará un referéndum para aprobar el texto que salga de esta ilegal ANC, todo manejado por un ente electoral, el Consejo Nacional Electoral, que ha mostrado no solo una grosera parcialidad a favor del gobierno, sino que ya ha violado su obligación constitucional al no realizar las elecciones de gobernadores del 2016.
Tanto la ANC de 1999 como la de 2017 pueden haber nacido en clara violación de sus marcos legales vigentes, pero mientras que en 1999 se creó todo un proceso que le revistió de la legitimidad democrática que la ha llevado a ser defendida, a la larga, por la amplia mayoría de la población, la de 2017 es conformada ilegal e ilegítimamente. La ANC de 1999 fue finalmente aceptada porque respondía a los deseos de cambio de la mayoría de la población, mientras que la ANC de 2017 nace de la desesperación de una minoría gobernante ansiosa de conservar su poder sobre el Estado venezolano a costa de matar lo poco que queda de República y Democracia. Hugo Chávez dio nacimiento a la Revolución Bolivariana con una Asamblea Nacional Constituyente que, pese a las críticas que recibió en su época, revistió de legitimidad su nueva constitución y proyecto político, mientras que Nicolás Maduro mostró el verdadero monstruo autoritario del chavismo, y que con la crisis económica, política y social que vivimos, ha usado a la Asamblea Nacional Constituyente de la forma más ilegitima posible solo para darle más vida a un proyecto político sumido en el mas absoluto de los fracasos.
Fuentes:
- La reforma general de la Constitución y sus aspectos más resaltantes. Universidad Central de Venezuela. Caracas, 1992
- La Constitución Nacional huele a tinta fresca. Universidad Catolica Andres Bello.
- Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela de 1999
- Elección a la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela de 1999