Este domingo 15 de octubre se dieron unas elecciones regionales que contradijeron a la mayoría de encuestadoras, y le dieron al gobierno 17 de 23 gobernaciones.
Cuando en agosto de este año, luego de las protestas contra el gobierno que sacudieron al país durantes meses, luego de muchos discursos de la oposición hablando de buscar elecciones generales y luchar contra los abusos del gobierno, y de ser electa y nombrada, de la manera más ilegal y antidemocrática, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Nicolás Maduro, me moleste cuando la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), inmediatamente y sin un minuto de espera, confirmó que participaría en las elecciones regionales con el mismo Consejo Nacional Electoral (CNE) que hizo trampa para la elección de la ANC; pero, cuando lo pensé con más calma, termine dándoles el beneficio de la duda cuando, analice sus argumentos y consideré que valía la pena participar en las mismas. Por esto, es importante considerar algunas de las razones por las que el resultado de este domingo solo termina decepcionando, y generando más dudas en la capacidad de los actuales dirigentes de la MUD.
Primero hay que señalar algo importante: la única vía razonable que tiene la actual oposición es la vía pacífica y electoral, más aun porque lo que se busca es precisamente recuperar una verdadera democracia de la pantomima que vende el gobierno. Las personas que desean una insurrección armada contra el gobierno o que buscan que Estados Unidos nos invada y arregle el desastre, no solo parecieran desconocer la realidad, sino que aparentemente su odio al chavismo es tan grande, que ya no les importa quemar y destruir lo poco que queda de Venezuela con tal de sacar a Nicolás Maduro del poder. Pero es ridiculo ignorar que el gobierno llego a un punto en que ya no le importa las apariencias, que solo le interesa conservar el poder, no importa cuanto ventajismo, abusos y simples y llanas trampas tenga que hacer con tal de no ceder nada de su control sobre el país.
Precisamente por como es de tramposo y ventajista el gobierno, sumado a la descarada trampa del CNE en las elecciones de la ANC, es que la logica inmediata nos decía que participar en estas elecciones era una pérdida de tiempo, que solo legitimaría al gobierno y pondría a la MUD a contradecir todo lo que dijeron en meses previos; es más, de haber elegido esa ruta, la mayoría de la comunidad nacional e internacional hubiera aceptado y apoyado la misma. Pero si muchos aceptamos que ir a estas elecciones era importante fue porque no solo la MUD nos recordó el error enorme que fue no ir a las elecciones legislativas de 2005, sino que fue con este CNE que se ganó la mayoría en las de 2015, precisamente porque la maquinaria de los partidos de la MUD «garantizaba» que, con la presencia de la oposición y sus testigos, hacer trampa en unas elecciones le era difícil al gobierno de Nicolás Maduro y su CNE.
Pero no solo esto, confiábamos en que, con la experiencia de al menos dos años de creciente descaro en el abuso del poder de Nicolás Maduro (sumado al que el chavismo ya tenía desde antes), con un hombre que ya es calificado de dictador en el mundo, con la evidencia de que el CNE ya no le importaba actuar en claro favoritismo hacia el gobierno y el PSUV, la MUD tendria una nueva estrategia para enfrentar estas elecciones, que estarían preparados para actuar cuando se anunciara un resultado fraudulento, o que al menos podrian dar una respuesta coherente a las circunstancias que nos mostrase que estaban preparados y conscientes del problema.
Lo que terminamos viendo fue una dirigencia que, pasó de actuar como si hubieran ganado para, a partir de finales de la tarde del domingo, haberse sorprendido con los resultados adversos, que no creía que fuera posible que el CNE terminase anunciando que el PSUV, que con su mal manejo del gobierno llevó al país a su peor crisis en la historia, se quedaba con la mayoría de gobernaciones, y que cuya respuesta quedó muy lejos de poder transmitir la imagen de un grupo de políticos preparados para recibir ese golpe.
Luego de la imposibilidad de sustituir candidatos durante la campaña, de ver como cambiaron centros electorales de la forma más ilegal posible, de todo el abuso del poder del estado durante la campaña, de la trampa que hizo el propio CNE al elegirse la ANC, ¿en serio la MUD creyó que el gobierno se dejaría quitar la mayoría de gobernaciones?, ¿que la estrategia que servía cuando el CNE fingía ser imparcial serviría cuando a estos ya no les importa si se ve el favoritismo? No solo parecieran no haber estados preparados para recibir los resultados, la lentitud con que la MUD ha tardado en dar sus propios resultados recopilados en actas, el reconocimiento de la derrota de algunos candidatos de la MUD ante el PSUV (como sucedió en el estado Carabobo), y la confianza con que el PSUV anuncia que dara sus actas de resultados en su página web, indican que luego de haber aceptado participar con desventaja en estas elecciones, no tienen manera de demostrar cuántos de esos resultados son efectivamente fraudulentos.
No digo que yo sea un genio de la política, que tengo la estrategia definitiva para salvar el país, y que todo lo que hace la oposición está mal. Se necesita valor para enfrentarse al gobierno chavista, y lograr retirarlo pacíficamente del poder es un reto nada fácil. Pero sí criticó que la MUD han demostrado que son pésimos comunicándose con las personas, que han demostrado este 2017 que no tienen ninguna estrategia a mediano o largo plazo más allá del «como vaya saliendo, vamos viendo» y, en especial, que sabiendo que las elecciones de este domingo se harían con toda la desventaja y trampa del mundo, hayan transmitido una imagen de que no se esperaban tal situación y que no estaban preparados para dar una respuesta al mismo.
De haber sabido que la MUD no tendría un plan «b» real ante el más que anunciado ventajismo y trampa que le montarian este domingo, que actuarian creyendo que el gobierno realmente se dejaría quitar la mayoría de gobernaciones asi como asi, que su respuesta ante el resultado anunciado por el CNE sería tan insatisfactoria, para eso habría sido mejor que se abstuvieran de participar en primer lugar. Sacrificaron su credibilidad, nacional e internacional, al pasar de llamar a protestas, elecciones generales y desconocer a la ANC a ir a unas elecciones regionales que al final no solo perdieron, sino que dividió a la oposición y dañó su imagen, sin mencionar el potencial daño a la confianza del venezolano en el valor o utilidad de votar.
La única lección aprendida, además de resaltar todos los defectos de la MUD, es que la oposición necesita no sólo coherencia de discurso y acción que le de credibilidad, sino un verdadero plan a largo plazo, con objetivos a mediano y corto plazo, que puedan seguir con claridad y unidad. Da igual que plan o estrategia sigan, sin nada esto, las decepciones y derrotas de este año solo terminaran opacando cada victoria que la MUD logre.