El cloud gaming y el éxito de Xbox Game Pass en la nube

El cloud gaming y el éxito de Xbox Game Pass en la nube

El siguiente artículo es la versión en texto del video anterior.

Desde la creación del concepto moderno de videojuego, a finales de la década de los 70, estos han estado irremediablemente atados a los avances tecnológicos de su tiempo, ya que estos han dictado que pueden o no tener los juegos a nivel jugable, gráfico, narrativo o incluso modelo de negocio con el que llegar al público.

Pero desde hace algunos años, se ha estado librando una batalla que promete ser la próxima gran revolución de los videojuegos, como lo es el juego en la nube, una batalla que todavía está definiendo quiénes serán sus actores claves o cómo influirán en el desarrollo de los juegos, y que de conseguir refinarse, redefinirá por completo que entendemos como videojuego

En el presente video, les daré un breve resumen de en qué estado se encuentra actualmente el videojuego en la nube, y las impresiones generales que me ha dejado varios de los servicios actualmente disponibles, con Xbox Game Pass a la cabeza.

¿Qué es el Cloud Gaming?

El videojuego en la nube, o cloud gaming, es básicamente implementar la misma idea que permite reproducir videos en páginas web como YouTube, pero con videojuegos, usando servidores en internet para que ejecuten los juegos, transmitiendo vía streaming la imagen al dispositivo del usuario, permitiendo no solo controlar remotamente un videojuego a distancia, sino permitiendo jugar en dispositivos que por sí solos no tienen los requisitos para hacer funcionar los juegos. 

Y aunque no lo parezca, este es un concepto con el que la industria ha estado jugando desde inicios del siglo XXI, cuando en el E3 del 2000 una empresa llamada G-Cluster (abreviatura de Gaming Cluster) presentó una primera versión de lo que es el videojuego en la nube. 

Varios años después, con el avance en la velocidad de navegación y compresión de video y sonido en Internet, un empresario llamado Steve Perlman fundó en 2009 una empresa llamada OnLive, que en 2010 lanzó uno de los primeros servicios de videojuegos en la nube, y que mediante una suscripción, permitía a sus usuarios el acceso a su catálogo de  alrededor de 100 juegos de empresas como Ubisoft, 2K Games, y THQ, más la posibilidad de alquilar o comprar el juego mediante un pago adicional.

Al mismo tiempo, David Perry presentó la que sería la gran competencia de OnLive, Gaikai, que mediante la presentación de demos gratuitos en su plataforma, término alcanzando un mayor éxito mediático y un mayor apoyo de grandes distribuidoras como Electronics Arts, Capcom o Ubisoft, así como acuerdos con empresas como Samsung, Facebook, Walmart, Best Buy, LG y Google. 

Eventualmente ambos servicios serían comprados por Sony, siendo el primero Gaikai en 2012 por 380 millones de dólares, y luego Onlive en 2015, tras varios problemas que hicieron que la empresa fuera poco rentable. Con esto, Sony no solo tuvo acceso a una gran cantidad de patentes que le permitieron crear lo que eventualmente se conocería como PlayStation Now, su propio servicio de videojuegos en la nube, sino que lo convertiría en la primera de las grandes fabricantes de consolas en entrar en este mundo. 

PS Now terminaría entrando en fase beta en 2014, misma época en que empresas como Nvidia y Google empezaron a explorar la idea de crear sus propios servicios.

¿Qué tenemos actualmente?

Antes de hablar de lo que nos ofrece Xbox Game Pass, primero quiero comentarles que me han ofrecido los competidores directos en cloud gaming.

El primero que tuve la oportunidad de probar fue GeForce Now de Nvidia, quien quizás supo unir mejor las ventajas inherentes a jugar en PC con la comodidad de jugar en la nube, ya que su servicio se puede conectar con tu cuenta de Steam, Epic, GOG, UPlay y Origin, permitiendo jugar a más de 1000 títulos compatibles. 

La mayor ventaja de este servicio es que, a diferencia de otros, Geforce Now se asocia a las tiendas antes mencionadas, permitiendote jugar a tu actual librería de juegos en la nube con una calidad gráfica bastante buena de forma gratuita por un máximo de 1 hora por sesión, siendo el único requisito (además de tener internet, claro está) que el juego en cuestión sea compatible con Geforce Now, algo que varía acorde a cada desarrollador.

Además de la opción gratuita, se ofrece una suscripción de 6 meses a 49.99 dólares para tener acceso prioritario (reduciendo el tiempo de espera para conectarte a los servidores), jugar por 6 horas a 1080p, 60 fps y con RTX, y 99.99 dólares por 6 meses de suscripción si deseas tener hasta 8 horas de sesión con una tarjeta gráfica RTX 3080 Rig, 120 fps a 1440p o hasta 4K HDR.  

Esto te permite poder jugar con una buena calidad gráfica a los juegos de computadora que ya poseas, o los que puedas comprar con las ofertas de Steam o los gratuitos de Epic. Lo malo es que para poder tener un tiempo de uso y calidad más cómodos, tienes que pagar una suscripción que se puede sentir algo elevada comparado a la competencia, aunque si lo comparamos al precio de tener una PC con especificaciones que te permitan jugar con los graficos en Ultra y 60 o más cuadros por segundos, el precio puede terminar siendo muy bueno.

Otro servicio que he tenido oportunidad de probar ha sido Google Stadia, que aunque no ha tenido una buena acogida entre los usuarios, tiene una tecnología que me impresionó en su momento. Y es que, aprovechando el mero hecho de que Google posee una red de servidores mucho más desarrollada que Nvidia, la calidad de imagen de su servicio a la hora de jugar es mejor que el que ofrece Geforce Now, que tiende a tener ligeros problemas de conexión que reducen la calidad de imagen. 

No es que Stadia se libre por completo de estos problemas, ya que todos los servicios que he probado lo padecen en alguna medida, pero es más estable que Geforce Now, lo que ayuda mucho a la hora de jugar. Y si la historia se quedará aquí, estaríamos ante un gran servicio para jugar en la nube. El problema es que su modelo de negocio y publicidad fue bastante malo, por decirlo lo poco. 

A diferencia de Gerforce Now, que en esencia te da acceso a una computadora controlada remotamente vía internet, Google Stadia es una consola de videojuegos independiente (como Xbox o PlayStation) pero en la nube, por lo que sus juegos solo funcionan en Stadia y nada más.

A esto se añade que el servicio tuvo una primera mala impresión, ya que el público entendió que primero se tendría que pagar una suscripción para acceder al servicio, y luego pagar por cada juego por separado. La realidad es que la suscripción a Stadia Pro, a 9.99 dólares por mes, es solo para tener la posibilidad de jugar a 4K HDR con sonido 5.1 (en juegos compatibles) más un catálogo de juegos gratuitos, pudiendo comprar y jugar cada juego por separado sin necesidad de suscripción (solo a 1080p), pero la mala impresión permaneció ahí.

A esto se añade que, por la mala acogida entre el público (por cierto, Google Stadia jamás ha revelado su número de suscriptores) su catálogo de juegos es muy limitado para un servicio que ya va para dos años y que buscaba ser una alternativa a las consolas y computadoras, teniendo poco más de 250 juegos a día de hoy, la mayoría juegos que ya están disponibles en otras plataformas, y con pocas novedades destacables cada mes. 

Esta mala publicidad, sumado a que Google se dio cuenta muy tarde lo lento, difícil y costoso que es el desarrollo de videojuegos, llevó a que cerraran los estudios internos de desarrollo de Google Stadia poco más de un año después de iniciado el servicio, en febrero de 2021, dejando a este sin un estudio que haga juegos first party que atraiga a los usuarios con grandes exclusivas, limitando a Stadia a juegos que podemos conseguir (y con mejores precios y opciones) en otras plataformas. Agreguen esto su limitado alcance (Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa), y el historial de Google de cerrar servicios que no funcionen de inmediato (¿Alguien se acuerda de Google Plus o los Google Glass?), y pueden darse una idea de mi confianza en esta plataforma. 

Finalmente tenemos a PlayStation Now, quien tuvo todo para ser el gran servicio de juego en la nube de nuestros tiempo, pero que no ha sabido tener un gran alcance en el público.

Y es que PlayStation Now parte de los mismos principios que guían a Xbox Game Pass (del cual hablaré más adelante): un servicio de suscripción que, desde 9.99 dólares al mes hasta 59.99 dólares anuales, permite jugar a un catálogo de 800 juegos en la nube de PS2, PS3 y PS4, así como uno 300 juegos de PS4 que se pueden descargar en la consola.

Tuve la oportunidad de jugar a unos pocos juegos de este servicio, y mi experiencia dejó bastante que desear para una empresa de este tamaño, ya que la calidad de video de PS Now sentí que estaba a mitad de camino de Geforce Now y Google Stadia, sino es que peor, pero esto por sí solo no fue suficiente para que no me convenciera el servicio.

Lo que realmente me frustro fue la sensación de anticuado que impregnaba todo, ya que a diferencia de Xbox Games Pass, PS Now no ofrece juegos de lanzamiento, ni de third party y menos aún los grandes exclusivos de Sony, lo que sumado a que actualmente la mayoría de su catálogo son juegos de PS2 y PS3, le quita brillo frente a Xbox Game Pass, que sí ofrece novedades cada mes. Eso sí, el reciente anuncio de que se estrenará la versión de GTA III de la Definite Edition de Grand Theft Auto en diciembre de este año, pudiera indicar que Sony busca potenciar su servicio poco a poco. 

Otro problema de PlayStation Now es que, similar a Google Stadia, solo está disponible en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y algunos países más de Europa, lo que desde un inicio lo deja bastante limitado frente a Xbox Game Pass que, al menos en lo referente a descargar juegos en la propia consola o computadora, está disponible en muchos mas paises.

En el resto del mercado, tenemos servicios como Amazon Luna, el cual ofrecerá una suscripción de 5.99 dólares al mes, más la posibilidad de suscribirte adicionalmente a “canales” con precios que podrían variar (como el de Ubisoft, a 17.99 dólares al mes), y que actualmente se encuentra en Early Access, o el juego en la nube de Nintendo Switch, que permite jugar a un muy limitado catálogo de juegos, como Control, Resident Evil VII (solo en Japón), y el recientemente anunciado Kingdom Hearts, pero estos servicios no los he podido probar, ya sea porque están en fase beta, o porque son muy limitados en sus opciones (te veo a ti Nintendo Swtich).

El éxito de la nube de Xbox Game Pass

Hablar solo de Xbox Game Pass es hacerlo de una de las ideas más interesantes en la industria del videojuego, ya que solo la propuesta original de pagar una suscripción mensual de 9.99 dólares para acceder a más de 370 juegos de computadora, o poco menos de 420 juegos de consolas Xbox, o 14.99 dólares mensuales por la suscripción Ultimate para acceder a ambos catálogos a la vez, pudiendo descargar y jugar libremente cualquiera de los juegos ahí disponibles mientras poseas la suscripción, entre los que se encuentran desde el día de lanzamiento los juegos exclusivos de Microsoft, es una propuesta difícil de superar para la competencia. 

Por esto yo tengo una suscripción de Xbox Game Pass con el que, de vez en cuando, juego en mi computadora. Pero cuando hace unos meses finalmente el juego en la nube del servicio salió de su fase beta cerrada, y fue accesible para quienes poseyeran una cuenta Ultimate, me anime a probarlo. Y pese a que los primeros dias tenia una latencia en la respuesta de los controles muy severa, que causaba que demorara medio segundo o más en responder los controles (haciendo imposible jugar juegos como Halo o Forza Horizon), una vez este problema se soluciono, me impresionó el resultado.

El juego en la nube de Xbox Game Pass me ha permitido jugar relativamente bien en mi computadora usando solo mi conexión wifi. Como pueden ver en los gameplay que han acompañado esta parte del video, que fueron capturados directamente desde mi laptop, pude jugar sin muchos problemas a juegos como Halo: The Master Chief Collection, Forza Horizon 4, Battlefield 1 entre otros, con un tiempo de respuesta virtualmente idéntico al que tendría jugando en una consola tradicional, y pudiendo conectarse ya sea con la aplicación de Xbox de Windows, o mediante la página web oficial de Xbox en un navegador web.

Claro, esto no significa que no pueda haber problemas con la conexión al jugar en computadora, ya que hay momentos puntuales al jugar, en que la calidad de video baja repentinamente, o cuando hay una cinemática y sucede un cambio de escena, el servicio tarda un segundo en cargar como si fuese una barra de carga. Pero estos problemas de conexión son inevitables en todos los servicios de cloud gaming, y en la medida en que tengas buena conexión a internet, generalmente no hace injugable a la mayoría de servicios.

Por supuesto, en mi experiencia personal, estos buenos resultados sucedieron estando cerca del router de mi casa sin obstrucciones, y no elimina el hecho de que siempre se obtienen mejores resultados jugando conectado mediante un cable ethernet, pero es posible y Xbox Game Pass ofrece mejores resultados en el juego en la nube que la competencia.

Más importante aún, esta facilidad de funcionar relativamente bien con wi-fi hace más sencillo el jugar en otros dispositivos, como un iPad, iPhone, o dispositivos Android. Como pueden observar en el video, yo probé el servicio en el navegador Safari de un iPad Air 4 con un Dualshock 4 de PlayStation conectado por Bluetooth, y aunque los controles se sentían un poco más pesados y lentos que al jugar xCloud en computadora (donde juego conectado mediante cable USB), no llegó a ser injugable, y la calidad de video se mantiene a un nivel tan alto todo el tiempo, que se puede olvidar fácilmente que el juego no corre en el hardware del iPad.

También probé el servicio en mi iPhone 7, pero en este caso la calidad de conexión fue pésima, siendo virtualmente injugable, aunque no tengo idea si es culpa de mi iPhone o del servicio.

En cualquier caso, para jugar los poco más de 100 juegos compatibles con la nube de Xbox (en los que se incluye dia uno la mayoría de juegos exclusivos de Microsoft), Game Pass requiere una velocidad mínima de 10Mb/s, que aumentan a 20 Mb/s en el caso del iPad, así como la necesidad de tener un control de videojuego para jugar en PC (ya sea de Xbox, PlayStation u otro compatible con tu dispositivo), aunque en smartphones y tablets, hay algunos pocos juegos compatibles con la pantalla táctil. 

Gracias a todo esto, el juego en la nube de Xbox me impresionó, ya que la calidad que ofrece sólo con conexión wifi supera por mucho mi experiencia con la competencia, a lo que se suma las características propias de Xbox Game Pass, que por sí sola merece mucho la pena, más aún cuando actualmente no cobra adicional por jugar en la nube, lo que lo convierte en el servicio con la propuesta más atractiva del mercado hoy en dia. 

Mi única queja con el juego en la nube de Xbox (y con la idea del cloud gaming en general) es precisamente que, para funcionar, se requiere de una buena conexión a internet, ya que viviendo yo en Estados Unidos, y teniendo una velocidad de descarga de 50Mb/s, me es fácil conseguir un buen nivel de calidad al jugar, algo que no necesariamente tiene el usuario promedio de videojuego en países con conexión a internet menos desarrollado. 

Peor aun, aun con esta velocidad de conexión, conectado mediante un cable ethernet, y jugando a una hora en que soy el único usando internet en mi casa, es inevitable que el servicio tenga breves caídas en la conexión, que reducen la calidad de imagen y fuerzan a pausar el juego unos segundos para que se recupere. Y aunque pude jugar a toda la saga Halo mediante la nube de Microsoft, siempre hubo algún problema de conexión, evidenciando que, aunque impresionante, la tecnología de compresión de datos y la velocidad de internet actuales está a unos años de permitir al cloud gaming ser una alternativa real a las plataformas tradicionales.

Conclusiones

Cuando comencé a probar estos servicios de juegos en la nube, era escéptico, ya que como alguien que ha jugado con varias consolas y computadoras desde los días de Nintendo 64, no podía concebir que se consiguiera la misma experiencia de las consolas tradicionales.

Pero luego de haberlos probado, mi conclusión final es que, asumiendo que poseas una buena conexión a internet y puedas vivir con sus defectos, estos se han convertido en una forma viable de jugar, teniendo a Xbox Game Pass como el servicio que mejor modelo de negocio, tecnología y catálogo hay en la actualidad, y a Geforce Now como la segunda mejor opción si deseas tener posesión de los juegos, pudiendo en ambos casos descargar tu juego en tu consola o computadora para jugar de forma tradicional.

De esta forma, el juego en la nube es una alternativa si, por ejemplo, eres poseedor de una PlayStation o Nintendo Switch, y solo deseas poder probar el catálogo de juegos de Xbox o juegos de PC, y no deseas o no puedes comprar una consola o computadora adicional.

Eso sí, aún con todas las mejoras que han obtenido estos servicios en años recientes, todavía están por detrás de la inmediatez y calidad que ofrece jugar en tu propio dispositivo de forma tradicional, ya que incluso con la mejor conexión de internet, es inevitable alguna caída, aunque sea momentánea, de la conexión, causando problemas ya sea en la imagen o la latencia de los controles, haciendo que jugar en tu computadora o PC siga siendo la mejor alternativa.

Pese a esto, el hecho es que ya es posible jugar en la nube de una forma que hace solo 15 años era inimaginable, y a medida que la velocidad de conexión y compresión de datos mejore en el mundo, el juego en la nube podría posicionarse como el siguiente gran paso de los videojuegos, una era donde ya no será necesario tener una consola o computadora potente para jugar a la máxima calidad los videojuegos.