Google Stadia: ¿El comienzo del fin?

Google Stadia: ¿El comienzo del fin?

El lanzamiento de Google Stadia a finales de 2019 fue un movimiento que no dejo indiferente a nadie, ya que implico la entrada de una de las mayores empresas del mundo a la industria del videojuego con una impresionante tecnología de juego en la nube, pero con un polémico modelo de negocio que alejo a muchos. Por esto, su reciente anuncio de cerrar su estudio de desarrollo pone en dudas el futuro de la plataforma de Google.

¿El comienzo del fin de Google Stadia?

Hace varios meses tuve la oportunidad de probar un mes gratis de Google Stadia, y me asombro lo que vi. Con su competencia directa, GeForce Now de Nvidia, es obligatorio que mi laptop esté conectado por cable Ethernet al router para no tener problemas de conexión. En cambio, cuando probé Google Stadia, pude jugar juegos como GYLT y Destiny 2 conectado únicamente con mi conexión Wi-fi, manteniendo en casi todo momento una calidad de vídeo y gameplay excelentes, al grado que casi olvide que era un servidor de Google, y no mi computadora, el que realmente movía el videojuego.

El problema de Google Stadia jamás fue su tecnología, sino el modelo de negocio, el cual jamás atrajo a los jugadores. A diferencia de GeForce Now, que se sincroniza a tus cuentas de Epic Store, Steam o GOG y te permite jugar a tus juegos que ya hayas comprado en esas tiendas, y que puedes descargar sin problemas en tu computadora si así lo deseas, Google Stadia es una plataforma completamente separada, donde los juegos que ahí compres solo funcionan en Google Stadia y en ningún otro lugar.

Esto por si solo ya es una limitante, al forzar a los jugadores a elegir entre Stadia u otras plataformas, pero empeoro por la primera mala publicidad del servicio. Y es que, aunque puedes tener una cuenta gratuita, que te da acceso hasta una calidad de 1080p en los videojuegos que compres, hubo una primera mala impresión con Google Stadia Pro, una suscripción mensual de USD$9.99 al mes que, de forma similar a PlayStation Plus, te da juegos gratis cada mes para añadir a tu cuenta, además de acceso a vídeo en calidad 4K y sonido 5.1, pero que dio la terrible idea de que Google Stadia era un servicio de suscripción en el cual hay que comprar cada juego por separado.

Pero lo que realmente ha arruinado a Google Stadia ha sido su catalogo de videojuegos. La plataforma no cuenta con ningún videojuego exclusivo que podamos considerar un “vende consolas”, tiene demasiados que se siente como juego indies, y el resto de su catálogo de videojuegos triple AAA ya los podemos conseguir en consolas o en PC. ¿Para qué quiero comprar un juego que solo funciona en Stadia, si puedo conseguirlo más barato en físico para una consola, o cuando tengo mas para comprar en Steam, y puedo jugarlo con igual o más calidad gráfica en GeForce Now?

Peor aún, su catálogo es pequeño y poco variado en comparación a su competencia. Su catalogo completo de videojuegos no llega a 200 videojuegos, y solo haciendo algo de trampa, ya que se incluye varios juegos de una misma saga, como todos los Assassin’s Creed desde Unity hasta Valhalla, Hitman, varios de la saga Metro o la trilogía remake de Tomb Raider.

Esto ha causado que Google Stadia haya sido incapaz de atraer a los jugadores. Los jugadores de consolas tienen videojuegos exclusivos de mucha mayor calidad (y en mayor cantidad) que los que ofrece Google Stadia, así como mejores servicios (como el Xbox Game Pass o xCloud de Microsoft), mientras que los que prefieran jugar en PC, prefieren mantener un grado de libertad y personalización que Google Stadia no tiene. Stadia se siente como una plataforma con las limitaciones de una consola, pero sin exclusivas o diferencias que atraigan al usuario experto.

El nacimiento de Google Stadia, ademas de ser resultado del orgullo de una Google que se negó a colaborar con otras tiendas y desarrolladores como hizo Nvidia con GeForce Now, sucedió por un grave desconocimiento de lo más básico de la industria del videojuego: las exclusivas lo son todo, incluso en la era del streaming. Los usuarios compran consolas de PlayStation, Xbox o Nintendo por los The Last of Us, Gears of Wars o Super Mario Bros, por disfrutar de juegos o servicios que no pueden tener en ningún otro lado.

Y aun cuando no compran una consola por sus exclusivas, lo hacen por lealtad a la marca o por ser la misma consola de sus amigos. Por lo tanto, una plataforma nueva de videojuegos tiene un futuro sombrío si la lanzas al mercado con funciones similares a la competencia, con pocas exclusivas, y con un catalogo similar a lo que la competencia consolidada tiene.

Lo natural hubiera sido actuar de una forma similar a como hizo Microsoft, que a día de hoy no gana dinero con Xbox Game Pass y ha centrado su estrategia en pensar a largo plazo, creando una base de usuarios que crezca poco a poco con grandes ofertas y precios iniciales, llegando a grandes acuerdo con otras empresas para llenar el catálogo de juegos de Game Pass, mientras invierten en nuevos estudios y juegos que, dentro de 3 a 4 años, le den a su servicio tantos juegos exclusivos de calidad que, sumado a los otros juegos del resto de compañías, creen un catálogo impresionante que mantenga al público atrapado por la calidad y cantidad de juegos disponibles con una sola suscripción.

También pudieron actuar como Nvidia, integrando a Google Stadia con tiendas como Epic o Steam, para convertir a Stadia en una opción mas para el jugador de PC en vez de una plataforma completamente separada.

En cambio, parece que el destino de Google Stadia parece que será similar a Google+ o los Google Glass: recortar perdidas ante el fracaso de su visión a corto plazo. El cierre de Stadia Games & Entertainment, así como la salida de Jade Raymond (quien trabajo en juegos de Assassin’s Creed entre otros) priva a Google Stadia de tener juegos exclusivos que lo diferencien de la competencia, y la condena a que su catalogo sean los mismos juegos que ya tenemos en otros servicios.

Google Stadia parece condenada a caer en el circulo vicioso detrás del fracaso de muchas consolas: le lancen pocos juegos y no atraiga a muchos usuarios, lo que lleve a que le lancen menos juegos aun y tenga menos usuarios, y así hasta que finalmente muere por falta de juegos y usuarios.

Si la propia Google no invierte en lanzar juegos exclusivos para Stadia, ¿por qué las grandes third party como Activision, EA, Ubisoft o Take Two, o los pequeños estudios indies, lo harán por ella? Vivimos en una era donde estas empresas desean maximizar su base de usuario lanzando en cuantas plataformas sea posible (Ubisoft es el mejor ejemplo de ello), no limitarla lanzando exclusivas para una consola. Que Google confié en estos estudios para alimentar el catalogo de Google Stadia la condena a tener exactamente los mismos juegos que su competencia y sin ninguna diferencia que atraiga a los usuarios.

Si hasta ahora habíamos visto un despegar muy lento de parte de Google Stadia, el cierre de su estudio de desarrollo puede ser el inicio del fin que cause que dentro de 1 o 2 años Google de por terminado a Stadia. Y es que, sin la garantía de juegos exclusivos o las prometidas características exclusivas de Google Stadia (como poder jugar un juego haciendo clic en un vídeo de YouTube y jugar desde el mismo punto del vídeo), el servicio parece una pobre imitación de GeForce Now o xCloud, que son claramente superiores al poder jugar sus juegos en nuestras propias PC o consolas si así lo deseamos. Una lástima para una tecnología que es impresionante.