Hogwarts Legacy llega buscando ser la experiencia definitiva de Harry Potter con un worldbuilding impresionante pero una historia mejorable.
Desde que los 7 libros y 8 películas originales de Harry Potter terminaron entre 2007 y 2011, han sido varios los intentos de mantener vivo el mundo mágico. Primero con “El Legado Maldito”, la obra de teatro de 2016 que continúa luego de los libros originales, y pocos meses después, con Animales Fantásticos, la planeada saga de 5 películas (que parece que se quedará solo en 3), que se ubica varias décadas antes de las aventuras de Harry Potter.
Pese a estos intentos, el mundo mágico no ha vuelto a alcanzar las mismas cuotas de popularidad que tuvo en la década de los 2000, más bien todo lo contrario, algo que solo ha empeorado con las polémicas de su autora, J.K. Rowling (tema que trato en otro video cuyo link dejo en la descripción), algo que parece que finalmente ha empezado a cambiar con el éxito abrumador de Hogwarts Legacy, que en este momento ya ha vendido 12 millones de copias.
Por esto, el día de hoy les daré mis impresiones de la más reciente obra de Avalanche Software (no confundir con Avalanche Studios) y Warner Bros, que ha permitido que este juego, bastante conservador en muchos aspectos, se convierta en uno de los mejores títulos de inicios de 2023.
REGRESANDO AL MUNDO MÁGICO DE HARRY POTTER
El juego se ubica a finales del siglo XIX, 100 años antes de las aventuras de Harry Potter, donde encarnamos a un joven que descubrió tarde sus poderes, por lo que es aceptado en Hogwarts en el quinto año escolar (algo muy inusual). En su camino al colegio, descubre que puede ver y manipular magia antigua, un poder que es deseado por Ranrok, el líder de la rebelión de los duendes que desea acabar con el dominio y abusos de los magos, y Victor Rookwood, un mago oscuro que desea dominar esta poderosa magia, por lo que tendremos épicas batallas para proteger el destino del mundo mágico.
Algo que se evidencia rápidamente, es que Hogwarts Legacy no destaca por su jugabilidad (algo que detallaré más adelante), sino por la fantástica recreación del mundo mágico creado por J.K. Rowling.
El Castillo de Hogwarts y sus terrenos, el estadio de Quidditch, el Bosque Prohibido, el pueblo de Hogsmeade, todo ha sido recreado con un detalle obsesivo, y expandido en un mapa abierto que, aunque no creo que sea mayor a cualquiera visto en Assassin’s Creed, si es bastante grande, y permite que nos sumerjamos en la idea de que hemos entrado de lleno al mundo de Harry Potter.
Y este trabajo no era tan simple como puede parecer a simple vista, ya que Avalanche Software buscó ser fiel a lo que pudimos ver en las películas, al tiempo que era fiel a las descripciones que J.K. Rowling dio en sus libros, algo que consiguieron con tanto éxito, que son muchos los videos en redes sociales que usan fragmentos de los audiolibros de Harry Potter describiendo Hogwarts, para demostrar como el castillo del juego coincide a la perfección con lo narrado en los libros.
A esto se suma el cuidadoso trabajo de darnos la experiencia completa de Harry Potter, desde la carta anunciando que hemos sido seleccionados para ir a Hogwarts, el elegir nuestra varita, que el sombrero seleccionador escoja a cual casa iremos, ir a clases para aprender hechizos, volar en escoba, tener batallas mágicas, e incluso el que se elija quien ganó la Copa de las Casas. Prácticamente solo falto el poder jugar al Quidditch, que por algún motivo, no fue incluido en el juego
Esto convierte a Hogwarts Legacy en un juego a la altura de otros como The Witcher 3 en la construcción de su mundo, ya que el título demuestra constantemente el enorme amor y cariño de sus desarrolladores hacia el mundo mágico, así como el enorme cuidado que tuvieron para que sintamos que hemos entrado en el mismo universo de Harry Potter.
Como alguien que creció leyendo estos libros, puedo decir que, en este sentido, este juego es casi perfecto en lo que se propone.
El problema viene cuando vemos su historia principal, el cual nunca llega a ser mala, pero que termina siendo tan convencional en muchos aspectos, que siento palidece ante el gran trabajo en darle vida a este mundo.
Lo primero que destaca es que la historia principal tarda un poco en agarrar ritmo, ya que sus primeras 5 a 10 horas se pueden ir fácilmente en aprender a jugar. Pero lejos de ser necesariamente malo, dado que iniciamos casi desde el principio en Hogwarts, esto nos da la oportunidad de explorar el castillo, descubrir sus secretos, aprender los hechizos esenciales para la trama y hacer las primeras misiones secundarias.
Esto permite que, aunque la trama principal pasa a segundo plano en algunas ocasiones, quedemos maravillados al ver cómo recrearon Hogwarts, y que cuando hayamos aprendido todo lo básico que ofrece el juego, estemos preparados y equipados para enfrentar su mapa abierto.
El segundo detalle que le quita brillo a la historia principal es el enfoque de las misiones secundarias, no porque sean demasiadas (entre principales, secundarias y coleccionables, hay alrededor de 100 misiones), sino porque algunas pueden ser mejores o más interesantes que la trama central.
Aunque hay misiones mejores que otras, y algunas consisten en el clásico “busca esto o mata aquello”, nunca me encontré con ninguna completamente mala o aburrida, teniendo todas historias o batallas que las hacen interesantes, habiendo al menos una (de un personaje secundario de la trama) cuya misión me llamó la atención más que la historia principal.
De hecho, aunque la historia principal no es necesariamente mala, termina siendo tan poco arriesgada y predecible, que durante buena parte del juego, lo que más nos interesara es las misiones secundarias, que nos meten de lleno en el mundo mágico, que en seguir la historia, por lo que esto será tan bueno o malo como dicten tus gustos.
Entrando ya en el tercer detalle, que sí es un problema que le quita brillo a la historia, es que Hogwarts Legacy desperdicia un poco el potencial que da su trasfondo. Ante los abusos y discriminacion que los duendes sufren de los magos, algunos han decidido alzar las armas en su contra, creando una rebelión liderada por Ranrok, un duende sumido en el odio, que desea darle su merecido lugar a los duendes y vengarse de los magos.
El problema es que Hogwarts Legacy cae en el mismo defecto que ya tenían los libros: si, te señalan cual es el problema en la sociedad, y si, este problema afecta a los protagonistas, pero no se siente que llegue más allá, como si dicho problema fuera solo una piedra en el zapato, una nota a pie de página que no altera el normal desarrollo de la sociedad mágica, ni tiene consecuencias reales en ella.
Peor aun, no siento que esta sea la sociedad mágica 100 años antes de Harry Potter. Se supone que Hogwarts Legacy se ubica a finales del siglo XIX, en el corazón del Imperio Britanico, en una era donde la sociedad era conservadora, elitista y racista. En cambio, la sociedad mágica de Hogwarts Legacy es una liberal, tolerante y diversa, claramente basada en los ideales del mundo del siglo XXI.
Entiendo que esta decisión probablemente se tomó, primero, porque esta sigue siendo una obra que aspira a llegar a todo público, que pretende transmitir buenos valores y costumbres, y que básicamente repite sin mucho cambio el cómo los libros de Harry Potter presentan a la sociedad mágica; segundo, porque es distribuida por una Warner Bros. que está medio desesperada en convertir a Harry Potter en un universo rentable; y tercero, porque no quieren hacer nada que de la impresión que están remotamente cerca de apoyar las ideas que actualmente defiende J.K. Rowling en redes sociales.
Tampoco digo que sea necesariamente un defecto fatal, ya que es normal que una obra represente los ideales y valores de su tiempo, pero siento que es una oportunidad perdida, de mostrar las diferencias entre el mundo mágico de finales del siglo XIX con el de Harry Potter a finales del siglo XX.
En cambio, lo que percibo es que la sociedad mágica, en cuanto a valores y costumbres, se estancó en el tiempo, y realmente no cambió casi nada en los 100 años posteriores a Hogwarts Legacy, algo que se nota al ver como los magos son, básicamente, ermitaños que no saben lo que es la electricidad o los semáforos de los “muggles”.
Eso sí, me gusta que hagan una mejor representación de Slytherin, ya que en Harry Potter, casi todos los miembros de esta casa son unos elitistas, pedantes y engreídos, que casi siempre terminan siendo los villanos, mientras que en Hogwarts Legacy, aunque tienden a ser orgullosos, no necesariamente son malos, habiendo varios que genuinamente son buenos, mientras que personas de otras casas pueden ser genuinamente malas; me acuerdo en particular de una estudiante de Hufflepuff, en una misión secundaria, que nos envía a buscar plantas en el Bosque Prohibido, y que me costaba creer que no fuera de Slytherin.
En cuanto al protagonista, este termina siendo uno a mitad de camino entre uno pasivo y uno activo. Al poder elegir su nombre y apariencia, con un editor que no diferencia entre sexos, para dar libertad total de personalizar la cara y voz a tu gusto (en lo que no dudo es un intento nada sutil de alejarse de la polémica de J.K. Rowling), en ocasiones sentiremos que el protagonista es uno similar al de GTA III o Bioshock, un mero testigo de la trama que es protagonizada por otros (algo que se nota más en las misiones de personajes secundarios), mientras que en otras ocasiones, el personaje será uno activo, teniendo un protagonismo más marcado (aunque no total) en lo que sucede en la historia central.
No es como si el personaje fuera uno silencioso que no hace nada, al contrario, y aunque el juego logra un buen equilibrio entre los dos tipos de protagonistas la mayoría del tiempo, siento que a veces tiende a reducir a este a ser solo un testigo de la trama, causando que no tenga el carisma o personalidad por el que vaya a ser recordado en el futuro.
Esto se ve reforzado por la capacidad de tomar decisiones en el juego, ya que la personalidad de nuestro protagonista depende de la clase de respuesta que demos en algunas conversaciones, pero en general, siento que es una versión simplificada de lo que vimos en Mass Effect: puedes ser el noble héroe o el renegado, pero al final, terminarás haciendo lo correcto, ya que realmente no hay un sistema de moralidad que te haga ser un héroe o un mago oscuro, lo que causa que el protagonista sea uno bastante plano y sin personalidad, requiriendo que el jugador haga un ejercicio de abstracción de darle, por su cuenta, una personalidad que el propio juego no le da.
Otro elemento que siento como una oportunidad perdida, es como pasamos un año escolar en Hogwarts, para lo cual tengo un gran referente: la saga Persona de Atlus.
Nunca esperé que tuviera la complejidad de Persona 4 o 5, pero cuando anunciaron que Hogwarts Legacy permitiría vivir un año en la vida de un estudiante de Hogwarts, esperaba ver cosas como ir a clases con cierta regularidad, para estudiar de cara a los exámenes o tareas, personajes memorables con los cuales conversar todo el tiempo, o tener un grupo de amigos carismáticos con los cuales tener, no solo aventuras, sino simplemente pasarla juntos como amigos.
En cambio, Hogwarts Legacy tiene 5 clases que solo tienes que ver una vez por la historia principal, para aprender los hechizos mínimos que necesitas para avanzar en la trama, y una segunda vez opcional para aprender un hechizo extra tras hacer una pocas “tarea (que solo consisten en eliminar enemigos o usar un objeto), y fuera de las misiones de personajes y algunas secundarias, es poco o nada lo que interactúas con tus compañeros.
Lo que es peor, es que muchos personajes solo son arquetipos. El director que es un idiota que no le importan los estudiantes (para nada, porque casi no lo ves en el juego), la profesora Weasley, que es basicamente McGonagall con otro nombre, la amiga que ayuda a los demas por un pasado traumatico, o el compañero fanatico de algun hobby.
No son malos, ya que cumplen el propósito de ambientar el mundo mágico del juego, pero siento que se pudo hacer más para que realmente nos importarán, más cuando al menos uno de ellos si es genuinamente interesante, y nos da algunas de las mejores historias del juego.
Y esto es más lamentable aún cuando recuerdo una de las cosas que más disfrutaba de los libros de Harry Potter, como era su amistad con Hermione y Ron, el cómo ésta crecía y se fortalecía a medida que avanzaban los libros. Y aunque en teoría nuestro protagonista tiene sus amistades, ninguna está tan bien desarrollada como para que sintamos la misma empatía y cariño por ellos que apreciamos en los amigos de Harry Potter, o con los de Persona 4 y 5.
En general, Hogwarts Legacy es un juego que priorizo crear la experiencia Harry Potter definitiva, creando un worldbuilding rico y detallado que le da vida al mundo mágico de J.K. Rowling como nadie había hecho hasta ahora, logrando un éxito tan aplastante que, fácilmente, está a la altura de The Witcher 3 o Cyberpunk 2077 en este mismo apartado, al grado de que no solo los fans de Harry Potter pueden disfrutar a lo grande del juego, sino que incluso los no tan fans pueden enamorarse de este fantástico mundo.
Pero en el camino, siento que dejaron de lado la historia principal y sus personajes que, aunque jamás llegan a ser malos, y eso hay que dejarlo bien claro ya que cumplen su trabajo, se sienten menos desarrollados que el worldbuilding que les rodea, y dudo mucho que alguno llegue a ser tan recordado como otros personajes clásicos de la saga.
JUGABILIDAD
Ya entrando en el terreno de la jugabilidad, este sera tan bueno o regular como lo sea tus gustos y tolerancia, ya que Hogwarts Legacy parte de la misma filosofía de The Witcher 3 y Assassin’s Creed: un juego de acción y rol de mapa abierto, con muchas misiones secundarias y coleccionables, un árbol de habilidades, un sistema de niveles para afrontar las misiones, y constante búsqueda de trajes que elevan las estadísticas de tu personaje, todos elementos que, con mucha justificación, ya tienen cansados a muchas personas.
Pero a diferencia de lo que señalé en mi video criticando a Assassin’s Creed Odyssey (link en la descripción), donde precisamente critiqué su relleno y abusivo sistema de niveles, Hogwarts Legacy es infinitamente más cómodo de jugar, ya que aquí si se concentraron en la calidad antes que en la cantidad de horas de juego.
Si, el juego incentiva que hagas las misiones secundarias para subir de nivel, pero en mi primera partida, jugando a la campaña principal y casi todas las misiones secundarias, junto a algún que otro coleccionable, solo me tomo 40 horas llegar a los créditos finales con un ritmo bastante cómodo, lo que considero un tiempo más que razonable para esta clase de juegos.
De ahí que este título lo considere mejor refinado y más cómodo de jugar que cualquiera de los recientes Assassin’s Creed, ya que hacer la misma hazaña en Odyssey, por citar un ejemplo, puede llevar fácilmente el doble de tiempo, con mucho relleno de por medio, convirtiendo a Hogwarts Legacy en el ejemplo perfecto de lo que yo espero de esta clase de juegos: que tenga mucho contenido opcional que incentive a jugar todo lo que puedas, sin sentir que es un relleno obligatorio que solo añade horas de juego sin sentido.
Claro, Hogwarts Legacy es más agresivo con su sistema de niveles, ya que a diferencia de Assassin’s Creed o The Witcher 3, aquí el nivel no es una recomendación que puedes ignorar a tu propio riesgo, sino un requisito obligatorio que bloquea las misiones hasta que tengas el nivel apropiado.
Pero dado que el fuerte del juego es vivir la experiencia de estar en el mundo mágico de Harry Potter, este incentiva muy bien a jugar todas las misiones secundarias que puedas, y dado que el título tiene una duración de entre 40 y 60 horas (dependiendo de qué tan completistas seas), no es difícil tener siempre el nivel necesario para avanzar en la historia principal cuando tu lo desees, al grado de que, en mi caso, el único momento en que no tenía el nivel necesario fue en la misión final, y no me faltaba nada para alcanzar el nivel recomendado.
A esto se une un sistema de batalla bastante típico para esta clase de juegos, con el ya clásico sistema de atacar, esquivar y defender en el momento justo, siendo quizás la única diferencia que el ataque es mediante hechizos a mediana y larga distancia, nada de ataques físicos.
Y aunque técnicamente no es nada que no hayamos visto en The Witcher 3 o Assassin’s Creed, el combate de Hogwarts Legacy está bien refinado, permitiendo que tengamos batallas que no solo son fieles a lo que vimos en las películas de Harry Potter, sino que son divertidas y espectaculares, y que generan un genuino reto si quieres tener una batalla perfecta contra los enemigos.
A esto se añade que el juego ajusta automáticamente el nivel de todos los enemigos acorde al nivel que tenga tu protagonista, por lo que siempre tendremos garantizado un reto acorde a lo que hemos logrado en el juego.
Pero Hogwarts Legacy no es solo batallas, sino el explorar el amplio valle de Hogwarts, con todas sus cuevas, pueblos y demás recovecos para encontrar sus secretos.
En el caso del mapa abierto, cae en el cliché de esta clase de juegos: un mapa amplio repleto de iconos de misiones y coleccionables a completar, nada que no se haya visto antes.
Donde el juego brilla es en la exploración de las mazmorras, ya que estos tienen suficiente libertad para permitir explorarlos y descubrir sus secretos (sin ser demasiados amplios como para realmente perderte), teniendo varios momentos con rompecabezas que bloquean tu avance, siendo algunos de estos genuinamente complicados de resolver.
Lo malo, al menos en mi experiencia, es que no sentí que algunos de estos rompecabezas fueran realmente difíciles, sino que las pistas que dan para resolverlas no sirven para nada, y más bien te dejan con más dudas que respuestas. Pero si eres de los que quiere rompecabezas que te obliguen a pensar, este juego sorprende bastante en este sentido.
Quizás la diferencia más importante de Hogwarts Legacy con respecto a The Witcher 3 y Assassin’s Creed, es la Sala de los Menesteres, que cuenta con un sistema similar al de Fallout 4 con sus refugios, pudiendo personalizar a tu gusto la sala, siendo aquí donde puedes cultivar plantas mágicas que sirven para crear pociones, para así tener curas para recuperar vida, aumentar tu defensa o mejorar tu ataque.
Además, el juego permite que capturemos a Animales Fantásticos para llevarlos a la Sala de los Menesteres, donde podremos alimentarlos, cuidarlos y criarlos para extraer de ellos materiales para así mejorar nuestros trajes.
Todo esto convierte a Hogwarts Legacy en un título que, aunque está lejos de realmente innovar, sintiéndose más bien como la mezcla de varias ideas ya vistas en otros juegos, la forma en que lo combina todo, y lo refina para ajustarlo a las necesidades del mundo mágico, hacen de este un título que cumple a la perfección con lo que necesita para ser divertido, siendo el ejemplo perfecto de que, a veces, lo importante no es traer algo nuevo a la mesa, sino hacer las cosas bien, y más importante aún, con un ritmo que mantenga la diversión e interés en todo momento (te veo a ti Assassin’s Creed).
De hecho, el juego es tan sólido en todos sus apartados, que incluso si no fuera un juego de licencia basado en Harry Potter (que seamos honestos, es mucho de la razón de su éxito), seguiría siendo un titulo bastante bueno, al grado de que no dejó de estar sorprendido que el anterior trabajo de Avalanche Software fue Cars 3: Driven to Win.
GRÁFICOS
Otro elemento que sorprende en Hogwarts Legacy es el apartado visual. Haciendo uso del Unreal Engine 4, el juego logra ofrecernos una gran calidad visual que alcanza un enorme realismo, especialmente en el Castillo de Hogwarts y en otros interiores del juego.
El título cuenta con tres opciones gráficas: el de rendimiento, que ofrece una mayor tasa de cuadros por segundo, el de fidelidad, que ofrece una mejor calidad gráfica pero a solo 30 cuadros por segundo, y el de fidelidad con ray tracing, que mejora los reflejos e iluminación del juego.
Al menos en PlayStation 5, que es donde yo jugue el título, jugué toda mi partida con esta última opción, y pese a problemas menores con la capa de los personajes, y unos reflejos en los espejos bastante mejorable, en general, Hogwarts Legacy funcionó bastante bien, sin ningún problema importante o caída de cuadros por segundo que afectará la partida, algo que, tras haber jugado a otros juegos de acción RPG como Cyberpunk 2077 o Gotham Knights, que me han obligado a tener que esperar semanas o meses a parches que corrigen errores, me sorprendió bastante y para bien.
No puedo asegurar si esto se repite en otras plataformas, aunque entiendo que el lanzamiento en PC fue bastante accidentado hasta la llegada de sus primeros parches.
Otros problemas que tuve con el juego están en las conversaciones donde, además de que los personajes se ponen en posiciones muy formales, tienen unas animaciones faciales que entran en el valle inquietante que, aunque no diría que esten mal, si se sienten poco naturales, algo que, en mi caso, se hace especialmente llamativo tras haber jugado a Horizon Forbidden West, el exclusivo de PlayStation 4 y 5 que marcó un nuevo estándar en animaciones faciales en las conversaciones de los juegos.
Este problema pudo deberse, al menos en parte, a que Hogwarts Legacy usó una tecnología similar al de Cyberpunk 2077, que permite sincronizar el movimiento de los labios de los personajes acorde al doblaje de turno, entre los que se incluye el español latino.
Sobre esto último, aunque es un doblaje de buena calidad, que no dudo que muchos apreciarán, se hubiera agradecido que el juego permitiera cambiar el idioma de las voces en el menú del juego, ya que en PlayStation 5, hay que juguetear con los archivos descargados en los menús de la consola para tener el doblaje en ingles con subtitulos en español, y eso causa que las pocas cinemáticas que no usan el motor gráfico del juego se queden con el doblaje en español latino, con el resto del juego en ingles.
Pero fuera de estos pequeños detalles, Hogwarts Legacy termina siendo un título sorprendente (al menos en consolas) por el buen acabado visual que tiene en todo momento, junto a un rendimiento bastante sólido, reforzado además por un diseño artístico brillante.
CONCLUSIÓN
Hogwarts Legacy es un juego que ha sabido sorprendernos. Primero, porque sus desarrolladores son un estudio relativamente desconocido, cuyos trabajos previos no nos indicaban que eran capaces de hacer un título triple AAA de estas características, y segundo porque, este juego alcanza unos niveles de calidad que lo convierten en un videojuego genuinamente bueno por si solo, de lo mejor de los primeros meses de 2023, muy alejado de los anteriores títulos de Harry Potter, que eran los clásicos ejemplos de videojuegos hechos con prisa para sacar dinero de la película de turno.
¿El resultado? La experiencia Harry Potter definitiva, un juego que ha logrado sumergirnos en el mundo mágico de J.K. Rowling como ningún otro producto (fuera de los libros originales) había logrado hasta ahora, y que viene acompañado de una historia y jugabilidad que, si bien no hacen nada que no se haya hecho antes, lo que nos ofrece viene con una calidad y diversión garantizadas.
Quizás el único reclamo que tengo contra el juego es que vive demasiado de la nostalgia hacia Harry Potter, ofreciendo poco que genuinamente nos de algo nuevo de este mundo (como sí hicieron las películas de Animales Fantásticos), pero sí nos muestra de lo que es capaz el equipo de Avalanche Software, que nos ha dejado con ganas de ver de qué serán capaces en una hipotética secuela, o en otros futuros juegos.
Licenciado de Estudios Liberales de la Universidad Metropolitana de Venezuela. Me especializo en blogging, SEO y Analítica Web, además de ser un gran fanático de los videojuegos, el cine, el anime y los cómics.