Horizon Forbidden West – ¿Un insulto contra los indígenas? [Opinión]

Horizon Forbidden West – ¿Un insulto contra los indígenas? [Opinión]

Uno de los videojuegos que más estaba esperando para 2022 era Horizon Forbidden West, ya que las aventuras de Aloy en un futuro post-apocalíptico presentaron uno de los mundos con el lore e historia más interesantes que he visto en mucho tiempo. Y aunque mi intención es hacer un análisis del juego, dado que terminarlo me está tomando más tiempo del que pensé, he decidido hacer un video hablando sobre uno de los aspectos que más me ha llamado la atención del juego: las tribus.

Y es que, pese a que tanto Forbidden West como Zero Dawn tiene un mundo hermosamente creado y detallado, que he disfrutado plenamente de sus historias, y aunque sus tribus son técnicamente ficticias, he sentido que estos dos juegos tienen una disonancia muy marcada: el de mostrarnos las grandes similitudes y diferencias que distintas poblaciones humanas pueden tener a la hora de crear sus mitos, leyendas y culturas, pero con la eterna sensación de que las acusa de ser simplemente ignorantes.

Antes de comenzar, el propósito de este video no es analizar Horizon Forbidden West (eso vendrá después), y fuera de algunos detalles menores de las tribus de este juego, no planeo dar ningún spoiler importante de la trama. Eso sí, daré por sentado que conocen de que trata la historia de Horizon Zero Dawn, por lo que si no has jugado a este juego estás avisado de que habrá spoilers a continuación.

HORIZON FORBIDDEN WEST: ENTRE EL RESPETO Y EL INSULTO.

Toda buena historia de fantasía, como Skyrim o El Señor de los Anillos, dedica una buena parte de su tiempo a desarrollar el mundo donde transcurre su historia. Un mundo mágico creado gracias a los dioses, donde varios reinos existen en conflicto, donde hay que defenderse de criaturas mitológicas, y rodeados de los restos de antiguas y poderosas civilizaciones ya hace tiempo olvidadas. 

Tanto Horizon Zero Dawn como Horizon Forbidden West cumplen estos puntos, pero le dan un giro que encuentro fascinante: es un  mundo de fantasía fundamentado en un universo de ciencia ficción. La civilización antigua hace tiempo destruida es nuestro mundo en el año 2065, los “dioses” que “crearon” el mundo de Horizon no son sino Inteligencias Artificiales programadas para terraformar el mundo, y poblarlo luego de la destrucción causada por las máquinas en una horrible guerra que perdimos, y los robots que vemos en el juego son parte de este plan para hacer este mundo habitable otra vez.

Este trasfondo se ve reforzado gracias al excelente trabajo de Guerrilla Games, al habitarlo con varias tribus, cada una con su propia historia, cultura, tradiciones y vestimenta, que nos enseña la gran variedad de respuestas que distintos grupos humanos pueden dar para tratar de entender cómo funciona el mundo que les rodea.

Los dos juegos nos presentan tribus como los Nora, un grupo de cazadores que viven aislados en las montañas, en una sociedad matriarcal que solo cuenta con la tradición oral para narrar su historia, los Carja, que viajaron al desierto donde encontraron antiguos documentos sobre la observación del sol, y que dieron origen a una civilización que reza al dios solar, o las nuevas tribus que presenta Horizon Forbidden West, como los Tenakth, un grupo de tribus guerreras, los Utaru, un grupo de pacíficos agricultores, y los Quen, que han creado todo un Imperio centrado en el recolectar y compartir, bajo su criterio, los conocimientos de la antigua civilización del siglo XXI.

Pero aunque el juego cuenta con una variedad de tribus con diferencias muy marcadas, y que ambientan muy bien el mundo de Horizon, es aquí donde comienza el gran conflicto que tengo con su trama. 

Por un lado, y más a modo de anécdota que otra cosa, Horizon Zero Dawn fue acusada en su día de apropiación cultural por parte de la periodista Dia Lacina. Por desgracia, a día de hoy no pude encontrar el artículo original en inglés, pero entiendo que muy resumidamente, ella acusó al juego de hacer un mal uso de las imagenes, simbolos y palabras de los nativos americanos, al no sólo apropiarse de su cultura para que una chica blanca y pelirroja se disfrace de Pocahontas, sino por la forma en que se describe a las tribus de primitivas y bárbaras. A falta del artículo original, en el enlace les brindó varios artículos que hablan sobre lo que ella escribió. 

John Gonzalez, uno de los escritores de Horizon Zero Dawn en Guerrilla Games, respondió en su día que en el estudio existió un debate sobre qué terminología usar, y que el personaje de Aloy y la estética del juego no solo se basó en los nativos americanos, sino en los celtas y vikingos, y además dijo que, con el tipo de cultura que existe en internet, pese a que no se buscaba ofender a nadie, es imposible saber cuándo algo puede molestar o no.

Como venezolano y latinoamericano que soy, pese a vivir ahora en Estados Unidos, no negaré que me sigue pareciendo extraño, y hasta exagerado, la obsesión que se tiene por la raza en este país, y lo fácil que se pueden ofender por el tema (que no es igual a que no entienda de donde surgen), y tampoco niego que, en última instancia, no soy el más apropiado para decir si un producto cultural o no es o no ofensivo para los indígenas del mundo

Pero si diré que sobre la apropiación cultural, jamás he compartido el malestar que se siente al respecto, no solo en este juego, sino en general. No existe algo como una cultura 100% original, ya que todos los países son resultado de la mezcla de distintas culturas e ideas. Solo la venezolana, por ejemplo, es el resultado de la mezcla de las culturas españolas, indígenas y africanas, por lo que el copiar, imitar o inspirarse en otras culturas para crear algo nuevo es completamente normal.

Y esto es algo que Horizon hace muy bien, ya que esta inspiración en el mundo real nos da un mundo muy rico y diverso, donde ninguna tribu se siente una copia o reiteración de otra, pero si genera un problema que sí me parece mucho para problemático. En Horizon Zero Dawn se nos revela que parte del plan para repoblar el mundo, luego de que fuera destruido por las máquinas, era educar a la nueva humanidad nacida en laboratorios con una IA llamada Apolo, que contendría todo el conocimiento de la humanidad: historia, cultura, ciencia, etc. 

También se nos revela que, poco después del fin del mundo en 2065, Ted Faro, en un ataque de locura, borró dicha base de datos, lo que privó a las nuevas generaciones de personas de todo el conocimiento humano adquirido hasta ese entonces. 

Los Nora, los Carja, los Oseram, los Utaru, los Tenakth y los Quen, pese a que el juego busca mostrarnos la riqueza y diversidad de sus civilizaciones, las formas en que estos coexisten, y tal vez el respeto que debemos dar a otras culturas, en última instancia, surgieron por la pura y completa ignorancia de los primeros humanos del mundo de Horizon, y su necesidad de organizarse con lo poco que sabían del mundo.

Los Tenakth construyeron una civilización guerrera basada en las enseñanzas de un museo sobre la guerra, los Utaro basaron su cultura pacífica y agricultura en rezarle a unas máquinas que solo cultivan los campos de acuerdo a su programación, y los Nora literalmente creen que una puerta automática, controlada por computadora, es “La Madre” a la que deben rezarle.

Evidentemente es un mundo de fantasía y ciencia ficción, y cualquiera que sepa diferenciar la realidad del entretenimiento sabrá que esto no es sino la ambientación de una historia, una que podría dar un giro cuando termine Horizon Forbidden West. También es posible que este malestar sea inevitable, ya que Horizon, pese a toda la ciencia ficción que le rodea y a estar en un futuro lejano, tiene una base inspirada en nuestro mundo, y eso hace inevitable las comparaciones.

Pero la realidad es que, pese a las buenas intenciones que pudiera tener Guerrilla Games, la lección que yo recibo de su mundo es que, pese a todo, estas tribus solo son unas pobres víctimas de la ignorancia, en un mundo que probablemente le iría mejor si contara con el buen conocimiento de la sociedad occidental del siglo XXI.

¿Está insinuando Horizon que las tribus del mundo real son igual de ignorantes?, ¿Que a los indígenas del mundo solo les puede ir bien si dejan sus costumbres y se adhieren ciegamente a la modernidad occidental? No en vano, Guerrilla Games podrá decir lo que quiera de la inspiración Celta y Vikinga, pero cuando yo veo a los Nora, los Tenakth o los Utaru, pienso que son nativos americanos o indígenas.

Con esto no insinúo que Guerrilla Games tenga un propósito malévolo de atacar sutilmente a los indígenas del mundo con Horizon, sino que se siente que el equipo desarrollador detrás de Horizon Zero Dawn y Horizon Forbidden West le hace falta tener mayor diversidad, no digamos de indígenas, sino de otros países y culturas, para que no se perciba que el juego idolatra la cultura occidental denigrando sutilmente todo lo demás.

Creo que en este sentido, pudieron haber imitado un aspecto que sí me gusta de los juegos de Ubisoft, como lo es el gran cuidado al detalle que dan en la construcción de los mundos de Assassin ‘s Creed. Y es que, Ubisoft cuenta con un equipo de expertos en historia y cultura, que ayudan a dar ambientación a cada juego, tratando de ser lo más fieles e imparciales que se puede a la hora de representar cada época. De ahí que, pese a que sea juegos repetitivos que hace rato no juego, me quedo maravillado de cómo Assassin ‘s Creed recrea a la Jerusalén de las Cruzadas, al Egipto de Cleopatra, a la Antigua Grecia o a la París de la Revolución Francesa.

Eso sí, hay un detalle que sí ha mejorado bastante Horizon Forbidden West con respecto a Horizon Zero Dawn. En el primer juego, todos los individuos de una misma tribu actuaban de una misma forma, acorde a las ideas y cultura presentada previamente en la historia, por lo que al ver a cualquier Nora, Carja o Oseram, sabías de antemano que dicho personaje actuaría de acuerdo al perfil de su tribu. 

Forbidden West, en cambio, hay un mayor individualismo, mostrándonos a personajes que tienen intereses y conflictos ajenos a los perfiles marcados por su tribu. De esta forma, podemos ver a un Tenakth que, pese a la cultura violenta y guerrera de su gente, abandona todo para ayudar a un ser querido que ya no cumple con los estándares de su gente, o a los Utarus, que pese al pacifismo que pregonan, tiene personas que actúan con valor y decisión para defender a su tribu en el campo de batalla. 

Este mejor equilibrio entre las ideas centrales de cada tribu, y los deseos e intereses individuales de cada persona, es algo que ha mejorado claramente Horizon Forbidden West, más al ver el gran cuidado que ha puesto Guerrilla Games en la animación de las misiones secundarias.  

Pero pese a esto, aunque sé que su mundo es de ciencia ficción, que probablemente no se pretendía hacer nada malo, y que me sigue gustando su historia, siento que Horizon transmite dos lecciones que siento son preocupantes: las tribus indígenas son producto de la ignorancia, y el mundo le iría mejor si usara sólo el conocimiento y culturas occidentales, y en una era donde muchas personas creen ciegamente lo que las películas, series de TV y videojuegos les dicen, no se que tan positivo puede resultar estas ideas, que facilmente atentan contra el respeto a otras formas de ver el mundo.