Icono del sitio The Digital Questioner

House of Cards: Reseña de la temporada final

Robin Wright Poster de House of Cards (2018) The Digital Questioner

Ya esta con nosotros la temporada final de House of Cards, que tuvo la dificultad de dar un final digno a la serie sin el carismático personaje de Kevin Spacey.

House of Cards es una serie que, personalmente, represento un cambio de paradigma; el paso de una era donde la televisión tradicional ya no era el dominante, sino las series hechas por y para Internet, con una calidad igual o superior a lo que pudiera ofrecernos el mejor canal por cable. Pero no solo esto, es una serie que demostró que Netflix, y similares, eran perfectamente capaces de crear contenido original para sus servicios streaming, que pudiera atraer al gran publico, y ganar premios que, hasta entonces, solo imaginábamos para canales tradicionales.

Pero no solo esto. La trama del maquiavélico y manipulador político, Frank Underwood, y sus planes (llenos de mentiras, engaños y muertos) para, no solo vengarse de aquellos que le traicionaron, sino para alcanzar el poder de la Presidencia de los Estados Unidos, nos otorgo una historia que nos atrapo desde el primer momento, en parte, gracias a la excelente actuación de Kevin Spacey.

Por esto, cuando estallo el escándalo de acoso sexual de Kevin Spacey, y se anuncio su salida de House of Cards (por no decir despido), todos los fans de la serie nos preocupamos por el futuro del programa, del cual estuvo cerca de ser directamente cancelado. Por esto, el reto del equipo detrás de la serie era grande: continuar sin el actor que daba vida al protagonista sobre el que giraba la serie, y al mismo tiempo darle un final digno a la trama de los Underwood. Y debo decir que, pese a algunos problemas, lograron este objetivo.

Antes de continuar, aunque considero que no doy ningún detalle importante de la trama, puede que haya partes del articulo que algunos consideren spoiler, por lo que están advertidos si todavía no han visto la serie.

Detrás de la larga sombra de Frank Underwood

Una de las primeras cosas que se nos deja en claro es el destino de Frank Underwood: ha muerto (algo que ya se nos había explicado en trailers y entrevistas antes del estreno), en circunstancia que se deja como misteriosas casi toda la serie. Pero el que ya no este Frank, no es igual que su larga sombra no siga vigente. Una constante a lo largo de la temporada, y que sera el tema principal de su trama, sera precisamente la lucha de Claire Underwood, la ahora Presidenta, y la antigua mano derecha de Frank, Doug Stamper (interpretado por Michael Kelly) con el legado de Frank. La primera, buscando crear su propio destino apartada de su esposo, y el segundo, manteniendo su lealtad, prácticamente obsesiva, «protegiendo» el legado de Frank.

Aun cuando no vemos el rostro o grabaciones de Frank, no hay ningún momento en que no sintamos los restos de su obra, y es interesante ver los caminos tan opuestos que los dos claros protagonistas de esta temporada han tomado para enfrentar este legado. Una rechazándolo con todas sus fuerzas y dispuesta a construir su poder sobre las cenizas de Frank Underwood, y el otro protegiendo de forma fanática, casi irracional, su legado e imagen. Y son estos momentos, donde se enfrentan estos objetivos tan diferentes, donde mas brilla la trama de esta temporada.

Pero esta lucha contra la sombra de Frank Underwood, aunque es lo mas importante de la temporada, no es lo único que enfrentamos. Tambien esta la lucha de poder entre Claire Underwood y los Shepherd, una pareja dueña de empresas de armas, seguridad, petroleo, medios de comunicación, etc, en lo que yo denomino el «Conglomerado de todo lo malo S.A», que se volvieron aliados de Frank (entre la quinta y sexta temporada), y que buscan controlar a Claire y su presidencia en las sombras.

House of Cards, ademas de mantener las luchas de poder entre los personajes, continua con su tendencia de agarrar elementos de la vida real para su trama, representando los Shepherd esta imagen de millonarios de ideas conservadoras y a las grandes corporaciones, que buscan gobernar en las sombras, mediante lobbies, grupos de presión y medios ilegales, al gobierno, para defender sus ideas e interés. Incluso vemos representados versiones ficticias de elementos de la vida real, por ejemplo, medios de comunicación de extrema derecha como Breitbart News (aquí llamado Beltway Television), o escándalos como el de Cambridge Analytica.

Pero aunque se le trata de dar importancia a esta lucha de poder, en especial en la primera mitad de la temporada, la realidad es que se siente algo exagerado y forzado (¿acaso no hay mas ricos millonarios que quieran influir en el gobierno de los EE.UU.?), y con el avanzar de la trama, va perdiendo relevancia ante el enfrentamiento de Claire y Doug y el legado de Frank Underwood, siendo esto el verdadero centro de la trama en su segunda mitad.

Dado que la 5ta temporada auguraba que Frank Underwood abandono la Presidencia para hacerse precisamente de un lugar en ese mundo de millonarios que secretamente controlaban a EE.UU. en las sombras, y a que se enfrentaría con su esposa, ahora Presidenta, por el poder, me atrevería a decir que esta parte de la trama, los Shepherd, sus empresas y basicamente esta lucha del poder económico buscando controlar al gobierno, y los conflictos que esto genera con Claire, son la adaptación de la trama original de la temporada antes del despido de Kevin Spacey de la serie, y que al tener que reescribirla luego de su salida, salio muy mal parada, perdiendo la relevancia que la quinta temporada había prometido. Y es que, paso de ser un arma central en el arsenal de Frank Underwood para luchar por el control del poder con su esposa, a un elemento aislado que quedo huérfano del «villano» que lo usaba.

«Ahora es mi turno»

Robin Wright nos brinda una actuación como Claire Underwood brillante, que logra llenar exitosamente el vació que deja el personaje de Kevin Spacey. Foto de House of Cards (2018).

El otro gran elemento de esta temporada es el rol de Claire Underwood. Si por algo destaco esta serie desde su comienzo fue por su protagonista, Frank Underwood. Su carisma, sus planes, la maldad inherente en sus métodos, fue lo que le dio vida a esta serie. Por eso, la caída en desgracia de Kevin Spacey, quien fue directamente despedido al comenzar el escándalo de abuso sexual que le rodea, llevo a que Robin Wright, la actriz que desde el comienzo le dio vida a Claire Underwood (y que, después de Frank Underwood, es el mejor personaje de la serie), tuviera que reemplazarlo en el rol protagónico.

Y aunque estos eran zapatos muy grandes para llenar, hay que decir que Robin Wright hace un excelente papel. Claire Underwood logra ser, por su cuenta, tan maquiavélica, planificadora y cruel como lo fue su esposo, y no muestra dudas en hacer lo que sea para mantener el poder que ahora posee, y que se niega a soltar. Logra que desde el primer momento no sintamos el vació que deja la muerte de Frank Underwood en la trama, haciendo que nos interesemos en su lucha con los problemas que este le heredo, y en su deseo de no ser dominada, ni controlada, por nadie mas.

Si hay que destacar algo malo, seria que la trama con los Shepherd, en especial con Annette Shepherd, amiga de la infancia de Claire, se siente poco y mal explotado, y en la segunda mitad de la temporada pierde algo de relevancia, por lo que esa actuación tan buena de Robin Wright en esos momentos, se diluye ante una trama que en los episodios finales le resta importancia. 

Ademas, algo que da lastima es que no fuese mostrado las políticas concretas de Claire Underwood como la primera Presidenta de los Estados Unidos. Y es que, mas alla de indicar que ella es una feminista total, al punto de conformar un gabinete solo con mujeres (en lo que considero de los mejores momentos de la temporada), realmente no vemos mucho sus ideas o políticas, mas alla de un par de momentos. Toda la trama se centra en sus luchas contra los Shepherd y Doug Stamper, y deja poco para cualquier otro tema. Pero siendo justo, esto es algo que ya se observaba en el resto del programa, que realmente jamas le dio mucha importancia a las políticas e ideas de los Underwood en el gobierno, y en las pocas veces que lo hizo, siempre fue como un elemento mas en sus luchas de poder.

Un final agridulce

Pese a sus defectos, la sexta temporada cumple en ofrecernos una historia que mantenga el interés y la calidad, pero repentinamente falla al darnos un final abrupto. Foto de House of Cards (2018). 

Pese a las criticas que he dicho anteriormente, mi filosofía con cualquier historia es que esta es buena siempre que, si al momento de verla, esta logra que ignoremos cualquier falla de logica y disfrutemos sin quejarnos o sentirnos incómodos de su trama, y esto es algo que los primeros 6 a 7 episodios de la temporada logran en su gran mayoria. No son lo mejor de House of Cards, que definitivamente ha tenido mejores momentos (creo que nada ha superado el día que Frank Underwood se volvió Presidente) pero dado los problemas que tuvieron con la salida de Kevin Spacey, sorprende la calidad que lograron alcanzar en esta temporada final. 

Pese a esto, quien si no cumplió esta filosofía fue el que debía ser el mas importante de todos los episodios, no solo de la temporada, sino de la serie: el capitulo final de House of Cards.

No planeo dar ningún spoiler que detalle el final de la serie, pero si diré que el mismo no fue nada satisfactorio, ya que deja mas puertas abiertas que cerradas en la trama. No es tanto que los personajes no tuvieran el final que yo creo que se merecían (ya que puedo vivir con que no cumplan mis expectativas), sino que el final parece mas un Cliffhanger de final de temporada, que te deja con ganas de ver la siguiente temporada el año próximo, que el final de una serie que debía concluir las historias de los distintos personajes. Peor aun, esta misma falta de un cierre real resalta el hecho de que el episodio se siente apresurado, como si no le alcance el tiempo y no tuvieran de otra que terminar como fuese y donde estuviese.

Eso si, si algo tengo que destacar es la evolución del personaje de Doug Stamper. La salida de Kevin Spacey y, por ende, la repentina muerte de Frank Underwood, llevo a que el personaje de Doug pasara de leal mano derecha, a un fanático obsesionado en el mito de Frank Underwood, de una forma que, aunque probablemente no era el plan original para el personaje, en ningún se siente forzado, sino mas bien como una evolución natural del mismo, algo que se percibe en toda la temporada, y que en este episodio tiene su climax que apropiado. Quien si sufre es el personaje de Claire Underwood, que con lo apurado y abrupto del final de temporada, no logra darnos una historia que sintamos como un digno final para el personaje. 

En Conclusión

La temporada final tiene un buen desarrollo (sin ser lo mejor de la serie), pero el final se siente abrupto e inconcluso. Poster de House of Cards (2018).

La mejor manera de definir el final de esta serie es que, dados los problemas que causo el despido de Kevin Spacey, la sexta y ultima temporada de House of Cards es mejor de lo esperado, lejos del desastre que fácilmente pudo haber sido. Robin Wright y Michael Kelly logran, con sus excelente actuaciones, suplir la falta de Kevin Spacey, dándonos entre los dos los mejores momentos de la temporada. Pese a esto, no es la mejor de House of Cards.

Aunque la historia de Claire y Doug enfrentando la muerte de Frank Underwood esta muy bien elaborada, y es lo mejor de la temporada final, las luchas de poder típicas de la serie se nota que sufrieron mucho por la ausencia de Kevin Spacey, perdiendo la relevancia que debieron haber tenido. Ademas, es claro que los apenas 8 episodios de la temporada, contra los 13 que tuvieron las anteriores, llevo a que el final de la serie fuese mas repentina y apresurada de lo que debió ser.  

House of Cards sera para muchos un ejemplo de una serie que, por su éxito comercial, tuvo una historia que probablemente se alargo mas de lo que debió haber tenido. Ademas, la llegada al poder de Donald Trump, junto con sus polémicas, tácticas y polarización, han llevado a que el atractivo de un personaje como Frank o Claire Underwood perdiera brillo (¿para que pagar para verlos en Netflix, si viendo gratis las noticias tenemos algo similar?). Netflix trato de darle un final digno a una de sus series estrella, y aunque la temporada logra esto en 3/4 de sus episodios, en el episodio final, que debía ser el mas importante de todos, perdió el rumbo, y no nos otorgo una historia que podamos considerar una conclusión satisfactoria. En The Digital Questioner le damos un 7 de 10 a la sexta temporada de House of Cards, pudiendo verlo en exclusiva en Netflix.

Salir de la versión móvil