La fórmula detrás del éxito de Clair Obscur: Expedition 33 [Análisis]

La fórmula detrás del éxito de Clair Obscur: Expedition 33 [Análisis]

Clair Obscur: Expedition 33 ha destacado, no por ser original, sino por mezclar exitosamente ideas de JRPG clásicos como Final Fantasy, Persona 5 o Elden Ring, para darnos.

Pueden ver la versión del análisis en video aquí

Una cosa que me encanta de la industria del videojuego es que, con bastante regularidad, surge un título que nos sorprende a todos por alguna alocada nueva idea, pero en otras, esa sorpresa ocurre por mezclar ideas vistas en otros lados que, si bien no son innovadoras por separado, si lo son juntas.

Y quizás el ejemplo más reciente de esto lo tenemos en Clair Obscur: Expedition 33 que, a grandes rasgos, mezcla muchas ideas de juegos de Square Enix, Atlus y hasta de FromSoftware, para darnos el que es uno de los JRPG con el diseño más atractivo, la historia más interesante y la jugabilidad más dinámica que haya visto en mucho tiempo.

Por esto, hoy les quiero invitar a ver mi video, donde les mostrare un juego que se siente como el heredero directo de los Final Fantasy clásicos, un juego que, junto a otros, ha demostrado que si es posible alejarse del tedio y repetición propios de los JRPG de la era de SNES y PlayStation 1, para darnos algo que sí es entretenido en todo momento, al tiempo que nos da una historia que construye de forma brillante sus sorpresas.

Historia: Una Tragedia a la francesa

En una ciudad conocida como Lumiére, existe un misterioso monolito, donde una enigmática criatura conocida como Peintresse pinta un número cada año, siendo el actual el 33, causando que todas las personas que tengan esa edad se desvanezcan en el aire, y a todos los efectos, muera, en un evento que es conocido como Gommage.

Para enfrentar este horror que reduce la esperanza de vida de forma lenta pero sin pausa, la ciudad organiza una expedición anual con quienes solo les queda un año de vida por delante, siendo la de este año la Expedición 33, para buscar una forma de acabar con este triste ciclo de muerte que les asola.

Seguiremos las aventuras de la Expedición 33, embarcandonos en una misión aparentemente suicida, explorando un bello continente desolado por las constantes luchas, para descubrir el origen de la Peintres y el porqué de su maldición, en una trama que explorara la pérdida, el duelo y el continuar el legado de quienes nos precedieron. 

En una era donde las grandes corporaciones apuestan a títulos de alto presupuesto y equipos masivos, Clair Obscur: Expedition 33 es una historia de ir a contracorriente, no solo por contar con un presupuesto modesto y un equipo (permanente) de 30 personas, sino por ser un RPG por turnos, en una era donde el enfoque parece centrado en la acción. 

Pero más sorprendente es la historia de la mente detrás del juego, Guillaume Broche, ya que no hablamos de un novato en los videojuego, sino de alguien que trabajó durante años en Ubisoft, habiendo participado en títulos como Ghost Recon Breakpoint o The Division 2. 

Pero lejos de ser un juego repleto de misiones de relleno repetitivas, pases de temporada, microtransacciones, DLC que agregan más relleno, precios de $100 dolares o mas, en varios paquetes que requiere una tabla de Excel para saber qué ofrece cada uno (te veo a ti Assassin’s Creed), Expedición 33 es la antítesis de lo que es actualmente el juego Ubisoft promedio: un título que se puede acabar completo en 40 horas, que sale a un precio de $50 (y en Game Pass en su lanzamiento), y que no tiene microtransacciones.

Pero quizás más importante, es un juego que denota el enorme cariño de Guillaume Broche y del estudio que ayudó a fundar, Sandfall Interactive, por una de las sagas más queridas del JRPG: Final Fantasy, en concreto, los juegos clásicos por turnos que Square Enix creaba antes del giro a la acción de la saga.

Esta inspiración en Final Fantasy, pero enfocada en darle un giro más divertido y dinámico a su jugabilidad, nos ha dado el que es uno de los mejores juegos de rol japoneses que he jugado nunca, algo curioso, porque hablamos de un juego 100% francés, tanto en ambientación como en su equipo de desarrollo. 

Y aunque la jugabilidad es una parte clave del éxito del juego (que ha logrado vender 3,3 millones de copias en sus primeros 33 días), primero me centraré en su historia que es, con diferencia, una de las mejores que haya visto en esta clase de juegos, ya que detrás de la tradicional historia de héroes salvando al mundo de un terrible mal, yace una trama que sabe usar las convenciones que asociamos a Final Fantasy para sorprendernos.

Lo primero que impresiona de Expedición 33 es su diseño. Y es que, cuando vemos juegos inspirados en la Europa del siglo XIX o inicios del XX, lo que tiende a dominar es una inspiración en el Londres victoriano, como Bloodborne, Dishonored, The Order: 1886 o Vampyr, mundos oscuros con una estética gótica, una moralidad conservadora que idealiza el pasado, un aprecio al orden y al deber, y unas sociedades enfrentadas ante los avances científicos e industriales, siendo esto una visión tan dominante en la industria del videojuego, que incluso Sandfall Interactive lo considero en las etapas iniciales del desarrollo de Expedición 33.  

Pero rápidamente abandonaron la idea de una Londres victoriana, y buscaron inspirarse en la París de la belle époque, que es un periodo comprendido entre el final de la Guerra Franco-Prusiana de 1871, y el inicio de la Primera Guerra Mundial, siendo diametralmente opuesto a la visión victoriana que otros juegos ofrecen. 

La Belle Epoque, gracias a los grandes avances y relativa paz de Europa en este periodo, ofrecía una visión optimista y brillante del futuro, donde la libertad individual, la innovación y el hedonismo eran lo más valorado.

Aderezado con algunas influencias en el art deco, la belle époque le da una apariencia única a Expedición 33, algo que se ve reforzado por el énfasis que tiene el juego en las obras de arte, y no solo por usar términos como Peintresse (La Pintora en francés), Pictos (que proviene de Pictogramas) o Gommage (que en el contexto del juego, puede traducirse como “borrado”), sino por como luce el juego en sí, que recuerda constantemente a una pintura.

Pero lo mejor es que, en vez de limitarse a una visión optimista del mundo, Expedición 33 usa todo esto para marcar el gran contraste del juego: el cómo este bello mundo de grandes paisajes y edificios majestuosos, choca de frente con la tragedia anual que es el Gommage, el mundo destruido por el desastre que dio origen a este evento y las criaturas que la asolan, y el como la constante pérdida de seres queridos hace difícil seguir luchando por un futuro, donde la esperanza de que mejoren las cosas choca de frente con un presente cada vez más sombrío, siendo todo un claroscuro de sentimientos que da nombre al juego.

Y en esto se une unos de los conceptos más fascinantes (que puedo decir sin dar spoilers) que tiene la trama de Expedición 33: el legado. 

A lo largo del juego, se hace  mucho énfasis en que nuestros personajes no son especiales o los elegidos por la providencia, sino los herederos del esfuerzo colectivo de muchas expediciones pasadas, de personas que sacrificaron sus vidas para allanar el camino a las futuras generaciones, confiando en que, algún día, alguien lograría vencer a la Peintresse, siendo constante la idea de honrar ese legado, y en el peor de los casos, heredarlo a alguien más en caso de fallar. 

Pero naturalmente, esto no es lo único que me encanto de la historia, pero dado que seguir hablando implica caer en spoilers de esta trama dividida en 3 actos, les advierto que a partir de aquí hablaré de grandes eventos que suceden en la trama, por lo que si no quieres arruinarte la sorpresa, puedes adelantar el video al tiempo que aparecerá en pantalla. 

Hecho esta advertencia, lo que realmente me encanto de Expedición 33 es que sabe construir sus giros argumentales con mucha maestría, siendo el primero (pero no el más importante), cuando vemos el trato que le dan a Gustave.

En principio, Expedición 33 no tiene un protagonista como tal, ya que todos los miembros del grupo son importantes para entender la historia. Pese a esto, Gustave no solo es el primer personaje que conocemos de la aventura, sino a quien controlamos en los primeros compases de la trama, y es desde su punto de vista que vemos la mayoría de las cinemáticas del Acto 1, y a quien controlamos obligatoriamente en los campamentos, por lo que el juego busca activamente que lo veamos como el personaje principal de la aventura.

Por esto, su muerte a manos de Renoir al final del Acto 1 es un giro que no se ve venir, porque no te imaginas que, a casi 10 horas de partida, el juego vaya a cambiar de personaje protagónico de esa forma, o que todo lo que vivimos con él hasta ese punto sea solo para darle una motivación a quien realmente es el personaje que hará avanzar la historia: Maelle.

Es a partir de este punto que vemos cuál es el verdadero eje central de la aventura: el duelo por la muerte de un ser querido, y las muy variadas formas que tiene cada persona en lidiar ante este sentimiento, una idea que es central en el verdadero giro argumental del juego.

Mi impresión es que los desarrolladores de Expedición 33 sabían que las comparaciones con la saga Final Fantasy serían obvias e inmediatas, por lo que la historia se presenta como una clásica trama de la saga de Square Enix: los héroes en una lucha contra un gran mal para salvar el mundo, en una historia que les llevará a enfrentar su destino.

Y durante todo el primer acto, Expedición 33 se siente como esa clase de aventura: Gustave, Maelle, Lune y Sciel buscando cómo acabar con la Peintresse y sus monstruos que amenazan a los ciudadanos de Lumiére, solo para terminar descubriendo una horrible verdad, que revela que Expedicion 33 es mucho más complicada y cruel.

Lumiére, y este mundo en general, no es más que una pintura creada por Verso, un artista de la familia Dessendre que, al fallecer al salvar a su hermana menor en un terrible incendio, dejó a toda su familia sumida en pena.

Expedición 33 no es una historia sobre salvar al mundo a lo Final Fantasy, es la historia de una familia destrozada por la perdida, donde cada miembro busca lidiar con el dolor a su forma, desde negar la horrible realidad, buscar el control a costa de los demás, aislarse en el trabajo para ignorar el dolor, o sumirse en la culpa, llevando a una horrible pelea, que convertirá a todo Lumière en simple daño colateral.

Todo esto nos brinda el que quizás sea una de las mayores diferencias con respecto a la trama clásica de Final Fantasy: que Expedicion 33 no tiene realmente un malévolo villano que quiere destruir el mundo a lo Sephirot, sino antagonistas, unos que realmente no son malos, solo tienen opiniones diferentes de cómo lidiar con el duelo, no habiendo realmente una respuesta definitiva sobre quién tiene la razón.

Al final, corresponde a cada uno elegir que es más importante: la hermosa mentira que representa el mundo de Lumiére, o enfrentar la triste realidad del duelo y la pérdida, ambos con respuestas agridulces. Lo que es seguro es que, en el camino a responder esa pregunta, Expedición 33 nos brindó una de las historias más memorables que he visto en un JRPG desde que viera la de Final Fantasy XV hace casi 10 años, y que apenas ha dado inicio a un mundo, el de Clair Obscur, que estoy seguro dará de qué hablar en el futuro. 

Jugabilidad: Como Final Fantasy, pero más dinámico

Puede que la historia de Clair Obscur: Expedition 33 sea brillante, pero esto está lejos de ser su única fortaleza, ya que su jugabilidad es una de las más entretenidas que haya visto en un JRPG, y para entender el porqué de esto, debemos recordar las debilidades históricas de este género: ser lentos, repetitivos y frustrantes.

Y es que, a pesar de que los JRPG nos dieron grandes juegos con batallas por turnos, como Final Fantasy VII, Chrono Trigger o Dragon Quest, es innegable que, en sus versiones originales, también son juegos que tienden a la repetición, donde hay que pelear las mismas batallas infinidad de veces durante horas para subir de nivel, o aguantar que cada 3 pasos haya un combate aleatorio que frena tu avance, causando que, para cualquiera que haya nacido después del 2000, sean simplemente desesperantes. 

Por esto, desde hace muchos años, todas las empresas han buscado la forma de hacer los combates por turnos más dinámicos, ágiles y entretenidos. Del lado de Square Enix, esto implicó hacer cada vez más sencillo y directo el combate, como en Final Fantasy XIII, hasta directamente eliminarlo al completo como en Final Fantasy XVI. Otros, en cambio, buscaron cómo crear una jugabilidad más divertida, sin perder la esencia del combate por turno, siendo el mejor ejemplo (hasta ahora) ATLUS, que crearon títulos genuinamente divertidos con Persona 5 y Metaphor: ReFantazio.

Y a esta filosofía se unió el equipo de Sandfall Interactive que, más que reinventar la rueda, se limitó a agarrar la idea central de la jugabilidad de Final Fantasy, y lo mezclo con el dinamismo del combate por turnos de ATLUS, y la dificultad de juegos como Elden Ring, para darnos una idea de lo que pudo ser la saga de Square Enix si se hubieran mantenido fieles a las raíces de Final Fantasy. 

Y donde más se nota la inspiración de Expedición 33 es en cómo se organiza su mundo y progresa en su historia. 

El juego cuenta con dos clases de mapas: los escenarios más lineales, y un mapamundi a explorar con relativa libertad.

Sobre el primero, aunque tienen algunos lugares que podremos explorar para descubrir diversos secretos, en general, son mapas lineales que consiste ir del punto A al B, y aunque en momentos puntuales se puede echar de falta un mini mapa o una señal que indique claramente a donde ir, la mayor parte del tiempo esto no será un problema, ya que eventualmente terminas encontrando el camino correcto para avanzar.

Pero dónde está lo más interesante es en el segundo, ya que recupera un concepto que la búsqueda de mayor potencia gráfica de Square Enix eliminó en Final Fantasy: el mapamundi, que es un enorme mapa que parece una miniatura, que nos permitirá recorrer el continente para llegar a los distintos escenarios del juego, desde los que te permiten avanzar en la trama principal, algunas misiones secundarias, o encontrar lugares secretos. 

Este mapa me encanto, no solo por el simpático diseño, sino porque es toda una declaración de intenciones. Y es que, al renunciar a este elemento, Final Fantasy trato por todos los medios de encontrar un reemplazo a este minimapa, algo que solo lograron con Final Fantasy VII Rebirth.

En cambio, Expedición 33 demostró que sí se puede usar este minimapa, y aun así tener un juego con un diseño e historia de primer nivel, un ejemplo de que, a veces, si no está roto, no lo  arregles.

Y en esta línea de recuperar ideas del pasado, Expedición 33 hace algo muy Final Fantasy, como lo es plagar su minimapa con muchos escenarios secundarios, que no solo nos dan varias misiones extras que expanden el mundo del juego, sino jefes secretos muy difíciles de derrotar, como especialmente varios minijuegos.

Esto último me encantó, porque me recordó a los varios minijuegos que tenían títulos como Final Fantasy VII, habiendo uno que es devolver las bombas que te arrojan, escalar una torre de objetos hasta la cima (como en Only Up), o un juego de carreras contrarreloj, siendo todos títulos en el punto medio perfecto entre ser suficientemente difíciles para ser un reto disfrutable, pero no tanto para que no logres dominarlo al poco rato que estés jugando. 

Pero si hay un elemento que podemos considerar el más importante de todo Expedición 33, es sin lugar a dudas el sistema de combate, ya que aquí es donde está todo el esfuerzo en evitar lo repetitivo que puede ser un JRPG clásico.

El primer detalle que denota esto es que podemos ver a los enemigos en todo momento, tanto en los escenarios como en el mapamundi, renegando al completo de los combates aleatorios típicos de los JRPG clásicos. Además, a lo largo del título se agregan varios elementos propios de los juegos de FromSoftware, como Dark Souls o Elden Ring, siendo el primero que, al llegar a unas banderas repartidas en los escenarios, podremos descansar, momento en que todos los enemigos que hayamos vencido en el escenario de turno se regeneren, y podremos combatir nuevamente contra ellos. 

Durante los combates, podremos manejar hasta 3 personajes activos de nuestro grupo, mientras que el resto permanecerá en reserva, por lo que si tu grupo principal es eliminado, todavía tendrás un grupo listo para seguir combatiendo, y tener así una segunda oportunidad para ganar.

Además, cada personaje tiene su particularidad que permite potenciar sus ataques, o habilidades que, usadas correctamente, permiten potenciar los ataques de otros personajes.

Esto causa que sea muy fácil que juegues solo con los mismos personajes, no solo por ser tus favoritos, sino por ser a quienes domines con facilidad y armes la mejor estrategia, y aunque jugar así es posible, es recomendable que no descuides al resto de la plantilla. Y es que, en los combates más difíciles, es posible que sea tu reserva la que evite tu absoluta derrota, por lo que debes tenerlos mínimamente equipados para pelear. 

Pero esto no es tan difícil como suena ya que, aunque tus personajes activos son los que ganan más experiencia y suben de nivel mas rapido, los que están en reserva también ganan algo aunque no estén activos, por lo que en el peor escenario, su nivel no estará tan alejado con respecto a los personajes que si uses.

Entrando en el combate en sí, es donde más elementos de Atlus podemos encontrar, ya que a pesar de ser un juego por turnos, Expedición 33 tiene varios elementos que te permiten atacar varias veces seguidas 

En un solo turno puedes realizar ataques a distancia y usar alguna de las hasta 6 habilidades equipadas por personajes (que puedes configurar fuera del combate), cada uno consumiendo uno o más Puntos de Acción o PA que se regeneran al inicio de cada turno. El único movimiento que puedes realizar que no consume PA es el ataque básico.

Y a partir de cierto punto de la historia, se desbloquea el llamado “Ataque Gradiente”, que viene a ser los ataques especiales de cada personaje, y que te permite usar alguna de las 3 habilidades disponibles sin consumir tu turno. Y para poder usarlos, tienes que consumir entre 1 a 3 barras de energía de gradiente, dependiendo de la habilidad que uses, una barra que solo se carga a medida que consumes PA usando tus otras habilidades.

El juego invita a hacer un uso inteligente de los PA para poder atacar varias veces en un solo turno, mas si tienes la energía gradiente necesaria para un ataque gradiente, por lo que si eres hábil, en un solo turno de un solo personaje, puedes causar un daño devastador, puede que incluso acabar directamente con el enemigo sin darle oportunidad de luchar. 

Pero lo que más ha llamado la atención de Expedición 33 ha sido otro elemento que usaron de los títulos de FromSoftware: sus mecánicas de evasión, bloqueo y contraataque.

Cuando es el turno del enemigo y este te ataca, el juego te da la oportunidad de esquivar, saltar o bloquear el ataque, y si haces este último exitosamente, tu personaje contraataca de forma automática, uno que aumenta su potencia si bloqueaste un ataque de gradiente del enemigo.

Esto no solo te brinda la oportunidad de disminuir o anular el daño del enemigo en cada turno, sino de devolverle el golpe, por lo que si tienes la habilidad, puedes terminar teniendo combates donde, entre tus ataques, bloqueos y contraataques, puedes acabar con tu enemigos sin recibir ningún daño. 

Eso sí, no es tan sencillo como suena, porque hay enemigos que pueden realizar varios ataques por turno, por lo que deberás bloquear todos ellos si quieres contraatacar, y si fallas uno solo, pierdes esa oportunidad, algo que empeora al haber enemigos con distintos patrones de ataque, que te obligan a bloquear un ataque normal, saltar y bloquear un ataque de gradiente en el mismo turno, algo que convierte a los enemigos mas dificiles del juego en un verdadero reto, ya que no bloquear bien sus ataques, puede suponer la diferencia entre la victoria y la derrota. 

A esto se suma un elemento que viene directo de Final Fantasy XIII: la barra de aturdimiento, una que se va llenando con cada ataque, y que al completarse,  impide al personaje en cuestión actuar en su turno, permitiendo además que los ataques que reciba le causen todavía más daño. Pero aviso, esto no afecta solo a los enemigos, sino a tus personajes. 

En otros temas, la historia principal tiene una buena variedad de enemigos, y siempre estarás descubriendo alguno nuevo, cada uno con sus particularidades, tanto en habilidades como en patrones de ataque, siendo esto último lo más importante, ya que aprenderlos te permite bloquearlos correctamente para causarles más daño.

Expedición 33 es, en resumen, una curiosa mezcla del combate por turnos de Final Fantasy, el dinamismo de Atlus, y la dificultad de FromSoftware, dándonos uno de los sistemas de combate por turno más divertidos que haya visto nunca, un juego que logra a la perfección no caer en el tedio propio de los JRPG clásicos.

Pero el combate no sería nada sin el otro gran elemento del juego, su árbol de habilidades. Comenzando con lo más básico, cada vez que subes de nivel, obtienes 3 puntos que puedes usar para mejorar la vitalidad, fuerza, agilidad, defensa o suerte, así como 1 punto que puedes usar para desbloquear las distintas habilidades, aunque a medida que avances en el árbol de cada personaje, te costará cada vez más puntos desbloquearlos, por lo que deberás elegir con cuidado que habilidad desbloquearás.

Lo bueno es que el juego tiene un objeto llamado “retoque” (más referencias a las pinturas, por cierto), que te permite reiniciar el árbol de habilidades y estadísticas, y repartir nuevamente los puntos. Y aunque estos retoques no son infinitos, si hay bastantes, por lo que podrás cambiar las habilidades y estadísticas de tus personajes sin muchos problemas.

Pero los elementos más importantes para mejorar a tus personajes son los Pictos y Luminas. Los primeros son unos objetos que puedes equipar, hasta un máximo de 3 por cada personaje, que además de otorgar estadísticas pasivas, otorgan ventajas activas en el combate, conocida como Luminas, que pueden hacer cosas como aumentar el daño que ocasionas, generar mas energia gradiente o PA por turno, entre muchos otros efectos. 

Pero lo mejor es que, si combates 4 veces usando estos Pictos, todos tus personajes “aprenderán” a usar la Lumina, momento en que todos podrán usarlo aunque no usen el Picto, por lo que aunque no tengan la mejora en estadística que otorga el Picto, si recibirán su ventaja activa. 

Cada personaje tiene una cantidad determinada de Puntos Luminas, y cada Lumina cuesta una cantidad determinada de puntos, por lo que deberás elegir que equipar y que no. Lo bueno es que este límite por personaje aumenta, tanto al subir de nivel, como al usar un objeto llamado “color lumina”, que obtienes al combatir o comprarlo a los mercaderes, por lo que con el paso de las horas, podrás equipar mas y mas Luminas en tus personajes.

Pero la estrategia no se limita aquí. También tienes una amplia variedad de armas por personaje, cada uno capaz de otorgar diversas ventajas al momento de combatir. Las armas tienen varios niveles, que puedes mejorar con diversos materiales que encuentras al jugar, hasta un máximo de 33 (un número que verán mucho en este juego), que no solo aumentan el daño que el arma es capaz de ocasionar, sino que al llegar a los niveles 4, 10 y 20 de cada arma, desbloqueas diversas ventajas activas que pueden potenciar a tus personajes en el combate.

Mi recomendación es que, una vez encuentres el arma con las ventajas que mejor se acomoden a la estrategia que tengas con cada personaje, te centres solo en ella, ya que los materiales para subir de nivel no son infinitos, y deberás usarlos para mejorar las armas de todos tus personajes.

Aquí es donde está la parte más estratégica de todo Expedición 33, ya que una combinación adecuada de Pictos, Luminas y armas puede potenciar a tal punto a tus personajes, que pueden llegar a ser máquinas imparables capaces de vencer a sus enemigos de un solo golpe, por lo que preparar bien a tus personajes, será una parte vital de cualquiera que quiera explotar el juego al máximo.

Como detalle, el juego tiene un Campamento, al que podrás ir en cualquier momento desde el mapamundi. En este lugar, no solo podrás descansar, sino que podrás conversar con los personajes, no solo para conocerlos más y expandir su historia, sino para mejorar tu amistad con ellos (algo importante, ya que otorgan habilidades extra si los desarrollas al máximo). Además, aunque desbloquear habilidades y mejorar estadísticas lo puedes hacer en cualquiera de las banderas repartidas en el mapa, solo en el campamento podrás mejorar tus armas y mejorar tus puntos Luminas. Por lo tanto, visitar con regularidad el campamento es vital.

Sobre la dificultad, Expedición 33 tiene 3 opciones: modo historia, normal y difícil, pudiendo ajustarlo en cualquier momento, algo que agradezco, porque esto te da la oportunidad de hacer tan accesible o difícil el juego como así lo desees, algo muy útil en los momentos más difíciles de Expedición 33. 

Sobre el sistema de guardado, solo digamos que tiene sus particularidades. Expedición 33 tiene constantes puntos automáticos de guardado, por lo que está lejos de lo frustrante que puede ser un soulslike en este sentido. Pero el juego no ofrece un punto de guardado manual, solo guarda automáticamente los últimos 3 puntos de guardado y ya, por lo que no podrás guardar a tu gusto algún momento en concreto, en caso de que quieras regresar y hacer algo diferente.

Clair Obscur: Expedition 33 termina con una jugabilidad que me asombro, siendo un juego que es fiel a la esencia de lo que era un Final Fantasy clásico por turnos, pero sin nada del tedio o repetición propia de los JRPG de SNES o PlayStation 1, siendo más bien todo lo contrario, un juego extremadamente divertido, gracias a un sistema de bloqueo que te mantendrá al filo del asiento, luchando arduamente por evitar todo el daño del enemigo que sea posible. Y con solo 40 horas de duración para acabar su trama principal, tiene bastante horas de diversión aseguradas, sin llegar a los excesos de otros juegos RPG, más con el endgame que te permite seguir explorando el juego una vez acabes la historia, y el new game plus que te permite revivir la trama, con mucho de lo que hayas desbloqueado en tu aventura. 

Gráficos: Toda una obra de arte

Ahora que toca hablar del apartado visual (y en este caso, el musical) de Expedición 33, siento que es innegable que estamos ante unas de esas ocasiones en que este tema cobra especial relevancia, ya que el juego no se limita a lo típico, tener gráficos propios de 2025 y nada más, sino en ser una prueba viva de que un buen diseño, en ocasiones, es más importante que gráficos punteros.  

La base sobre la que se construye Clair Obscur: Expedition 33 es el ya famoso Unreal Engine 5, por lo que tenemos una calidad gráfica garantizada, y curiosamente, un rendimiento bastante bueno. 

A diferencia de lo que me pasó cuando jugué Silent Hill 2 Remake, el último juego que usará este motor gráfico que jugué, Expedición 33 funciona a una tasa de cuadros por segundo bastante estable, sin ningún problema relevante cuando jugué la historia principal, aunque una vez acabe la campaña, y me quede jugando para desbloquear otras cosas, por alguna razón, al abrir el juego, y marcar continuar en el menú principal, el título se paralizaba y no iniciaba la partida, obligándome a cerrar el juego para volverlo a abrir. Al final, no sé si logré hacer algo correctamente, o recibí un parche, pero eventualmente el problema desapareció. 

Como detalle, para este video, todo el material grabado proviene de la versión de PC Game Pass del juego, corriendo en una Nvidia Geforce 4060.

Pero el rendimiento no es lo único bueno, ya que visualmente el juego me encanto. Y es que, al jugar muchos títulos con Unreal Engine, hay cierta estética propia del motor gráfico y sus assets predeterminados que uno, como jugador, termina identificando y reconociendo de inmediato. Y aunque Expedición 33 no es la excepción, siento que lo mitiga muy bien con su excelente diseño, que además de imitar la idea de una pintura, es una que no busca un fotorealismo total en todo momento.

Pero donde más se nota el diseño es en los menús, que son los más vistosos que haya visto en un juego desde los de Persona 5 Royal, siendo especialmente buenos los de los combates, aunque puede volverse algo confuso el de seleccionar pictos y luminas cuando ya tienes varios desbloqueados. 

Además, en los combates, a pesar de lo vistoso que es todo, a veces hay problemas con los ángulos de la cámara, donde la posición de esta y tus personajes puede obstruir tu vista de las opciones del menú.

Pero lo que quizás sea una de mis partes favoritas de todo el juego, es el apartado musical.

La banda sonora fue compuesta por Lorien Testard, y si no les suena este nombre es porque, por asombroso que parezca, esta es virtualmente su primera banda sonora, siendo hasta ahora un artista desconocido que los desarrolladores encontraron al escuchar su portafolio en SoundCloud.

No soy un experto en música, así que no daré una charla académica sobre la misma, pero sí diré que la banda sonora, que recuerda mucho a la tipica musica clasica de Europa, tiene un muy marcado estilo francés, que transmite de forma magistral el impacto y emoción de lo que vemos en el juego, desde los momentos más dolorosos o dramáticos, hasta la intensidad y emoción de los combates.

Tal es la calidad de la música de Expedición 33, que ya lo tengo junto a la de Final Fantasy VII, Final Fantasy XV y el God of War de 2018 como una de las mejores que haya escuchado jamás, con una calidad tal, que el juego entero vale la pena solo por el placer de escuchar su música.

A esto se une un doblaje de primer nivel, aunque tiene sus matices. Y es que, aunque el cast incluye a actores de la talla de Charlie Cox (conocido como Daredevil en Marvel), Jennifer English (a quien recordarán como Shadowheart en Baldur’s Gate 3) o el gran Andy Serkis (quien dio vida a Gollum en El Señor de los Anillos), esta es una de esas veces donde el juego entero te pide a gritos jugarlo en su idioma “original”, que en este caso es el francés, dandonos unas actuaciones de gran calidad en ambos casos. Pero independientemente de lo que elijas, el juego incluye texto y subtítulos en español, pudiendo modificarlo en el propio menú del juego. 

Conclusión

Clair Obscur: Expedition 33 se ha convertido en una de las grandes sorpresas de 2025, otro ejemplo más de cómo la industria del videojuego todavía es capaz de sorprendernos, con propuestas que literalmente parecen sacadas de la nada.

Y esto es posible porque la opera prima de Sandfall Interactive nos sorprendio en todos los apartados, ofreciendonos una historia sorprendente, que usa las convenciones propias de los JRPG para ofrecernos una trama que sabrá impactar a todos los jugadores, un combate por turnos dinámico, que logra evitar caer en el tedio propio de los juegos por turnos, y unos gráficos sorprendentes, más gracias a su estilizado diseño que a unos gráficos punteros. Y a todo esto se une una banda sonora, que se ha ganado su lugar como una de las mejores que haya escuchado en cualquier videojuego en los últimos años.

En resumen, Expedición 33 es un juego que no ha reinventado la rueda, sino que se limitó a agarrar varias ideas ya probadas en otros juegos, y los unió de forma exitosa, para crear un título que respira genuino cariño por los juegos de rol por turno, que sabe cómo ser fiel a la esencia de esta clase de juegos, pero reconoce sus limitaciones, logrando darles la vuelta, para demostrar que estos juegos pueden ser entretenidos en lo jugable, y realmente emotivos en lo narrativo. 

Si eres un fan de los juegos de rol por turno, Clair Obscur: Expedition 33 es un juego obligado, y en caso contrario, este es un gran juego para entrar en el mundo de los RPG por turno.

Sin más nada que decir, muchas gracias por ver el video. Si te gusto, te invito a que visites mi canal donde analizo juegos, películas y series, así como a dejar tu comentario, ya que me gustaría mucho saber tu opinión de este tema. Agradeciendo todo tu apoyo, te deseo un buen día, hasta pronto.