J. J. Abrams nos trajo el final de la saga con Star Wars: The Rise of Skywalker, con un resultado que no dejará indiferente a nadie.
Cuando en 2017 se anunció que J. J. Abrams regresaría para dirigir el final de la nueva trilogía de Star Wars, luego de la renuncia de Colin Trevorrow, asumió un trabajo nada sencillo. No solo tenía en Star Wars: The Rise of Skywalker (El Ascenso de Skywalker en español) darle un final adecuado a una trilogía de secuelas que evidentemente no contó con una buena planificación, sino que además tenía que darle un final a una saga que ya contaba con 8 películas, todo a la vez que le daba al gran público una película entretenida y a los fans más acérrimos de Star Wars una historia fiel al canon (luego de las duras criticas que recibio The Last Jedi). Una tarea titánica a la hora de concluir la saga de los Skywalker, y que sin duda se refleja en el resultado final. Con todo esto en mente, ¿logró Abrams un final digno de la obra creada por George Lucas?
Antes de continuar, aviso que este análisis contendrá algunos spoilers de la película, por lo que recomiendo verla antes de continuar leyendo.
Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana…
Comencemos primero con lo bueno. Star Wars: The Rise of Skywalker nos ofrece una película con una premisa base muy interesante, que sabe darle un final adecuado tanto a la saga en general como a la actual trilogía en particular.
El regreso del Emperador Palpatine (o Darth Sidious) interpretado por su actor original, Ian McDiarmid, aunque no algo breve para mi gusto, es de los mejores momentos de la película. Se logra transmitir el nivel de maldad y obsesión por el poder (tanto sobre la Galaxia como sobre el lado oscuro de la fuerza) que caracteriza a este personaje, el cómo esto lo ha vuelto, en sentido figurado y literal, en un completo monstruo decrépito, y para quienes seguimos el canon completo de Star Wars, nos lo confirma como el gran villano que ha manipulado tras bambalinas todos los grandes acontecimientos de la saga.
El regreso de Carrie Fisher como la General Leia Organa es sumamente emotivo. Dado que falleció antes de filmarse The Rise of Skywalker, se tuvieron que utilizar imágenes no usadas de The Force Awakens y The Rise of Skywalker, dado la negativa de recrearla de forma digital. El resultado final, aunque no es el que todos hubiéramos deseado para un personaje que perfilaba a tener un papel muy relevante en esta entrega, si le da un digno final y un papel destacado en la película.
El otro gran punto de la película son sus protagonistas. Daisy Ridley regresa en su papel de Rey, que luego de los eventos de The Last Jedi se encuentra entrenando para volverse una verdadera Jedi para así hacer frente a la maldad de la Primera Orden y de un Darth Sidious renacido. Su conflictiva relación de amor/odio con Kylo Ren, su determinación por encontrar una identidad propia, su miedo de caer al lado oscuro, o el gran temor que sufre al descubrir su verdadero pasado, todo esto nos lo logra transmitir una excelente actuación de Daisy Ridley.
Adam Driver, en su papel de Kylo Ren / Ben Solo queda asentado como de lo mejor de esta trilogía. Su historia como el joven Jedi Ben Solo que se vio influenciado por las mentiras de Palpatine para volverse Kylo Ren, la maldad que hizo a nombre de la Primera Orden, o la historia de su redención, son muy bien representados con la magistral actuación del actor, siendo una reminiscencia a la historia del propio Anakin Skywalker / Darth Vader.
Pero el resto de personajes tampoco es que queden atrás. Poe Dameron (interpretado por Oscar Isaac) y Finn (interpretado por John Boyega), hacen un magnífico trabajo en sus papeles, dandonos mas contexto del pasado de Poe, y dándonos indicios del posible futuro de Finn. Pero lo mejor de todo es que, a diferencia de las dos películas pasadas, Poe, Finn y Rey finalmente tienen bastante tiempo en pantalla juntos, mostrándonos una dinámica de equipo excelente que logra demostrar muy bien como el año transcurrido entre Star Wars: The Last Jedi y Star Wars: The Rise of Skywalker ha cambiado su relación en una solida amistad.
Algo que también finalmente hizo Star Wars: The Rise of Skywalker fue darle el protagonismo que se merecían varios de los demás personajes clásicos de la saga. El primero sería C-3PO (interpretado por el veterano Anthony Daniels) quien tiene un papel destacado en la película, trayendo tantos momentos graciosos como momentos muy emotivos de sacrificio. Chewbacca (interpretado por Joonas Suotamo) tambien tiene mas tiempo en pantalla, dando momentos de importancia al personaje que sinceramente se merecía desde hace tiempo, y que se contraponen con como casi lo ignoraron en The Force Awakens y The Last Jedi.
En el apartado musical, el gran maestro John Williams regresa para componer la banda sonora de Star Wars: The Rise of Skywalker, trayendo de vuelta muchos temas clásicos Star Wars para el final de la saga remezclados, como el Tema de Palpatine o la Marcha Imperial. No hay realmente mucha música nueva que sea memorable como en películas anteriores (como el Duel of Fates de Episode I), pero sí es un golpe de nostalgia excelente para el final de la saga Skywalker.
En el apartado visual, como es lógico de una película de alto presupuesto de Disney, brilla y asombra en todo momento. Star Wars: The Rise of Skywalker nos trae varios de los momentos más memorables de la saga, como la horrible magnitud de la flota Sith o el maligno trono del Emperador Palpatine (ya vistos en los trailers), grandes escenas de batalla, tanto con naves como sables de luz (aunque personalmente considero que no son mejores que las de las precuelas), o un impresionante uso de los efectos visuales, tanto digitales como reales, que sabrán quedarse en la memoria del público, aunque sinceramente creo que no llega al nivel logrado en Star Wars: The Last Jedi.
El Lado Oscuro de la Fuerza
Pero como es lógico, esta película no todo es bueno. El primer y más importante problema es que confirma que Lucasfilm y Disney no contaban con un verdadero plan maestro para esta trilogía, y que aplicaron al máximo el dicho de “como vaya viniendo vamos viendo”.
Cuando pensamos en la trilogía de precuelas (Star Wars Episodios I al III) o la trilogía original (Star Wars Episodios IV al VI), es fácil ver que contaban con una planificación clara para contar el principio, desarrollo y final de una gran historia, pudiendo resumir a la primera como la caída de los Jedi y la República, el nacimiento de Darth Vader y el ascenso de Palpatine como Emperador, y la segunda como la lucha de la Alianza Rebelde contra el malvado Imperio Galáctico, el ascenso de Luke como Jedi y la caída del Emperador y la redención de Anakin.
Cuando pensamos en esta trilogía, en cambio, es difícil hacer este juego porque cada película fue por su camino. The Force Awakens, aunque funciona fue un grosero remake disfrazado de secuela que literalmente se limitó a copiar la idea de Star Wars Episode IV: A New Hope, mientras que su secuela, The Last Jedi, quiso contar una historia tan fuera de lo ya contado en la antecesora que rompe o ignora la línea narrativa ya presentada.
De esta forma, Star Wars: The Rise of Skywalker se ve obligada a terminar una trilogía que no tenía una línea clara, que comenzó en una dirección y luego fue en otra, y la mayor evidencia es el regreso de Palpatine. Quienes leímos los libros y cómics de Star Wars no nos sorprende esta revelación, pero en The Force Awakens y The Last Jedi jamás se da una pista sobre esto, lo que hace su aparición en Star Wars: The Rise of Skywalker algo sumamente repentino, sacado de la nada, y que realmente no explica en ningún momento cómo sobrevivió a ser arrojado a un pozo sin fondo al reactor de una Estrella de la Muerte que luego explotó en el espacio exterior y luego cayó en la luna de Endor, y hace peor que su tiempo en pantalla sea realmente poco, y que su derrota al final de la película se sienta demasiado rapido y facil.
Y aunque en esta trilogia me ha gustado la actuacion de Daisy Ridley y Adam Driver, es un hecho que su falta de planificacion de la trilogia impidio un buen desarrollo de sus personajes. Rey, por ejemplo, en las tres peliculas nunca deja de ser la chica en busca de su identidad, mientras que Kylo Ren, a diferencia de Darth Vader, se siente que le falta algo para convencernos con su historia de caida y redencion. Solo la buena actuacion de los actores logra hacer decente lo que en otras circunstancia seria un desastre.
Esto se ve empeorado por el trabajo sistemático en corregir todo lo que Lucasfilm y Disney sintieron que los fans odiaron del Episode VIII. En su momento hicimos un análisis de la historia de The Last Jedi, donde a grandes rasgos dijimos que quiso innovar en la saga al contar una historia que fuese realmente original. Aunque tiene momentos simplemente ridículos, como la Almirante Holdo que no explica su plan para salvar a la rebelión, el ridículo plan que Finn, Poe y Rose armaron en consecuencia o como el fracaso de este destruye el buen plan que Holdo mantuvo innecesariamente en secreto para huir de la Primera Orden, tiene otros momentos muy brillantes y excelentemente bien pensado, como todo lo relacionado a Luke, Rey y Kylo Ren; recuerdo que cuando salí del cine lo hice contento al sentir que vi algo realmente nuevo en la saga, muy diferente a The Force Awakens donde salí molesto porque pude ver en todo momento la reutilización de lo ya visto y narrado en Star Wars: A New Hope.
Pero precisamente, esta originalidad es evidente que se salio del plan presentado por J. J. Abrams en The Force Awakens, ya que ignoraron tramas (Los Caballeros de Ren que no se mencionan) se cambiaron otras (querer convertir a Rey en una don nadie) y otras se cambiaron por completo (la muerte repentina de Snoke, evidente villano de la trilogía, y el ascenso de Kylo Ren como Líder Supremo de la Primera Orden). Es una buena película que ignoro demasiado de su antecesora, que no supo mantener el equilibrio en ofrecer lo que los fans quieren y ofrecer algo nuevo, y que sólo los dividió a niveles jamás vistos, al punto que asustó a Disney y los llevó a hacer lo que podemos llamar como “Operación Parche” para recuperar el amor de los fans.
Star Wars: The Rise of Skywalker está plagado de momentos que demuestran que los de Lucasfilm quieren borrar todo lo que creen que no les gustaron a los fans en Star Wars: The Last Jedi. Kylo Ren reforjando su casco contradice por completo su “abandona el pasado” dicho al final de The Last Jedi; la revelación de que Rey es la nieta del Emperador Palpatine contradice por completo el que ella sea una don nadie y el mensaje de que cualquiera puede ser un héroe; el que Rose casi ni salga en la película es una cobarde respuesta de Lucasfilm a los intolerantes que injustificadamente odiaron al personaje en The Last Jedi. The Rise of Skywalker hace que The Last Jedi quede como un bache en la historia de esta trilogía, cuyos aportes más importantes es contradecido cada vez que se puede.
El otro problema de la película es el ritmo, que se siente demasiado acelerado. La búsqueda de corregir las fallas de esta trilogía los lleva a querer meter demasiado material en muy poco tiempo. Por ejemplo, la revelación de que Palpatine sigue vivo, que envió un mensaje amenazando a la Galaxia con su venganza y el retorno de los Sith, que Leia envió espías a buscar información sobre él y su ubicación, que Kylo Ren lo está buscando para eliminarlo, que encontró un holocrón Sith en Mustafar (el mismo planeta donde Anakin peleó con Obin Wan y que ni siquiera nombran) que le lleva al planeta donde Darth Sidious está escondido, que este era realmente Snoke o las voces de Darth Vader que manipularon a Kylo Ren para que cayera al lado oscuro o el trato que estos dos hacen para encontrar a Rey, llevarla ante Palpatine y crear un nuevo Imperio, todo un material que da para al menos 20 a 30 minutos de película literalmente sucede en los primeros 5 minutos. Es tal la cantidad de planetas, ubicaciones y personajes nuevos que es difícil asimilar la trama, y sinceramente tuve que verla una segunda vez (tras algo de reflexión y ver analisis en YouTube) para apreciarla mejor.
Lo más triste es que esto ocasiona que se presenten personajes que apenas si podemos conocer. Del lado de la Resistencia, salen muchos nuevos personajes que realmente no hacen nada, al punto que podemos quitarlos u olvidarlos por completo y la película no sufre, mientras que otros, como el General Pryde (interpretado por Richard E. Grant) Jannah (interpretada por Naomi Ackie) o Zorii Bliss (interpretada por Keri Russell) tienen tramas tan interesantes y tanto que aportar, que debieron haber salido en The Force Awakens o The Last Jedi.
Y todo esto sin olvidar que la trama en si esta lleno de problemas argumentales. La ya mencionada falta de explicar cómo sigue vivo Palpatine está lo inútil que es el «sacrificio» de C-3PO al R2-D2 restaurarle la memoria, lo rápido que se siente la derrota de la flota Sith al final de la película o algunas incoherencias y contradicciones en la forma en que se entendía la Fuerza en películas pasadas. Estén seguros que los mas puristas de Star Wars, quienes vemos todo el material expandido de Libros y Cómics, veremos muchos temas que contradicen lo que muchos fans ya daban por sentado de la saga.
“Yo soy todos los Jedi”
Star Wars: The Rise of Skywalker es una buena película que concluye adecuadamente la saga de los Skywalker, aunque sus defectos hacen que este lejos de ser el final épico que pudo ser.
Lo que considero peor es que estos defectos que señale anteriormente no son culpa de la película en sí, sino de una falta total de planificación que demuestran que The Force Awakens, The Last Jedi y The Rise of Skywalker no contaron con un George Lucas o un Kevin Feige que mantuviese una misma línea narrativa en las tres películas, sino con dos directores que fueron cada quien por su lado, y un Lucasfilm incapaz de forzarlos a trabajar juntos para crear una historia coherente desde el comienzo. ¿Quieren presentar una trama clásica y continuista en The Force Awakens? entonces continúan la historia a partir de ahí; ¿querían una historia disruptiva y original en The Last Jedi con respecto a lo ya presentado anteriormente? perfecto, concluyan la trilogía a partir de esta idea.
Pero la incapacidad de mantener una línea narrativa clara, el permitir demasiada libertad creativa a los directores, hacen una trilogía que en todo momento no sabe que realmente es lo que quiere contar. ¿Es la historia de una rebelión frente al fascismo de la Primera Orden? ¿Es la historia de Rey convirtiendo en una Jedi y descubriendo su pasado? ¿Es la historia de Kylo Ren y su redención? Nunca queda claro realmente el objetivo central de la historia en esta trilogía o el objetivo final de sus personajes, y eso es lo mas lamentable.
Estos defectos de la trilogía, y la necesidad de corregirlos en esta película, hacen que Star Wars: The Rise of Skywalker está lejos de ser la épica conclusión que pudo ser el final de la saga de los Skywalker, llenando de tal cantidad de historias, personajes y momentos que debieron haberse repartido en toda la trilogía (o en una película de al menos 3 horas), que hacen que esta película se limite a ser buena pese al mal trabajo de Lucasfilm y Disney en elaborar una trilogía coherente. Para el fan casual y quien quiere solo ir al cine, Star Wars: The Rise of Skywalker es una buena película que le pone un buen final a la saga, y para el fan acérrimo de la saga, solo es un final entre bueno y aceptable con ideas buenas en el papel pero que, en el peor de los casos, se limita a no ser una catástrofe como muchos se temían.
