Análisis de Miraculous: Ladybug [Análisis]

Análisis de Miraculous: Ladybug [Análisis]
El presente artículo es el guión del video que puedes ver aquí

De todas las series animadas que he visto en los últimos años, si hay una que entre en la categoría de placer culposo es Miraculous: Tales of Ladybug and Cat Noir, ya que nadie puede negar que es una serie animada para niños, con tramas de “villano de la semana”, que cae en todos los clichés y convenciones típicas de estas series.

Pero detrás de esta capa de superhéroes para niños, hay una serie que logra tener un encanto, carisma y personalidad que logra atrapar de inmediato, y que combinado con una trama sencilla pero interesante, consigue que uno esté atento a ver cuál será la siguiente aventura de Marinette y Adrien.

Por esto, y aprovechando el final de la quinta temporada, que ha concluido muchos de los grandes temas que la serie ha tenido hasta ahora, y que bien podrían servir como un buen cierre (pese a que ya está confirmada más temporadas), el día de hoy les hablare de Ladybug, no solo contando el porque me gusta esta serie, sino hablando del detrás de cámara.

SUPERHÉROES A LA FRANCESA

Ubicada en París, la serie nos presenta a dos adolescente, Marinette y Adrien que, gracias a unos misteriosos seres conocidos como kwamis, pueden convertirse en Ladybug y Cat Noir, obteniendo increíbles poderes y habilidades que les permiten luchar contra el malévolo Hawk Moth, que está obsesionado en robar sus poderes para sus propios fines, y así proteger la ciudad de sus perversos planes, en una trama donde descubrirán el poder del amor y la amistad.

Como podrán adivinar solo por la sinopsis, esta es una serie que se sale del tipo de historias que normalmente veo, ya que está dirigida principalmente a un público infantil, incluso diría que principalmente a las niñas (por el énfasis que dan al poder del amor y la amistad), y junto al video que hice hace algún tiempo sobre RWBY, siempre ha estado en consideración para tener el mismo trato en este canal, pero no estaba seguro si por su público y tono valía la pena.

Pero, tras una quinta temporada que me ha sorprendido (para lo que es la historia), y tras someterlo a votación popular aquí en YouTube, he decidido que es hora de hablar un poco de esta serie de superhéroes que, poco a poco, ha sabido ganarse a una creciente base de fans. Pero antes de hablar de porqué es buena, hablemos de sus orígenes.

El concepto original de Miraculous Ladybug fue ideado por el escritor y guionista frances Thomas Astruc, quien ya había trabajado en series animadas como W.I.T.C.H. y A.T.O.M. El concepto de Ladybug surgió cuando, en una reunión, Astruc vio a una mujer con una mariquita en su camisa (también conocido como Catarina) y que, combinado con años de leer comics, le inspiró para crear a una heroína que usará a dicho insecto como tema, algo reforzado cuando se dio cuenta que no recordaba a ningún otro héroe que hiciera lo mismo en los cómics.

El plan original de Thomas Astruc era hacer un cómic, que se hubiera titulado “The Mini Menace Ladybug”, con una protagonista llamada Marietta, y del cual llegó a realizar algunos bocetos como concepto, que hubiera mezclado el estilo de dibujo del manga japonés, con superhéroes de cómic al mejor estilo de los Estados Unidos que tanto le gustaban a Thomas Astruc, con especial interés en The Amazing Spider-Man, personaje del cual toma muchas inspiraciones, dándonos una historia que hubiera sido más oscura y política de lo que finalmente sería.

Pero, tras presentar la idea a Jeremy Zag, quien terminó enamorado del concepto, este le recomendó a Thomas Astruc que, en vez de un cómic, mejor sería hacer una serie animada, y dado que el estilo visual estaba inspirado en el manga japonés, se decidió inicialmente contactar a un estudio de este país para el trabajo.

Esto llevó a que Method Animation y Zagtoon, las dos empresas francesas y americanas detrás de la serie, se asociaran con Toei Animation, conocidos por animes como Digimon, One Piece, Dragon Ball y, más importante aún (por cómo inspiró elementos de la serie) Sailor Moon, para que fueran los coproductores, estrenando para el verano de 2012 un pequeño corto con estilo anime, que servía como un video promocional de lo que podría llegar a ser la serie de Miraculous Ladybug.

Y, pese a que el corto anime fue bien recibido, viendo aquí la primera versión de Marinette, un primer concepto del personaje que luego sería Adrien, y de varios personajes y villanos que aparecen en los primeros episodios de la serie, hubo tres problemas que llevarían a que esta versión fuera finalmente desechada.

La primera era que surgieron preocupaciones sobre qué tan fácil sería comercializar no solo una serie animada en 2D, sino además una con estilo anime en los mercados occidentales. La segunda, era que se buscaba que la serie tuviera un enfoque más cinematográfico y épico, y se consideró que la animación tradicional hacía difícil esto. Y la tercera razon era meramente practica: en 2D, un traje como el de Ladybug, completamente rojo y con puntos negros, seria muy dificil de animar manteniendo la continuidad en el diseño del traje de una escena a otra.

Todo esto se resolvió cuando, finalmente, se empezó a trabajar en la que sería la versión definitiva de Miraculous Ladybug, que pasaría a ser completamente en CGI, ya que esto hacia mas facil animar el traje rojo con puntos negros de Ladybug, permitia una gama mas amplia de opciones para los angulos de camara, y hacia mas sencillo mantener la coherencia entre cada toma, sin mencionar que permite reciclar cuanto sea posible de cara a reducir costos (por algo el primo de Adrien, Felix, es identico, o se repiten tantas veces los mismos villanos).

Una vez tomada la decisión, el estudio de animación que se encargaría de dar vida a Miraculous Ladybug sería SAMG Animation, posteriormente conocidos como SAMG Entertainment, una empresa con sede en Corea del Sur quienes, ya sea en solitario o con el apoyo de otros estudios, llevan trabajando en la serie desde su estreno en 2015, siendo esta además la razón de porque Ladybug se estrenó primero en este país.

Pero a pesar de que se abandonó el plan de un anime, la serie CGI tiene varios momentos en que se homenajea esta versión, ya sea con la transformación a lo Sailor Moon de Ladybug y Cat Noir, el estilo chibi que tienen los kwamis, los momentos en que Marinette hace planes absurdos para estar con Adrien, o incluso un episodio donde van al cine a ver una película de Ladybug y Cat Noir, y los pósters dentro de la serie son de las versiones anime de Toei Animation.

¿POR QUÉ DESTACA LADYBUG?

Aunque la historia de cómo se hizo la serie es sorprendentemente más interesante y complicada de lo que parece a simple vista, lo que captó mi atención fueron otras cosas.

La primera, y quizás la más evidente, es su ambientación. Muchas series animadas de occidente, a pesar de ser hechas en distintos países, terminan ambientando sus tramas, o en los Estados Unidos, o en ciudades genéricas inspiradas en este país, como sucede en “El increíble mundo de Gumball”, que es una coproducción entre estudios de Reino Unido y Francia, o de “Villanos”, otra coproducción, pero entre estudios de México y Estados Unidos.

Esa preferencia por ambientar las tramas en Estados Unidos pretende hacer más fácil el entrar en ese mercado que es, por mucho, uno de los más lucrativos para cualquier estudio de televisión, pero lo hace a costa de la variedad; no en vano, si todas las series se ambientan en Estados Unidos, tarde o temprano todas terminan repitiendo ciertos patrones.

Miraculous Ladybug se aleja de esta tendencia, no solo ambientando la serie en París, sino haciendo mucho énfasis en que la trama transcurre en la ciudad luz, siendo normal que se visiten lugares icónicos como la Torre Eiffel, la plaza del Trocadero, el Louvre, el Arco del Triunfo, y muchos otros lugares de la ciudad. Incluso el mero hecho de caminar por las calles le ayuda, ya que estas tienen el icónico estilo de Paris hechas durante el reinado de Napoleon III.

Solo por este marcado acento francés, Miraculous Ladybug termina destacando por encima de otras series, haciendo incluso recomendable que, en caso de poder elegir, lo vean con su doblaje en francés (porque me parece un crimen que los personajes hablen inglés o español a los pies de la Torre Eiffel).

También hay que reconocer que son pocas las ciudades que simbolizan, por sí solas, a todo un país o cultura, ya que París es una ciudad tan icónica, con tantos monumentos e historia tan asociados a lo que entendemos por Francia, que ambientar una serie en sus calles le da una identidad que sería muy difícil de emular si, por ejemplo, se ambientara en Caracas, México o Buenos Aires, todas influenciadas por los elementos coloniales de España y la influencia de los Estados Unidos y Europa, que haría difícil diferenciar sus calles de la ciudad latinoamericana promedio.

El segundo elemento que destaca es su trama, que es una mezcla entre el clásico “villano de la semana”, y una narrativa serializada.

Como ya he mencionado, esta es, antes que nada, una serie dirigida a un público infantil, por lo que la mayoría de capítulos, no solo cae en varios clichés, sino que repiten constantemente la misma fórmula: una trama de amor no correspondido entre Marinette y Adrien, con la primera creando planes innecesariamente complicados para confesar su amor, una trama secundaria donde un amigo u otro personaje le pasa algo malo y cae en sentimientos negativos, que luego son aprovechados por Hawk Moth para akumatizarlo y convertirlo en villano, para que finalmente se enfrente a Ladybug y Cat Noir, quienes le derrotan, y resuelven el problema del capítulo con el poder del amor y la amistad.

Fuera de los primeros y últimos capítulos de cada temporada, esta suele ser la fórmula que tienen la mayoría de los episodios, que tienden a tener historias autoconclusivas, que pueden verse en cualquier orden, y con suficientes elementos para que, quien nunca haya visto la historia de Miraculous Ladybug, entienda de inmediato de qué trata todo.

Pero si la serie se limitara a esto, yo no estaría con ustedes hablando de Ladybug, ya que pese al enfoque auto conclusivo de sus episodios, cada temporada logra desarrollar una trama, que nos muestra el progresivo desarrollo de sus personajes, y de la lucha contra los malévolos planes de Hawk Moth, logrando una mezcla entre episodios auto conclusivos, y una trama serializada, que logra ser muy satisfactoria, ya que tiene suficiente de lo primero para que los niños disfruten sin muchas complicaciones, y suficiente de lo segundo para que, quien sí desee disfrutar una trama, tenga de donde agarrarse.

El tercer elemento, muy relacionado a esto, es la forma en como sus personajes se han desarrollado a lo largo de las 5 primeras temporadas, ya que aquí es donde está el verdadero disfrute de la serie para quienes tenemos algo más de edad, y donde hablare con spoilers (tranquilo, pondré un aviso en una esquina si no quieres saber nada de la trama).

A simple vista, los personajes de Miraculous Ladybug son unos que caen en ser simples clichés de caricatura, que no tienen más profundidad que cumplir estereotipos y ser divertidos, pero debajo de esta capa, tenemos personajes con verdaderas motivaciones y desarrollo.

Por ejemplo, Marinette, la gran protagonista del show, da la impresión de ser solo la clásica adolescente obsesionada con su amor de la escuela, a la que usan para crear toda clase de situaciones divertidas, dada su obsesión de crear planes complicados y absurdos para confesar su amor a un chico, al cual ha investigado y seguido por tanto tiempo y en tal cantidad que, en la vida real, sería directamente una acosadora.

Pero a lo largo de las temporadas, no solo vemos como va madurando, entablando una relación más sana con Adrien hasta finalmente poder confesar su amor, sino que descubrimos que esa manía por los planes, y saber todo de Adrien, era producto de un trauma, que le llevó a querer estar segura que su gran amor no era alguien que se burlaría de ella, y de tener la confesión de amor perfecta donde nada pudiera salir mal, todo sin olvidar que eso no borraba la buena y valiente persona que es, y le hace la clásica heroína de manual.

A ella le sigue Adrien, su gran amor y coprotagonista quien, en apariencia, es un perfecto Gary Sue: guapo, popular, amigo de todo el mundo, un buen estudiante que es bueno en todo lo que se propone, el chico ideal bajo cualquier punto de vista.

Pero detrás de esto, está un hijo que vive dominado por un padre controlador, que tiene cronometrado cada minuto de su vida, y al cual obedece sin chistar, siendo su identidad de Cat Noir, no solo una que usa para salvar a París de los monstruos de Hawk Moth, sino una forma en que puede ser verdaderamente libre, siendo su trama la de alguien que, gracias a sus amigos, se va haciendo cada vez más independiente del control de su padre, en pos de alcanzar una forma de ser feliz a su manera (y a darse cuenta de una buena vez que Marinette le ama).

Pero quién me sorprende más es el padre de Adrien, Gabriel Agreste, ya que pese a que la mayor parte del tiempo, el es presentado como un villano clásico de caricatura, en realidad su trama es una que no oculta su similitud con la de Gendo Ikari en Neon Genesis Evangelion: un hombre que perdió a su esposa hace muchos años, y que está decidido a traerla de vuelta a la vida con la magia de los kwamis de Ladybug y Cat Noir, estando dispuesto a todo, incluso la potencial destrucción del mundo, si con eso ve cumplido su deseo.

Incluso su manía en controlar la vida de Adrien se explica, al mostrarnos que él genuinamente quiere a su hijo, pero está tan obsesionado en cómo perdió a su esposa, que siente que la única forma de protegerlo es dirigiendo cada minuto de su vida, ya que él considera que solo él sabe cómo su hijo puede ser feliz.

Y aunque 3/4 partes del tiempo, Gabriel Agreste sigue siendo villano de caricatura que es derrotado cada episodio, si podemos ver como sus planes van evolucionando a medida que avanzan las temporadas, volviéndose más decididos, violentos, maquiavélicos, y en cierta forma, desesperados, ante su incapacidad de derrotar a Ladybug y Cat Noir, dando un verdadero sentido de progresión en sus planes, hasta que llegamos a la épica conclusión de la quinta temporada.

Mención especial hago de Lila, una compañera de clase de Marinette, cuya presencia ha ido creciendo a lo largo de la serie, pasando de una antagonista menor, que parecía ser poco más que alguien decidida a fastidiar la vida escolar de Marinette, a una persona prácticamente sociópata, una mentirosa compulsiva tan brillante como maquiavélica, que no solo se perfila a ser la futura gran villana de Miraculous, puede que a un grado peor que el propio Hawk Moth, sino que incluso a mí me daría miedo tenerla de enemiga en la vida real.

De resto, realmente no hay mucho mas de donde agarrarnos, ya que la serie sigue siendo una infantil, donde la forma en que funciona la ciudad de París, la relación de Marinette con sus padres, su amistad con sus compañeros de clase, entre muchas otras cosas, es idealista en el mejor de los casos, o cliché en el peor, pero siempre que recuerden a quién va dirigido realmente la serie, esta termina teniendo muchos buenos momentos que se pueden disfrutar.

CONCLUSIÓN

Miraculous Ladybug ha terminado por ser una serie animada bastante curiosa ya que, por un lado, es una historia típica para niños, que no tiene mayores pretensiones que ser divertida y vender juguetes, pero que por el otro, ha logrado tener una trama muy interesante, que le ha dado a Marinette, Adrien he incluso al villano Hawk Moth una desarrollo, carisma y personalidad que ha logrado atrapar de inmediato. 

Esta mezcla, entre ser sencilla y divertida, de pretender contar una trama, que logra combinar elementos del anime japones y las historias de superhéroes estadounidenses, junto a la particularidad que da estar ubicado en París, convierten a Ladybug en una serie llamativa, que ha logrado destacar entre otras propuestas, ganándose una creciente base de fans, al grado de que, dentro de poco, tendrá su propia película exclusiva de Netflix.

Puede que esta serie este a siglos de propuestas como Invincible, Young Justice o Arcane, por mencionar algunas de mis series animadas favoritas de los últimos años, pero Ladybug nunca ha pretendido alcanzar ese grado de madurez, solo tener una trama interesante y apta para todo público, por lo que te puedo recomendar esta serie, si buscas una historia con personajes carismáticos, una trama que capta la atención, pero que nunca se vuelve lo suficientemente complicada o violenta para exigir mucho de ti o ser incómoda.