China, censura y su naciente poder hegemónico
Ya en 2018, en The Digital Questioner, escribíamos un artículo donde hablamos de como el creciente papel de China en la economía mundial le daba un enorme papel de censura sobre el contenido de las empresas extranjeras. Y es que solo la clase media de 480 millones de personas (de un total de 1.386 millones) supera ampliamente a toda la población de Estados Unidos, de unos 325 millones de habitantes, por lo que para las grandes empresas multinacionales se ha vuelto un mercado importante, sino que directamente vital, para que sus ingresos anuales se mantengan al alza; tanto es así que, grandes empresas, desde tecnología (por ejemplo, Apple) hasta de entretenimiento (como Disney) buscan que sus productos estén hechos de una forma tal que, en el mejor de los casos, no moleste al Partido Comunista de China, o en el mejor, alaben o dejen una buena imagen de China (No es casualidad que sea un cohete chino el que salve a Matt Damon en The Martian), y asegure así su entrada al valioso mercado asiático.
Es por esto que Apple prohibió las aplicaciones VPN en la App Store de China, país donde no solo fabrica sus productos como el iPhone sino que le otorgo 13.170 millones de dólares en ingresos solo en el primer trimestre de 2019, o que Avengers Endgame lograra volverse la película más taquillera de la historia con 2.795 millones de dólares, en buena parte con ayuda del público en China, que aporto 629 millones de dólares (de acuerdo a Forbes), un monto equivalente al casi el 73% del total recaudado solo en los Estados Unidos (858,3 millones de dólares, según IMDb) y que demuestra que China, solo en la industria del cine, se ha posicionado como un mercado valioso, solo superado por EEUU, y que al paso que va, solo es cuestión de unos pocos años para que le supere.
Y este creciente papel que China tiene para las empresas extranjeras (por no decir occidentales) para lograr mantener sus ritmos de venta en auge es algo que el régimen comunista de China conoce muy bien, y usa a su beneficio para acallar cualquier critica y someterlas. Y es que, a diferencia de la creencia popular, el que dicho régimen conozca los beneficios del mercado y la empresa privada para asegurar el crecimiento de la economía no los vuelve unos creyentes del libre mercado y la empresa privada. Al contrario, lo ven como la forma mas efectiva de controlar a la población (ya que si la economía funciona no se alzarán pidiendo democracia) y de ganar poder en el escenario mundial (es más fácil ser una superpotencia hegemónica si tu economía es la mas rica).
Sobran los ejemplos de este control que el régimen chino tiene sobre las empresas extranjeras. Grandes tecnológicas como Facebook, Google y Twitter están prácticamente prohibidos en China, donde existen servicios que son imitaciones (y no necesariamente malas) controladas y censuradas estrictamente por el gobierno para evitar que “ideas peligrosas” prosperen sobre su población (algo que redes sociales occidentales jamás permitirían). Los bancos extranjeros son forzados a operar con “socios locales” que no aportan valor alguno, y las empresas manufactureras son obligadas a compartir su tecnología con “socios locales”, que aplican ingeniería inversa a los productos para crear versiones “Made in China”. Y todo esto sin mencionar la piratería descontrolada en China, así como el ciberobo masivo de propiedad intelectual a empresas occidentales. Y no podemos olvidar la competencia desleal con empresas chinas que disponen de mano de obra barata (que ni en broma puede aspirar a sindicatos, sueldos justos o derechos laborales) y a empresas chinas que cuentan con todas las protecciones y créditos que el régimen comunista de china esté dispuesto a dar para asegurar su éxito y crecimiento, y que ademas pueden operar con completa libertad (y con ventaja) en los mercados occidentales y en contra de sus empresas, y verán que para una empresa extranjera que depende del mercado chino para mantener el crecimiento de finanzas, es difícil no solo competir con empresas chinas, sino que es forzada a tragarse cualquier criterio ético y a no poder protestar ninguna injusticia, so pena de ser expulsada de China y su creciente y muy valioso mercado en crecimiento.
Cuando comenzaron las protestas en Hong Kong, con jóvenes manifestando en contra de la propuesta de Ley de Extradición (que hubiera permitido extraditar a ciudadanos de la ciudad a China continental para ser juzgados), que además están luchando contra los intentos de China de absorber el territorio, y que básicamente desean mantener la independencia y democracia de su ciudad frente a un régimen autoritario, era de esperar que este se volviera el mas claro ejemplo de la capacidad de control de China para imponer su agenda y visión al resto del mundo, bajo amenazas para las grandes empresas extranjeras, situación que nos ha dejado varios ejemplos hasta el día de hoy.
El primero ejemplo lo tuvimos de Apple, que sin dudarlo dos veces borro una aplicación de la App Store que mostraba un mapa que señalaba la ubicación de la policía, y les daba a los manifestantes la oportunidad de evitar ser reprimidos por las fuerzas antimotines bajo solicitud del gobierno chino. El segundo ejemplo sucedió luego de que el director general de los Houston Rockets tuiteó “Lucha por la libertad, apoya a Hong Kong”, lo que genero que el gobierno chino se sintiera atacada por la NBA, que esta recibiese fuertes criticas de medios de comunicación chino, a que la CCTV cancelase retransmisiciones de algunos partidos de pretemporada, la NBA desmarcándose del comentario y a los Houston Rockets a disculparse con China. El tercer ejemplo, y el que mas me interesa (por ser fanatico de los videojuegos), lo tenemos en Blizzard, que luego de que un jugador profesional de Hearthstone se pusiera una máscara y diera su apoyo a los manifestantes de Hong Kong en una transmisión en directo de la edición asiática de Grandmasters, vio como Blizzard le veto por un año de sus concurso, a que le retuviesen el dinero del premio e incluso despidiendo a los presentadores de la transmisión alegando que dicho jugador violo sus normas que señalan que impide “disputas públicas, ofensas a parte del público o cualquier acto similar que pueda dañar la imagen de Blizzard”.
Estos son solo ejemplos de la gran amenaza que China representa para el mundo en el siglo XXI, ya que estamos viendo el nacimiento, poco a poco, de un poder hegemónico liderado por China. Y si se preguntan que tan malo puede tener esto para el mundo, solo consideren esto: la expansión de la democracia, los derechos humanos y las libertades civiles en el siglo XX se debió, al menos en parte, al poder hegemónico que los Estados Unidos, como superpotencia mundial, alcanzo tras el final de la Guerra Fría, al liderazgo que obtuvo sobre occidente y su progresiva expansion de sus ideas sobre el resto del mundo, y que le permitió, con mayor o menos éxito, imponer su modelo de democracia, libertades y economía de mercado en el mundo, algo que solo se acrecentó tras el derrumbe de la Unión Soviética. Y aunque habrá personas que alegaran que Estados Unidos no es un santo en la política internacional y que ha hecho mucho daño, nadie puede negar este impacto que tuvo en el mundo. Ahora, si esa fue la influencia que logro una superpotencia democrática para expandir su modelo en el mundo en el siglo XX, ¿Se imaginan si un régimen autoritario como el comunista de China toma ese poder? ¿Cómo será si su influencia sobre la economía mundial en el siglo XXI es igual, o directamente será mayor en el futuro, a la tuvo los Estados Unidos en el siglo XX?
Lo que estamos viendo, con el régimen China obligando a empresas occidentales a tener que apoyarla, castigando a usuarios o censurando contenido que le desagrade al régimen de China, es solo el preámbulo de lo que podemos esperar. Ya China esta poco a poco tomando el relevo de Estados Unidos como potencia capaz de invertir masivas cantidades de dinero en otros países, con el beneficio, si se le puede llamar así, de no exigir ninguna clase de respecto a los derechos humanos o libertades civiles, algo que ha beneficiado a regímenes autoritarios y dictaduras en todo el mundo (por ejemplo, la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela). Pero ¿se imaginan que el poder de China vaya mas allá? Podríamos ver un futuro donde el gobierno chino exija el cierre de paginas Web o la prohibición de una nueva tecnología de su desagradado en todo el mundo, amenazando con sanciones económicas a países enteros de no cumplir su orden, o un futuro donde Disney haga películas completas de Avengers o Star Wars que sirvan discretamente o directamente al régimen chino, alabando ideas e imágenes afines a la dictadura china, o por lo menos no promoviendo nada que les pueda molestar (como la idea de un grupo rebelde luchando contra un gran Imperio). De esta forma, así como el siglo XX, con sus buenas y malas cosas, terminó siendo definido por la democracia y libertad de los Estados Unidos de América, temo mucho por como el autoritarismo y comunismo de la República Popular China pueda definir al mundo en el siglo XXI.
Imagen Destacada de Etan Liam