Kingdom Hearts: ¿El último juego basado en películas? [Opinión]

Kingdom Hearts: ¿El último juego basado en películas? [Opinión]
El siguiente artículo es el guión de este video que pueden ver aquí

Hace tiempo, traté de jugar a toda la saga Kingdom Hearts, no solo para conocer una de las grandes marcas de Square Enix, sino para disfrutar de los mundos inspirados en las películas de Disney. Pero al no haberlo jugado en su dia, y no tener la nostalgia que eso conlleva, nunca pude tomarme en serio una historia con Mickey Mouse, Goofy y el Pato Donald, y como solo quería disfrutar del mundo de Frozen y poco más, mande todo al diablo, vi videos resumiendo la saga, asumi que no entendería nada, y jugué directamente a Kingdom Hearts 3, abandonando por completo el juego cuanto termine los mundos que me interesaban. 

Esto me hizo pensar en los motivos de porque quería jugar a este juego, y eventualmente termine viéndolo, no como un JRPG, sino como la más moderna versión de un videojuego basado en películas, similar a lo recibiamos hace 15 o 20 años, pero con un nivel de calidad solo posible en un videojuego de alto presupuesto. Por esto, el día de hoy hablaremos de cómo se han hecho esta clase de videojuegos en los últimos años, y el cómo Kingdom Hearts es más un juego que adapta películas, que solo un JRPG.

JUEGOS, PELÍCULAS Y LA FALTA DE CALIDAD

Desde que la actual industria del videojuego empezó a cobrar forma hace más de 40 años, la necesidad de hacer videojuegos rápidos, baratos y muy rentables ha estado presente, especialmente cuando a inicios de la década de los 80, la industria del videojuego, entre máquinas arcade y consolas caseras, logro 59 mil millones de dólares en ingresos, superando al cine y la música combinados. 

Al mismo tiempo, la industria del cine no solo estaba buscando nuevas formas de promocionar sus películas, sino que el éxito masivo de la Star Wars original, les demostró a los estudios las ganancias millonarias que había en vender productos relacionados a las películas, una lección que la 20th Century Fox aprendio a las malas, al darle, previo al estreno de Star Wars, todos los derechos de mercadotecnia a George Lucas porque, antes del estreno de esta saga, las ganancias importantes estaban en la taquilla, no en los juguetes.

Esto hizo que la mezcla de cine y videojuego se diera como algo natural. La industria del videojuego, que todavía estaba en pañales, y era vista como poco más que un juguete de moda que acabaría pronto, podría usar licencias ya famosas por las películas, para atraer a muchos potenciales compradores, sin el riesgo que conlleva crear desde cero un producto nuevo. Los estudios de cine, por el contrario, no solo tendrían un nuevo tipo de “juguete” que vender junto con sus películas, sino que les daría acceso a un trozo del pastel de la creciente industria del videojuego, y una forma completamente nueva de promocionar sus producciones

Pero desde el principio siempre hubo problemas. A inicios de la década de los 80, un equipo pequeño de pocas personas podía tener un videojuego listo en cuestión de meses, lo que combinado con el boom del videojuego, gracias al éxito de la Atari 2600 y las máquinas arcade, llevó a que muchas empresas ahogaran el mercado con juegos clónicos de mala calidad.

A este problema, ya grave por si solo, se suma que el tiempo de desarrollo para un videojuego basado en películas debía cumplir los estrictos plazos marcados por los estudios, siendo uno de los peores casos el de E.T. El Extraterrestre, que tuvo solo 6 semanas de desarrollo por parte de una sola persona, y que fue lanzado a la venta en 1982 para la Atari 2600, siendo un fracaso ante las expectativas desmedidas de Atari que, pese a vender 1.5 millones de copias, y ser de las más vendidas de la consola, habían fabricado 4 millones de cartuchos, de los cuales la mayoría no se vendió y fueron devueltos. Tal fue el tamaño de este desastre, que no solo se considera como uno de los peores juegos de la historia, sino es que directamente el peor, sino que muchos asocian la crisis de los videojuegos de 1983 con el fracaso de E.T. El Extraterrestre.

Tiempos de desarrollo corto, que tienden a dar productos de mala calidad, se convertiría en un elemento básico que todo jugador asociaría a los videojuegos basados en películas desde entonces, y aunque esto no cambió con el paso de los años, siento que entre las décadas de los 80 y los 90, esta situación mejoró un poco.  

Fuera de los RPG como Final Fantasy de 1987, aventuras gráficas como The Secret of Monkey Island de 1990, o aventuras conversacionales como Zork de 1980, los juegos generalmente no le daban importancia a la historia de la misma forma que se la damos hoy, si es que siquiera tenían historia, ya que la industria estaba dominada por las máquinas arcades, más centradas en una jugabilidad rápida, adictiva y dificil, que llevará a gastar más monedas en las máquinas, que en pretender contar algo.

Debido a esto, muchos juegos de consola se limitaban a ser simples ports de juegos de Arcade que, sumado a las limitaciones técnicas de las consolas de la época, relegó la historia de la mayoría de juegos, a ser tramas simples, que solo servían para dar contexto a la ambientación, personajes y objetivos del juego. Solo hay que ver los primeros juegos de Super Mario, donde el personaje es el valiente héroe que rescata a la princesa de los monstruos y poco más, para ver hacia donde iba la historia de los juegos en esta época.

Esto permitió que, a la hora de hacer videojuegos basados en películas, estos se limitaran a simplemente recrear los momentos más emocionantes (una pelea, una persecución, algo que pudiera ser convertido a jugabilidad con reto, objetivos y dificultad) y dejar de lado el resto de la trama, o directamente, usarlos para que fueran los personajes y escenarios de Beat ‘em up o juegos de plataforma que poco o nada tenía que ver con la trama de la película, que podrían ser igual de divertidos con personajes y escenarios genéricos, pero que seguramente habrían sido mucho más difíciles de vender.

Gracias a esta filosofía recibimos juegos como The Terminator de 1993 para Sega Mega CD, Batman de 1989 para NES, RoboCop 2 de 1990 que salió en una amplia variedad de plataformas o Aladdin de 1993 para Sega MegaDrive. Pero la joya de la corona de estos juegos se lo llevó Goldeneye 007 de Nintendo 64 de 1997 que, al tomarse todo el tiempo que necesitaban para su desarrollo (salio dos años después que la película), no solo crearon un buen videojuego, sino uno que ayudó a definir el naciente género de los juegos de acción 3D en primera persona.

Pero al llegar la quinta generación de consolas, la que fue dominada por la PlayStation Original y la Nintendo 64, las cosas cambiaron por completo. De repente, las consolas tuvieron no solo la capacidad técnica para empezar a mostrar gráficos 3D poligonales, sino que el paso de los viejos cartuchos a los nuevos CD, le dieron a los desarrolladores mucho más espacio para incluir cosas impensables en los juegos hasta ese entonces (especialmente en el caso de PlayStation).

Esto no significa que las historias en los juegos no hubieran estado mejorando y cobrando importancia, solo hay que ver la evolución de la saga Final Fantasy entre su primera y sexta entrega como un ejemplo. Pero las capacidades de las nuevas consolas, a mediados y finales de la década de los 90, permitió llevar al gran público, juegos que le dieron una importancia a la historia no vista hasta entonces, siendo ejemplos de esto, clásicos como Final Fantasy VII, Metal Gear Solid o, uno de mis favoritos personales, Parasite Eve.

La idea de reproducir más fielmente la historia de la película de turno en forma de juego fue cobrando cada vez más importancia, y con el auge de la industria de los videojuegos, que paso de las 50 millones de unidades vendidas por SNES, a las más de 100 millones que vendió solo la PlayStation 1, hizo que fuera cobrando cada vez más sentido que cada gran película de Hollywood fuera acompañado de su correspondiente videojuego.

Pero aquí es donde volvemos al eterno problema del tiempo de desarrollo. Cada vez que los videojuegos obtenían un avance tecnológico y un aumento en la calidad, en esa medida fue aumentando el tiempo de desarrollo, de los meses que tomaba en la década de los 80, a alrededor de 1 año o más en la década de los 90, para luego ir escalando a los 2 o 3 años de las décadas posteriores, hasta que, en la actualidad cualquier juego, tanto de alto presupuesto como los indies, puede demorar fácilmente de 3 a 5 años en desarrollarse, he incluso más en algunos casos. 

Y eso sin olvidar que los equipos de desarrollo pasaron de ser de unas pocas personas en los 80, a mega producciones con cientos o miles de empleados en la actualidad, que cuentan con presupuestos que fácilmente pueden rondar los 100 o 200 millones de dólares.

En cambio, una película de alto presupuesto en Hollywood puede demorar de 2 a 4 años en producirse, y no sería sino hasta avanzado el trabajo que se buscaría a un desarrollador para licenciar la película y hacerle un videojuego. 

Al tiempo que los juegos fueron requiriendo cada vez más tiempo para su desarrollo, la calidad de los videojuegos basados en película fue cayendo en la misma proporción, algo que todavía se podía disimular en la era de PlayStation 1 y Nintendo 64, pero que se fue haciendo cada vez más evidente en la de PlayStation 2, Xbox original y GameCube, y que hizo que ya para la de PlayStation 3, Xbox 360 y Wii, este tipo de videojuegos empezará a desaparecer. 

Como todo en la vida, hay excepciones, ya que juegos como Lord of the Rings: The Two Towers de 2002 o Spiderman 2 de 2004, tuvieron buena recepción de parte de la crítica y el público, pero en general, entre los jugadores se asentó la idea de que juego basado en película era igual a juego de mala calidad. 

LA EVOLUCIÓN

En este punto, la lógica detrás de adaptar una película a videojuego empezó a perder fuerza. No solo fue por la baja calidad que estos empezaron a tener, sino porque los videojuegos empezaron a dejar de ser vistos como meros juguetes, y empezaron a ser reconocidos como una forma de entretenimiento a la par de las grandes producciones de Hollywood, no solo por los ingresos que ya generaban los videojuegos por sí solos, sino porque estos tenían una calidad jugable y narrativa propia de una película. 

Aun así, siempre es atractivo crear un videojuego a partir de una licencia ya conocida, ya que sigue siendo más fácil y rentable vender un juego basado en algo famoso, que arriesgarse a hacer un juego 100% original, por lo que la forma de adaptarlos simplemente cambio. 

La primera, y quizás la más antigua, es simplemente crear un videojuego dentro del universo de la película, pero que cuente su propia historia. El ejemplo más famoso de esto lo tenemos en la saga Star Wars, que pese a contar con varios juegos que recrean fielmente los sucesos de las películas, la mayoría de sus títulos son juegos con historias originales, ambientadas en el universo Star Wars, y que al no tener que salir a la par de ningún gran estreno de cine, pueden desarrollarse con más calma y mucha más calidad. De aquí hemos recibido verdaderas joyas, como lo son los Knights of the Old Republic, la saga Battlefront, o juegos más recientes como Jedi: Fallen Order o Squadrons.

Otro ejemplo lo tenemos en el futuro juego de Avatar: Frontiers of Pandora que, aunque se planea lanzar al mercado en 2022, para coincidir con el estreno de la película de Avatar: The Way of Water, este juego lleva en desarrollo desde 2017 por parte de Ubisoft y, aunque todavía no está claro su conexión con las cintas de James Cameron, su trama sucede en otro lugar de la luna de Pandora distinta a las películas.

Pero la que quizás es la forma de adaptar películas a videojuegos más usada en los últimos años, es crear una historia completamente original, inspirada en la licencia de turno, pero que no tenga relación directa con nada previamente hecho en otros medios. Y aunque dudo que fuera el primero en este sentido, el ejemplo más famoso en tiempos recientes es el de Batman: Arkham Asylum de 2009, ya que el título de Rocksteady Studios logró trasladar a la perfección la idea de ser Batman, a una historia solo posible en videojuegos, fórmula que sólo mejoró en Arkham City de 2011, y en Arkham Knight de 2015.

Tal fue el logro de Rocksteady, logrando un éxito de ventas sin adaptar directamente ninguna película, manteniendo una calidad propia de un videojuego de alto presupuesto, que a partir de este momento se crearon varios grandes juegos basados en películas (específicamente superhéroes), como Injustice de 2013, donde los héroes de DC se enfrentan entre sí, y Marvel’s Spider-Man de 2018, creado por Insomniac Games que, con la espectacular recreación del Hombre Araña y la Nueva York del universo Marvel, se convirtió en el mejor alumno, hasta la fecha, de lo hecho por RockSteady.

Pero este no es el único título que ha seguido la estela marcada por los juegos de Batman, ya que hemos recibido juegos como Avengers de 2020, que pese a sus defectos, tiene una buena historia, y Guardians of the Galaxy de 2021, que tiene una gran jugabilidad y divertidos personajes. 

Y no contentos con esto, a finales de 2022 tendremos prometedores juegos como Hogwarts Legacy, ubicada más de cien años antes de los libros de Harry Potter, Gotham Knights, que nos permitirá jugar como los compañeros de Batman, y grandes promesas a futuro como Suicide Squad: Kill the Justice League, hecho por RockSteady y que saldrá en 2023, y Wonder Woman de Monolith Productions (creadores de Shadow of Mordor) que todavía no tiene fecha de salida.

Todos estos títulos comparten en común que, a diferencia de los juegos basados en películas de hace 15 o 20 años, no son simple mercadotecnia hecha con prisas y poco presupuesto, para salir junto a la película de turno, sino videojuegos de alto presupuesto, con tiempos de desarrollo de, por lo menos, 3 a 5 años, y con todos los estándares de calidad, jugabilidad y gráficos que se espera de los grandes juegos de hoy en dia. 

Pero esto no quita que todavía lleguen juegos que se mantienen en la filosofía de “rápidos, baratos y muy rentables”, solo que ahora la mayoría ha adquirido la forma de juegos para smartphones, siendo juego que copian descaradamente otros títulos como Candy Crush, o tienen conceptos sencillos como vestir a la princesa de turno o colorear a un personaje. 

Pero incluso en smartphones, los juegos han ido mejorando en calidad, no solo a medida que los celulares son mas potentes (solo vean como es jugar a Call of Duty Mobile en un iPhone 13), sino a medida que el sector móvil domina el mercado del videojuego, ya que solo en 2020, los juegos para celular generaron 85 mil millones de dólares en ingresos frente a los 33 mil millones de las consolas. 

A esto se agrega la estela dejada por películas como Ready Player One o el Universo Cinematográfico de Marvel, que han vuelto popular la idea de los multiversos y de las historias cruzadas, y permiten tener en un solo videojuego, a personajes de varias películas juntos de una sola sentada. 

Ejemplos de esto lo vemos en juegos como MultiVersus que, aunque es de consola, es un juego gratuito que une a varios personajes de Warner en una jugabilidad similar a Super Smash Bros.; Disney Dreamlight Valley, que es básicamente una copia de Animal Crossing con personajes de Disney que llegará a consolas, PC y iPhone, y Mirrorverse, otro juego de Disney para Android e iOS de rol y acción, que permite jugar con versiones alternativas de personajes clásicos de Disney, en combates contra enemigos y muchas microtransacciones. 

Pero esto no impide que todavía quede un último ejemplo de videojuego basado en película  a la antigua, ya que LEGO ha ocupado brillantemente este lugar. A partir de una jugabilidad, diseños y gráficos similares en casi todos sus títulos, así como un tono infantil y humorístico, Traveller’s Tales, los desarrolladores, se han vuelto verdaderos expertos haciendo esta clase de videojuegos, adaptando franquicias como Indiana Jones, Harry Potter, El Señor de los Anillos, El Hobbit, Jurassic Park, DC Comics, Marvel, y la más famosa de todas, Star Wars. 

Aquí es cuando finalmente regresamos al juego que inspiró este video. Y es que, siendo consciente de todo esto, al jugar Kingdom Hearts 3, me es imposible no pensar que ha mezclado mucho de estos elementos, para convertirse, quizás, en una de las más exitosas formas de traer la historia de las películas a los videojuegos, siempre y cuando sean de Disney.

Se que habra muchas personas que juegan a esta saga para saber más de Sora y compañía en su lucha para proteger al Kingdom Hearts de los malos de turno, pero no sería sorpresa que muchos tambien jueguen a estos títulos, solo para disfrutar de la fantástica recreación de los mundos de Disney hecha por Square Enix, y que realmente poco o nada le interese el resto. 

Si lo pensamos, la historia enredada y difícil de comprender, sirve como excusa para tener juntos, solo en Kingdom Hearts 3, a películas como Hercules, Enredados, Toy Story, Monsters Inc., Frozen, Big Hero 6, Piratas del Caribe y Winnie The Pooh, todas sagas que comparten poco o nada, fuera de pertenecer a Disney, y que gracias a la historia de Kingdom Hearts, pueden salir juntas en un solo juego.

No solo esto, al ser un juego de Square Enix, y siendo una de las grandes marcas de la empresa, se garantiza que contará con una calidad gráfica y jugable incuestionable, y que gracias a la historia de Kingdom Hearts, justificara el cómo se introduce todos los elementos que hacen una jugabilidad divertida y con reto, al cambiar parcialmente la trama de historias como Frozen, Enredados o Piratas del Caribe, para así recrear los grandes momentos de las películas, o creando historias originales separadas de la trama de las películas, como en Toy Story, Big Hero 6 y Monsters Inc. 

Aunque solo sean niveles de Kingdom Hearts, todas estas películas de Disney terminan recibiendo una adaptación a videojuego con calidad triple AAA que, casi seguramente, nunca hubieran tenido si se hubieran lanzado por separado juegos para cada una de estas licencias. 

También podría explicar, en parte, el porqué la trama de Kingdom Hearts es tan complicada, al tener que justificar el porqué Sora conoce a Hercules, Jack Sparrow y Elsa, personajes que más distintos no podrían ser, o el porqué Kingdom Hearts 3 solo tiene la mitad de mundos que Kingdom Hearts 1 y 2, ya que el poder acceder a todas estas licencias es mucho, pero mucho más caro hoy en dia, que lo que era al iniciar la saga en 2002.

Y no olvidemos que hacer un juego es una tarea costosa, donde Square Enix debe mantener el delicado balance de incluir las películas más recientes de Disney, pero dando el margen de 3 a 5 años, quizás más, que cada juego necesita para hacerse bien, y que en algún punto, ya no pueden incluir más mundos a los juegos. 

Por eso es que Square Enix no hizo la cosa más obvia del mundo, de incluir una película inspirada en videojuegos como Ralphs El Demoledor, que se estrenó en noviembre de 2018, en Kingdom Hearts 3, que salió a la venta en enero de 2019, ya que era demasiado tarde en el desarrollo del juego para cambiar la historia e incluir más personajes y niveles.

CONCLUSIONES

Ver como los juegos basados en películas han evolucionado a lo largo de los años, es un reflejo de cómo la industria ha cambiado a lo largo del tiempo, desde los desarrollos con pocas personas y  bajo presupuesto de hace 40 años, a los monstruos con cientos de personas y presupuestos millonarios, desde títulos con trama sencilla y una calidad cuestionable, a productos que saben aprovechar los videojuegos, para adaptar personajes e historias con una calidad propia de los mejores videojuegos del mercado. 

Esta evolución nos ha permitido adentrarnos en estos mundos creados por el cine, la televisión, los libros y los cómics de una forma que solo es posible por los videojuegos, pudiendo aprovechar la interactividad propia de este medio para hacer cosas imposibles en otros lugares.

Y con el avance de la tecnología, juegos como Kingdom Hearts están a un paso de lograr lo que hace solo 20 años era un sueño: poder hacer un videojuego que sea un fiel reflejo de la película. Solo comparen cómo se ve el Buzz Lightyear de Toy Story 2 de PlayStation 1 de 1999, con el Buzz Lightyear de Kingdom Hearts 3.

A nivel personal, la historia de Kingdom Hearts es innecesariamente complicada, y como JRPG, al menos la tercera entrega, es demasiado lineal y tiende a ser un machacabotones en los combates, pero se termina uniendo a esa lista de juegos que, en tiempos recientes, han ido encontrando nuevas y mejores formas de adaptar películas a los videojuegos, de lograr aprovechar la fama de licencias ya conocidas, pero sin sacrificar la calidad que todo juego debería tener si pretende ser exitoso por algo más que solo el nombre.