Obi-Wan Kenobi: ¿Una decepción? [Análisis]

Obi-Wan Kenobi: ¿Una decepción? [Análisis]
El presente artículo es un guión del video que puedes ver aquí.

Una de las series más esperadas por los fans de Star Wars, ha sido la de Obi-Wan Kenobi. Desde que no era sino un rumor sobre una futura película de la saga, en la misma línea que los “A Star Wars Story” que nos trajeron a Han Solo, y la pequeña maravilla que fue Rogue One, hasta su conversión a una serie para Disney Plus, luego del éxito marcado por The Mandalorian, la idea de volver a ver a Ewan McGregor como Obi-Wan Kenobi y a Hayden Christensen en su papel de Anakin Skywalker / Darth Vader, para unir la historia de sus personajes en La Venganza de los Sith con Una Nueva Esperanza, nos dejó muchas expectativas del enorme potencial que esto traería. 

Y aunque en líneas generales, ha logrado darnos un producto mucho más competente que El Libro de Boba Fett, Obi-Wan Kenobi ha quedado muy por debajo de las expectativas, dándonos una serie que decepciona no por ser mala, sino porque esperábamos mucho más de ella.

CUANDO LA NOSTALGIA NO ES SUFICIENTE

10 años después de los sucesos de La Venganza de los Sith, donde la caída de la República, la Orden Jedi y de su aprendiz Anakin Skywalker, ahora convertido en Darth Vader, le hiciera perderlo todo, el antiguo maestro Jedi Obi-Wan Kenobi, ahora vive aislado en el desértico planeta de Tatooine, sin esperanzas en un futuro, que parece dominado por la larga sombra del Imperio Galáctico, centrándose en cumplir su última tarea como Jedi: proteger, desde la distancia, al hijo de su antiguo aprendiz, Luke Skywalker, quien podría convertirse algún día en la única esperanza para restablecer el equilibrio de la Fuerza. Pero un día, la llamada de ayuda de su antiguo amigo, Bail Organa, a quien le acaban de secuestrar a su hija Leia, lo obliga a regresar a la acción, y a enfrentar los traumas de su pasado.

La serie cuenta con un total de 6 episodios en la que, teóricamente, es una serie limitada de una temporada (solo el tiempo dirá si se queda así), y la premisa con la que se nos presenta la historia es, en principio, bastante buena. 

Por un lado, se nos presenta a Obi-Wan Kenobi, un hombre que vive traumatizado por los sucesos de La Venganza de los Sith, por cómo lo perdió todo, y la enorme culpa que siente por lo que sucedió con Anakin Skywalker, ya que se responsabiliza por su caída al lado oscuro y los crímenes y muertes que ocasionó, viendo como se encierra en sus traumas y se aísla del mundo, siendo la serie la historia de cómo este personaje, interpretado de nuevo por Ewan McGregor, supera poco a poco este trauma, recupera la fe y su conexión con la Fuerza, para convertirse en el sabio maestro Jedi que iniciara a Luke en los caminos de la Fuerza en el Episodio IV (que sucede aproximadamente 10 años después de esta serie).

En la lado contrario, tenemos a Darth Vader, el gran Lord de los Sith obsesionado en vengarse de Obi-Wan Kenobi, quien le derrotó, y mutilo, en la batalla final de La Venganza de los Sith, quien demuestra aquí lo profundo de la rabia, odio y resentimiento que tiene el personaje, dándonos varios grandes momentos en que el se impone en pantalla, y que gracias al regreso de Hayden Christensen, nos permite tener de vuelta (por muy poco tiempo) al Anakin Skywalker de las precuelas, para comparar al héroe que fue antes, con el monstruo que es ahora.

Del lado de las pequeñas sorpresas, tenemos a una joven Leia Organa, de apenas 10 años que, con su secuestro, se convierte en lo único que puede forzar a Obi-Wan Kenobi de salir del hueco donde está escondido para rescatarla. Vivien Blair, la joven actriz que da vida a la versión infantil de la icónica princesa Leia, hace un magnífico trabajo, en interpretar a la futura líder rebelde, y logra una relación con el personaje de Obi-Wan Kenobi que me encanta. 

Finalmente, del lado de las nuevas incorporaciones, tenemos a la Tercera Hermana Inquisidora Reva, interpretada por Moses Ingram, quien hace un gran trabajo en ser una usuaria del lado oscuro atormentada por todo lo que perdio el dia que se ejecutó la Orden 66, obsesionada en perseguir a Obi-Wan Kenobi, a quien considera culpable por haber entrenado en primer lugar a Anakin Skywalker, decidida a vengarse de Darth Vader por todo lo que le hizo, y siendo la gran contracara de este, al darse cuenta que continuar con su ciego deseo de venganza, la convertiría en el monstruo que le atormentó de niña. 

Todo esto lleva a un final épico, donde vemos la superación del trauma por parte de Obi-Wan Kenobi, quien se convierte definitivamente en el personaje que en su día interpretó Alec Guinness en la Star Wars original, nos demuestra lo profundo del conflicto dentro de Darth Vader, quien permanece sumido en el lado oscuro, sin que aparentemente nadie lo pueda sacar de ahí, y que en general, es un final con todo lo que los fans de la saga podían esperar en un inicio. 

Dicho esto, si me gusta la premisa inicial y el final, ¿dónde está el problema de Kenobi? ¿Qué evita que esta serie sea genuinamente buena?

El primer problema es el mismo canon de Star Wars. El gran punto de venta de Lucasfilm es la creación de un gran universo interconectado, donde cada libro, serie, cómic, videojuego y película, cuenta una parte del universo de Star Wars. Obi-Wan Kenobi inicia y termina en dos puntos claros e inamovibles: La Venganza de los Sith y Una Nueva Esperanza, por lo que su inicio y final jamás puede contradecir a las películas. 

Esto significa que lo único que puede hacer la serie para sorprender es con el desarrollo, en contarnos al detalle el paso de una película a otra, y ahí es donde falla. Presenta bien al Kenobi traumado del inicio y el Kenobi con renovadas esperanzas del final, pero no se siente coherente el paso de un estado a otro, siendo el final el necesario de cara a lo que sucede en el resto del canon, pero que la serie no se ha merecido, por la muy mala forma en que construyó la historia.

Por ejemplo, el final de The Clone Wars, con Ahsoka sobreviviendo a la ejecución de la Orden 66, es tan épica, en parte, porque es la conclusión trágica de una gran historia que hemos visto a lo largo de 7 temporadas, que nos presenta a Ahsoka teniendo que luchar contra unos clones que han sido sus hermanos de armas durante 3 años de guerra, en una Guerra de los Clones que termina con una horrible traición contra los Jedi. En cambio, lo que sucede al final de Obi-Wan Kenobi, aunque me gusto como fan de Star Wars, sucede por el poder del guión, porque así deben ser las cosas para Una Nueva Esperanza, no porque la serie llegará naturalmente a esa conclusión.

Peor aún, para haber promocionado tanto que Hayden Christensen regresaría, su presencia en pantalla es mínima. Darth Vader usa un casco el 99% del tiempo, y con ella puesta, su voz la hace James Earl Jones, no Hayden Christensen, y en esta serie ni eso, ya que usaron un programa de Inteligencia Artificial para rejuvenecer su voz, igual a lo que hicieron con el joven Luke Skywalker en The Mandalorian y Boba Fett. Ni siquiera podemos asegurar que sea Hayden Christensen quien use la armadura, ya que se usaron hasta dos dobles para dar vida al personaje en distintas escenas.

Yo esperaba que traer de vuelta a Hayden Christensen implicara más escenas de un joven Anakin Skywalker, de profundizar su relación con Obi-Wan Kenobi, para así explicar mejor el trauma que tiene Kenobi al ver a Darth Vader. Pero al final esto apenas se limita a un solo flashback y poco más, sintiéndose como un enorme desperdicio tener de vuelta a Hayden Christensen para que casi no muestre su cara. 

Para empeorar aún más esto, se siente que Vader tiene poca presencia en la serie, ya que mucho del antagonismo que vemos es entre Reva y Kenobi. Y aunque me agrada Reva, y condeno a los idiotas que atacaron a Moses Ingram por su color de piel, esta es una serie sobre Kenobi que solo tendrá 6 episodios, hubiera preferido que se centren en Darth Vader como villano, que darle co-protagonismo a un personaje nuevo que podrían haber introducido en su propia serie.

El siguiente gran problema de la serie es su lógica interna, ya que tiene varios momentos donde los personajes hacen cosas que simplemente no tienen sentido. Por ejemplo, en el primer combate de Kenobi con Vader, luego de que este le derrote, vemos como enciende el fuego con su sable de luz rojo, y arrastra a Kenobi por las llamas, para luego apagarlo mediante la Fuerza y ordenar su arresto. Inmediatamente después, vemos como llega Tala (interpretada por Indira Varma), enciende de nuevo el fuego, agarra a Kenobi y se lo lleva, todo a la vista de Vader, quien no apaga el fuego como hizo 5 minutos antes y los detiene. 

Y lo mismo pasa en todo el cuarto episodio, el peor de toda la serie. Su llegada a la sede de los Inquisidores, el cómo Tala  acaba con los imperiales que le quieren detener, el Obi-Wan Kenobi explorando sin problemas la base, el cómo escapan con el peor disfraz jamás visto, o el que resulte que Reva los dejo “escapar” para rastrear la red que ayuda a los antiguos Jedi, son solo la punta del iceberg de una serie que pierde mucha calidad en los episodios 3 y 4.

El siguiente problema, está en la falta de originalidad. Obi-Wan Kenobi utiliza varios giros argumentales que ya hemos visto en la saga varias veces. El héroe cansado que debe rescatar a alguien, que resulta ser una pequeña y dulce criatura, como sucede en The Mandalorian y The Bad Batch; el huir de un Imperio repleto de soldados incompetentes, o infiltrarse en una base sin cámaras de seguridad, sensores o guardias, como sucede en todas las series de Star Wars; el huir de una flota imperial que no los destruye de un tiro porque si, como pasó en The Last Jedi; he incluso el épico encuentro final, con Vader teniendo su casco destruido a la mitad, aunque me encanto, es similar al duelo final que tuvo con Ashoka en Star Wars Rebels. 

Todo esto en una serie que, recordemos, su inicio y final están bajo la dictadura de La Venganza de los Sith y Una Nueva Esperanza. El único espacio para algo de originalidad es el medio, y este está tan repleto de tantos clichés ya vistos en la saga, y mejor ejecutados en otros casos, que solo hacen notar las costuras a un guión que, incluso en sus buenos capítulos (los dos primeros y el final) ya pecan de no arriesgar en nada.

Esto todavía podría salvarse con la dirección, pero ahí entramos en el cuarto problema de Obi-Wan Kenobi. Deborah Chow, quien dirigió todos los capítulos de la serie, demuestra ser mejor que Robert Rodriguez, quien dirigió El Libro de Boba Fett, ya que Kenobi es una serie mucho más enfocada en que quiere contar y en cómo. Pero ser mejor que El Libro de Boba Fett no es igual a bueno, ya que Obi-Wan Kenobi tiene una mala fascinación por filmar con cámara en mano, lo que nos da combates donde es difícil disfrutar de la acción, algo que es especialmente frustrante en el primer duelo de Kenobi con Vader, donde no ayuda en nada la mala iluminación y la coreografía, dos problemas que se repiten, varias veces, a partir del episodio 3.

Llegados a este punto, lo que podría rescatarse es al menos la banda sonora, terreno donde hasta El Libro de Boba Fett nos dejó un buen tema musical, pero incluso aquí la serie decepciona. Y esto no pasa porque desprecie el deseo de las nuevas producciones de Star Wars de ir más lejos que solo reutilizar el trabajo de John Williams en las películas, ya que se aprecia que quieran tener nuevas bandas sonoras, y con que cumpla su trabajo, ambientar la escena de turno y poco más, me conformo. 

El problema es que, en una serie dónde está Leia Organa, Darth Vader y Obi-Wan Kenobi, y cada uno posee un tema icónico en las películas, la serie se niega a usarlos casi hasta el final, dejándonos con una banda sonora que peca de genérica. No es sino en el último episodio, donde la banda sonora por fin recuerda que esto es Star Wars, dándonos la Marcha Imperial, el tema de la Fuerza, o una canción que parece inspirada en el “Battle of the Heroes” de La Venganza de los Sith. Aprecio que quieran tener nuevas bandas sonoras, pero esto no debería aplicar a personajes clásicos de Star Wars, que ya tienen canciones muy asociadas a ellos. 

Lo más triste viene de la mano del tema principal de Obi-Wan Kenobi, compuesto por el mismo John Williams. La canción completa, comparado al resto de la banda sonora de la serie, es buena, aunque lejos de lo mejor que John Williams nos ha dado en su amplia carrera, pero el trozo que usan para el opening, que muestra el logo de la serie y poco más, me recuerda más a Spider-man que a Star Wars. Puede ser cuestión mía, pero no ayudó en mi impresión general de la banda sonora. 

Todos estos problemas son muy lamentables, ya que los dos primeros capítulos de la serie me habían dejado una muy buena impresión, teniendo ahí el potencial de dar una historia de trauma y superación a Kenobi muy buena, a lo que se le unía la posibilidad de usar a Hayden Christensen para desarrollar las obsesiones de Darth Vader, de una forma que solo hemos visto en los cómics.

Como fan de Star Wars, el final me gusto, pero como espectador, la serie trata tan superficialmente los temas que deberían ser el eje central de su trama, que en caso de funcionar, es gracias a tener a Ewan McGregor y a Hayden Christensen, y por todas las historias que el canon ha construido alrededor de sus personajes, que por lo que la misma serie ha construido, y habiendo visto The Mandalorian, The Bad Batch, o especialmente el final The Clone Wars, que son buenas por sí mismas, esta serie de Obi-Wan Kenobi termina decepcionando, porque se limita a ser un refrito de ideas ya usadas hasta el cansancio en Star Wars, unidas con el mínimo esfuerzo para no ser mala.

Espero que les haya gustado mi video del día de hoy. No olviden dejar algun comentario, que me interesa mucho saber su opinión, así como hacer clic en Me Gusta, en suscribirte o en la campanita, ya que no solo recibiras mas videos mios en el futuro, sino que me apoyarias para alimentar el algoritmo de YouTube y hacer crecer el canal. Agradeciendo todo el apoyo que me brindan, les deseo un buen día y hasta pronto.