La falta de unidad en la Mesa de la Unidad Democrática

La falta de unidad en la Mesa de la Unidad Democrática

En los últimos meses, los partidos de la oposición venezolana, agrupados en una coalición irónicamente llamada Mesa de la Unidad, no han mostrado Unidad ante el público.





Algo que se hizo evidente para el público, luego de la implantación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Nicolás Maduro, y del anuncio de las próximas elecciones regionales para elegir a los gobernadores (con un año de atraso), fue el de las divisiones internas dentro de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Divisiones entre continuar las protestas o no, de cómo actuar frente a la ANC, o de incluso de ir o no a las elecciones regionales, ante el mismo Consejo Nacional Electoral (CNE) que hizo la descarada trampa en la elección de los constituyentistas de la ANC.

El gran problema de la MUD es su mala tendencia a permitir que sus diferencias internas, propias de una coalición de partidos de diversos orígenes, se hagan públicas y notorias. Existen decenas de rumores, expertos y analistas que hablan de las diferencias internas, facciones y grupos que dividen el PSUV, pero al final, de existir, son diferencias que se mantienen puertas adentro, en privado y en «familia»; el publico jamas ve un PSUV divido o con luchas ideológicas o de acción, al contrario, percibe a un PSUV unido y cohesionado en unos mismos objetivos y aspiraciones, lo cual es una parte vital de la estrategia del PSUV de ocultar su baja popularidad como su fracaso ante la crisis absoluta que vive el país producto de sus políticas, mostrando una sólida unidad, tanto de sus partidos, como de los pocos seguidores que todavia conservan.



La MUD, por el contrario, al estar conformada por partidos de múltiples orígenes, ideologías e intereses, únicamente unidos en su enemistad mutua contra el PSUV y el gobierno de Nicolás Maduro, tienen muchas dificultades en lograr la misma unidad publica del PSUV. Al ser una coalición, y no un partido como tal, la MUD tiene problemas para lograr una disciplina que todos sus miembros sigan a cabalidad, de lograr acuerdos que todos respeten y cumplan por igual, o de lograr incluso un discurso unido, claro y cohesionado ante el público. A fin de cuenta, siguen siendo múltiples partidos, de distinto tamaños, y con interés propios.

Esto ha llevado a que dentro de la MUD surjan distintas corrientes, que varían en el tiempo acorde a los intereses de los partidos, que buscan imponer sus opiniones, y que no en pocas ocasiones, demuestran sus diferencias en publico. Un ejemplo lo vimos al momento de decidir si ir o no a las elecciones regionales, con unos partidos llamando a ir a las mismas, otros negándose, y ambos bandos hablando públicamente de sus ideas contradictorias, como forma de imponer su opción ante el resto de la MUD. Otro ejemplo claro de esto son las distintas veces que el tema del diálogo MUD – gobierno surge.

Esas diferencias públicas entre los distintos partidos de la MUD, frente a la aparente unidad monolítica del PSUV, solo causa confusion entre los seguidores de la MUD, poca claridad de los pasos que efectivamente seguirá la MUD en un futuro, y enojo en los seguidores de la coalición cuando los discursos y acciones mal ejecutadas, precisamente por estas divisiones, no logra los efectos esperados o prometidos. Poco importa que el PSUV sea sumamente impopular, que sean pésimos gobernantes, que todos los expertos digan que sus miembros están divididos y enfrentados entre sí o que las encuestan señalen que pueden perder casi todas las gobernaciones del país: mientras los dirigentes del PSUV sientan que para sobrevivir, deben mantener unidad ante el público, y seguir con disciplina las mismas acciones y objetivos, el PSUV tendrá mas fácil el lograr sus objetivos y aspiraciones que una MUD donde sus miembros discuten abiertamente y no pueden ponerse de acuerdo ni para dar un mismo discurso.



Si la MUD aspira a salvar lo que queda de Venezuela, ganarle al PSUV la mayoría (sino todas) las gobernaciones en las próximas elecciones, y forzar al gobierno a un diálogo real, los miembros de la MUD deben entender que la situación actual los obliga a que sus diferencias y discusiones deben ser mantenidas, a toda costa, en privado; que ante los ojos del público y los medios de comunicación, deben mostrar una sólida unidad, no solo en palabras, sino en las decisiones y actos llevados a cabo por la MUD y sus miembros.

Solo con los miembros de la MUD cumpliendo con obediencia un mismo discurso y unos mismos objetivos, lograrán crear la imagen de una verdadera unidad ante las personas, que combinado con una necesaria mejora en su capacidad de comunicar sus ideas, objetivos y decisiones, y mejores formas de dirimir las diferencias entre los miembros de la coalición, se podrá recuperar la confianza de los ciudadanos, que ya están cansados no solo de las políticas fracasadas del PSUV que han sumido a Venezuela en su peor crisis, sino de una MUD que no lograr cumplir sus promesas, y que por sus peleas internas pareciera mas preocupada por la política que la crisis en sí.

Si la MUD no logra una verdadera unidad, que demuestre que pueden actuar con la disciplina y madurez que requiere la crisis actual, que les permita prometer y alcanzar objetivos realistas, el apoyo ciudadano hacia la MUD (que actualmente está desanimado y apoyándolos únicamente porque la alternativa es apoyar al PSUV que llevó a Venezuela a esta crisis) durará tanto como tarde en surgir alguna tercera opción, que si sepa cumplir con los deseos de esa mayoría ansiosa de un cambio (y mas importante, una solución a la crisis) en el país; una tercera alternativa que podría dejar las puertas abiertas a algún populismo o totalitarismo igual o peor a lo que ya sufrimos hoy en dia. El que Venezuela recupere su democracia, y no caigamos a algo peor, depende de cuánto nivel de disciplina y unidad den los partidos que conforman la MUD.