Resident Evil de S.D. Perry – ¿La Adaptación definitiva? [Análisis]
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Hace unos meses, los fans de los videojuegos de terror “disfrutaron” (o más bien odiaron) el tercer intento de adaptar la saga Resident Evil al live action, esta vez en forma de serie para Netflix, y el consenso general fue que era una serie regular tirando a mala, siendo el único debate real si esta versión era menos mala o peor que las películas protagonizadas por Milla Jovovich, siendo la fuente de innumerables memes que los fans hicieron a costa de la serie.
Pero una vez superada la ya cancelada serie de Netflix, es inevitable preguntarnos, ¿existe alguna buena adaptación de Resident Evil fuera de los videojuegos? No en vano, una saga tan famosa, y que genera tanto dinero, ya ha visto la luz en otros formatos, como las películas animadas que, teóricamente, están dentro del mismo universo de los videojuegos, e incluso mangas que, en conjunto, expanden la historia de la saga.
Pero aunque estas adaptaciones son, para mi gusto, mejores que los lives action de Resident Evil, especialmente las películas animadas, estas no dejan de ser interpretaciones que, a mi parecer, nunca han captado bien el espíritu de los primeros juegos. Incluso las películas animadas, que tuvieron un buen comienzo con Resident Evil: Degeneration de 2008, han terminado yendo más y más hacia la acción.
Así que, teniendo las ansias de un verdadero Resident Evil luego de la serie de Netflix, que reflejara las ideas originales de la saga, pero teniendo una total flojera de jugar de nuevo los juegos, decidí repasar, la que considero, es la adaptación definitiva de Resident Evil, la que capta, como nadie, lo que los juegos originales de PlayStation 1 transmitieron a los jugadores a finales de la década de los 90: los libros escritos por S. D. Perry, que abarcan la trilogía original, Resident Evil Zero, Code Verónica y un par de libros que son historias originales de las novelas.
Para este pequeño análisis de algunos de estos libros, acompañare el video con gameplay de los remakes, no solo porque ambientan bien el video de hoy, sino porque así no enojaremos al señor algoritmo de YouTube y su estricta defensa de los derechos de autor que tanto molesta cuando hago videos sobre películas y series.
ADAPTANDO BIEN A RESIDENT EVIL
A finales de la década de los 90, cuando Capcom estaba consolidando a Resident Evil como una exitosa saga de terror en videojuegos, Pocket Books, una división de Simon & Schuster, adquirió los derechos para publicar novelas bajo el nombre de Resident Evil.
El plan original de la editorial era que Steve Perry, conocido por su serie de libros “Matador”, así como por colaborar con varios libros para Star Wars, Alien y Conan, escribiese las novelas de Resident Evil, pero al final él recomendó a su hija, Stephani Danelle Perry, mejor conocida como S. D. Perry, que escribiera los libros en su lugar.
Aunque se contaba con los derechos de los videojuegos, al escribir los libros, S.D. Perry no tuvo acceso a ningún material adicional o notas de los desarrolladores de parte de CAPCOM. Para compensar esto, S.D. Perry se basó en los manuales del juego, y en Resident Evil: The Book, que es un preludio al juego original escrito por Hiroyuki Ariga, para inspirarse.
El primer libro de esta serie se llama The Umbrella Conspiracy, que es una adaptación del primer videojuego que fue publicado a finales de 1998; El segundo es una historia original de la autora titulada “Caliban Cove” protagonizada por los personajes del primer juego; el tercero es “City of the Dead”, una adaptación de Resident Evil 2; el cuarto es “Underworld”, otra historia original de S.D. Perry; el quinto y el sexto son “Nemesis” y “Code Veronica”, basadas en los juegos del mismo nombre, y el último de esta de novelas es Resident Evil Zero, que adapta el videojuego precuela de toda la saga, y que fue publicado en 2004.
Dado que es una serie de libros que ya tienen bastantes años a sus espaldas, y que realmente no soy tan fan de la saga, los únicos que he leído son los que adaptan los tres primeros juegos de Resident Evil. Pero aun no habiendo leído todos, estas obras me encantan porque entienden, como nadie posteriormente, que es lo más importante en la historia de la saga de Capcom.
Algo que comentaba en mi análisis de la serie de Resident Evil para Netflix, es que el “survival horror” de esta saga nunca fue solo por su historia, que no deja de ser cine de terror de bajo presupuesto que cae en todos los clichés del género de zombies; por algo las primeras películas de Resident Evil de Paul W. S. Anderson parecen copias de “El Amanecer de los Muertos”.
Lo que hizo única a la saga fue su jugabilidad. El estar en una mansión infectada de monstruos, con poca munición, teniendo que administrar cuando atacar y huir, para no desperdiciar balas y hierbas curativas inútilmente, debiendo explorar un escenario en busca de pistas que te ayuden a resolver los rompecabezas, y poder así avanzar en la trama, todo mientras tienes a un personajes que es difícil de mover, y mas aun de apuntar su arma, con cámaras fijas que hace difícil ver dónde están los enemigos, es lo que asociamos a Resident Evil, y lo que generaba la tensión y miedo en el juego.
Las películas de Paul W. S. Anderson, y la serie de Netflix, fallaron en adaptar esta saga como querían los fans, precisamente porque prefirieron inspirarse más en la historia que en la jugabilidad, causando que mucho de lo que pensamos de un Resident Evil no se viese en sus live action.
En cambio, las novelas de S. D. Perry se siente como un excelente intento de traer el survival horror de los juegos, teniendo todos estos momentos de los personajes en situaciones imposibles, rodeados de monstruos, teniendo que actuar inteligentemente para no desperdiciar a lo loco sus recursos, sintiendo en todo momento el terror que ellos sienten, lo limitados que están, el cómo se salvan por los pelos muchas veces, y como se sobreponen a todo para seguir adelante y sobrevivir.
Lo mejor es que S. D. Perry aprovecha para tratar de hacer algo que la saga no tenía en su inicio: continuidad.
Los dos primeros Resident Evil permiten elegir con qué personaje completar la historia: Chris Redfield y Jill Valentine en el primero, Claire Redfield y Leon S. Kennedy en el segundo, siendo la gracia completar el juego con uno, para luego repetirlo desde el punto de vista del otro.
El problema, es que dentro de los dos primeros Resident Evil hay varias inconsistencias, ya que cada historia de estos personajes no es paralela a la otra, sino más bien versiones distintas de la historia, que aún así deberás completar para entender por completo todo, por lo que no hay una sola narrativa para entender los dos primeros títulos.
Y aunque esto mejoró a partir de Resident Evil 3, la realidad es que esta franquicia nunca ha tenido como prioridad desarrollar una continuidad clara entre cada título, siendo un pequeño reto darle sentido a todo lo que los juegos y películas animadas de Resident Evil nos han contado.
Aquí es donde más brillan las novelas de S.D. Perry, ya que la autora se propuso darle una continuidad más clara a la historia de los primeros juegos, conservando todos los momentos importantes de cada trama, pero mucho más coherente.
Además, esto permitió agregar bastante relleno a las novelas, que da mejor contextos los eventos, y enriquece más la historia de sus personajes, como el porque Jill se unió a los STARS de Raccoon City, las sospechas que Chris ya tenía de que algo raro pasaba con Umbrella antes del primer juego, la obsesión compulsiva de Albert Wesker por ser un profesional siempre en control, o lo profundamente perturbado que estaba el jefe de policía Brian Irons, por solo mencionar algunos.
Incluso logra darle una explicación coherente (dentro de lo que cabe en una saga con zombies y monstruos) a los ridículos rompecabezas de la Mansión Spencer, Raccoon City y los laboratorios de Umbrella.
Claro, esto no es perfecto, ya que estos libros empezaron a publicarse luego de que saliera a la venta Resident Evil 2 en 1998 por lo que, en cierto momento, estos se escribieron paralelo a como iban saliendo los juegos, y con nulo apoyo de CAPCOM, algo que se nota entre Resident Evil 2 y 3, ya que la autora asumio en un inicio que Jill Valentine se fue de Raccoon City con el resto del grupo STARS, antes de los eventos del segundo juego, y al hacer el libro basado en el tercer juego, donde ella es la protagonista, no tuvo más remedio que agregar una nota explicando que eso fue un error imposible de evitar.
Pese a estos detalles, S.D. Perry logra adaptar la idea del survival horror de los juegos en las novelas de forma magistral, enriqueciendo con muchos buenos detalles la trama de los juegos, pero conservando en todo momento la base de la historia: cine de terror de serie B, por lo que la trama, aunque mejor explicada y detallada, sigue siendo sencilla: unos protagonistas heroicos, que se sobreponen al horror, tratan de ayudar a quien pueden, y luchan valientemente para sobrevivir ante los horrores de la malvada corporación de turno.
Y aunque el resultado general de las novelas me dejó bastante satisfecho, solo hay un detalle que no me gustó: el personaje mejor conocido como Trent.
Como mencione antes, la saga, y en especial los primeros juegos, no se caracterizaron por desarrollar una historia a lo largo de sus entregas, sino que eran distintas tramas ambientadas en el mismo mundo: en o los alrededores de Raccoon City, en medio de una infección zombie culpa de la Corporación Umbrella, y realmente no es sino hasta Resident Evil Village, de 2021, que la saga se molestó en continuar de forma directa la historia de un título previo.
S.D. Perry buscó compensar esto, y trató de unir la trama de los primeros juegos, mediante la figura de Trent, qué es un misterioso personaje, con lazos no esclarecidos con Umbrella, que ayuda a los protagonistas, de una forma o de otra, a lo largo de todos los libros.
Y aunque se aprecia la intención, el resultado jamas me gusto, ya que Trent se siente como un Deus Ex Machina: un personaje que se ha leído el guión de antemano, que sabe todo lo que sucederá en la novela de turno, quién sobrevive y quién no antes que el resto, y que le da todas las herramientas que necesitan los protagonistas para avanzar.
Peor aún es que, dado que la autora escribió estos libros a la par que salían los juegos, no es como que Trent esté ejecutando un plan a largo plazo que la autora sabe a dónde va desde el inicio, sino que es el clásico “como vaya saliendo, vamos viendo”, con la autora ajustando constantemente las acciones y motivaciones de Trent a lo largo de las novelas, para ajustarse a la historia de turno.
En el caso de las novelas que adaptan los dos primeros juegos, esto no es un gran problema. La presencia de Trent se limita a darle un mapa de la mansión Spencer a Jill en el libro sobre el primer juego, y a contratar a Ada Wong en el libro sobre el segundo juego, por lo que si te tapas los oídos, cantas muy fuerte aleluya, y finges que en el primero Jill encontró ese mapa por su cuenta, y en el segundo que es Albert Wesker, la molestia que genera el personaje disminuye bastante.
El problema viene cuando llegamos al libro que adapta Resident Evil 3, donde Trent contacta a Carlos Oliveira para decirle que no confíe en Umbrella, y que vaya a un lugar específico cuando el arrive a Raccoon City, ya que esto no solo cambia las motivaciones del personaje, de alguien que confiaba en Umbrella, y poco a poco descubre que le mintieron, a alguien que sabe que le mintieron, y mantiene la fachada porque no sabe en quien confiar, sino que le da una mayor presencia en la historia difícil de ignorar.
Al final, Trent no es que sea un problema insalvable ni que arruine la experiencia, solo un ruido molesto en una adaptación que, hace un trabajo tan bueno en todo lo demás, que se siente completamente innecesario este añadido que, en mi opinión, aporta poco o nada a la historia original de los juegos.
CONCLUSIÓN
Las novelas de S.D. Perry son un excelente ejemplo de lo que los fans de Resident Evil siguen esperando de los live action: una adaptación a otro medio, que entienda no solo la historia, sino la jugabilidad de la saga, y trate de ser fiel a lo que los jugadores sintieron al disfrutar los primeros juegos que salieron en la PlayStation 1.
La tensión de enfrentar una horda de monstruos con poca munición, la incertidumbre de que vendrá a continuación, lo absurdo de la corporación Umbrella con sus rompecabezas y planes, todo enriquecido en una trama que aporta mas detalle a los personajes, y les da una historia y personalidad que no existían en los juegos, mientras conserva ese origen de cine de terror de serie B, es lo que más brilla en estas novelas.
Claro, mucho de este gran trabajo de parte de S.D. Perry parte de que ella escribió estas historias a la par de los primeros juegos, antes de que la saga girará más hacia la acción a partir de Resident Evil 4, y antes de las películas de Paul W. S. Anderson que, en conjunto, cambiaron por completo lo que entendemos de Resident Evil actualmente.
Considerando este detalle, de que es producto de otra época, aunque dudo que sean los mejores libros de terror, y menos aún a nivel general, las novelas de S.D. Perry logran ser unas magníficas adaptaciones, las mejores que la saga haya recibido desde entonces, por lo que si eres un fan decepcionado de cualquiera de los lives action, siempre tendrás estas fantásticas novelas para recordar que, hace tiempo, en algún lugar, alguien si entendió esta saga y supo adaptarlo bien.
Licenciado de Estudios Liberales de la Universidad Metropolitana de Venezuela. Me especializo en blogging, SEO y Analítica Web, además de ser un gran fanático de los videojuegos, el cine, el anime y los cómics.