RWBY: La Evolución del Entretenimiento [Análisis]

RWBY: La Evolución del Entretenimiento [Análisis]

Una de las cosas que más ha cambiado desde que era niño, es la forma en que nos divertimos, ya que en mi vida, he visto como la televisión tradicional dejó de ser el eje central del entretenimiento en el hogar, para ser reemplazada por los servicios de streaming que dominan en la actualidad. 

Y aunque para muchos, el surgimiento de Netflix como servicio de streaming, con series como House of Cards y Orange is the New Black en 2013, marcaron el momento en que sucedió este cambio, para mí ocurrió con una serie animada conocida como RWBY, estrenada ese mismo año, y que fue hecha por un estudio conocido como Rooster Teeth.

Por esto, hoy les quiero hablar un poco de cómo viví este paso de la televisión tradicional a los servicios de streaming, el papel que jugó Rooster Teeth y RWBY en esa transición, y mi opinión general de que hizo grande a la serie en su dia, y que problemas tiene a 10 años de su estreno.

El siguiente artículo es el guión del video que puedes ver aquí.

BIENVENIDOS A REMNANT 

Puede que, para muchos, el nombre de RWBY no sea especialmente importante, pero a nivel personal, es una serie que aprecio y sigo viendo a día de hoy, por ser una que me hizo ver como el entretenimiento estaba cambiando en el siglo XXI. 

Y es que, como alguien nacido en la década de los 90, soy de la época en donde el principal medio de entretenimiento, para un niño que pasaba mucho tiempo en casa, era ver series o películas, por lo que, o buscaba un buen canal de televisión, o esperaba que mis padres nos llevaran a mi hermana y a mi al cine, o en su defecto, nos compraran un VHS (si, tengo edad suficiente para haber tenido VHS).

Más aún, durante un buen tiempo solo teníamos televisión abierta en mi casa, que en el caso de Venezuela, significaba soportar las telenovelas de RCTV y Venevisión que le gustaban a mi mamá, ver innumerables repetición de El Chavo del 8 y el Chapulín Colorado, y esperar ansioso a que en Televen llegara la hora de los animes con Dragon Ball, Caballeros del Zodíaco o Sailor Moon (que veía mientras esperaba que salieran cualquiera de los otros dos), siendo el mayor avance en mi niñez cuando finalmente tuvimos televisión por cable, y pude ver los programas de Cartoon Network y Nickelodeon.

Pero a partir de cierto punto de los 2000, cuando ya era adolescente, finalmente tuvimos una computadora e internet en mi casa, y a partir de la segunda mitad de la década, empecé a disfrutar de la, por entonces, nueva página web que era YouTube, asombrandome de poder ver videos directamente en línea, sin tener que descargarlos en mi PC.

Y como fue en esta misma época cuando empecé a ser un fanatico de los videojuegos, o de sagas como Harry Potter y Star Wars, me dediqué en mis ratos libres a buscar todo lo que podía en internet, y en la recién creada YouTube, de estas sagas que habían captado mi atención, descubriendo en el camino una serie animada, que se convertiría en el inicio de como empecé a ver el entretenimiento con otros ojos. 

Dicha serie es Red vs Blue, creada en 2003 por Rooster Teeth, y su principal novedad es que fue la primera vez en mi vida en que vi como un estudio de animación hacia una serie animada, no para un canal de televisión consolidado, como era la costumbre hasta ese entonces, sino directamente para internet, en su propia página web, aunque luego estrenaron sus episodios al mismo tiempo en YouTube, que fue donde los descubrí (una vez que grupos de fans los tradujeron al español, ya que mi inglés en la época dejaba que desear). 

La serie, que originalmente eran unos cortos animados, llamó mi atención por su comedia, que parodiaba los videojuegos en primera persona, la vida militar y las películas de ciencia ficción, siendo de las historias más graciosas que recuerdo haber visto hasta el día de hoy.

Pero lo que le hizo destacar aún más fue su animación, no porque fuera la mejor que haya visto (todo lo contrario), sino porque no fue hecha desde cero, sino usando el multijugador de Halo: Combat Evolved para capturar video mientras hacían las locuras que pedía el guión de turno, y añadían su propio doblaje encima.

Adicional a esto, fue la primera vez en mi vida que descubrí que no solo que era posible crear nuevas cosas a partir de videojuegos ya creados, en este caso animación, sino que había toda una comunidad de fanáticos creando cortos animados bajo los mismos principios, y que incluso ya tenía un nombre establecido: Machinima (una mezcla de las palabras “Máquina” y “Cine” en inglés), cuya definición es el uso del motor grafico y recursos de un videojuego (texturas, modelos, personajes, escenarios, música etc) para crear animación. 

Y aunque no fueron los primeros en hacer esto, Rooster Teeth se convirtió para mí en toda una pionera, ya que no solo distribuyeron sus cortos animados en su propia página web en pleno inicio de los 2000, sino que lo hicieron varios años antes de YouTube y el auge del streaming tal como lo conocemos hoy, debiendo descargar los episodios en formato QuickTime o Windows Media Video para poder verlos, y todo para distribuir una serie que, al menos en comedia, no solo fue una de mis favoritas de la época, sino la primera vez que me interese tanto una obra que era 100% distribuido en internet, convirtiéndose en la primera serie animada que captara mi atención, fuera de lo que nos ofrecía el cine o la televisión tradicional.

Pero esto no fue lo único que descubrí, ya que en esa misma época, terminé encontrando otro corto animado titulado “Dead Fantasy”, que era un mezcla muy curiosa entre los personajes de Dead or Alive y Final Fantasy luchando entre sí.

Dicha serie no tuvo el mismo impacto en mi que Red vs Blue ya que, a diferencia de este, que perduró en el tiempo hasta nuestros días (de hecho, es de las series web más antiguas todavía en transmisión), “Dead Fantasy” solo tuvo 6 cortos animados que, juntos, duran poco más de 30 minutos. 

Pero todavía recuerdo estos cortos porque, tenían unas escenas de combate espectaculares, con una épica coreografía acompañada magistralmente por la música (que hoy en dia no superarian el filtro de copyright de YouTube), y que, pese a no tener realmente una trama, lograba contar muy bien una historia centrada en lo visual y en transmitir las emociones de los personajes, habiendo momentos impresionantes, por cómo los personajes daban todo de sí por tratar de ganar el combate. 

Por supuesto, en su momento no tenía idea del impacto que esto tendría más adelante, ya que en ese entonces, además de que realmente nunca tuvieron un final (solo se hicieron 6 episodios), su creador, Monty Oum, terminó dedicándose a hacer otras cosas, un camino que haría que, sin saberlo, terminará haciendo la que sería su obra más famosa.

Monty Oum nació el 22 de junio de 1981, y empezó a hacerse conocido en 2007 cuando se estrenó “Haloid”, su primer corto animado antes de “Dead Fantasy”, donde Samus Aran de Metroid peleaba contra un Spartan de Halo, antes de unir fuerzas en contra de hordas de alienígenas del covenant. Su trabajo causó tan buena impresión, que pronto recibió varias ofertas de trabajo, yendo primero a la ya desaparecida Midway Games, y en 2008 a Namco Bandai Games, donde trabajó como Diseñador de Combates y Animador de Afro Samurai.

Pero luego de ver lo desgastante que era la vida de desarrollar juegos, y que todo el duro trabajo haciendo Afro Samurai no llevó a un éxito en ventas, y que su secuela no fuera aprobada, se dio cuenta que el hacer videojuegos no era para él, prefiriendo abandonar este mundo y regresar al de la animación. 

Aquí es donde su camino se cruza con Rooster Teeth, empresa que ya había mostrado interés en su trabajo, y a la cual se uniría en 2010, convirtiéndose en el animador principal del programa estrella del estudio: Red vs Blue, donde trabajaría desde la temporada 8 hasta hasta la 10. 

No es casualidad que Red vs Blue tuviera cambios importantes en estas temporadas, como el uso de sus propias escenas CGI, adicionales a lo que capturaban de los juegos de Halo de turno, y que les permitió tener las espectaculares batallas coreografiadas características de Monty Oum, sino que fue en este momento en que personajes como Carolina, o el Proyecto Freelancer fueron introducidos. 

Pero con el tiempo, y una carrera y fama en ascenso, Monty Oum finalmente tuvo la oportunidad de crear su propia serie original que, inspirada en personajes de cuentos de hadas, su talento para crear historias visualmente impactantes, con impresionantes batallas coreografiadas y un enfoque en la emoción y espectacularidad, nos daría la que sería su mejor obra (y por desgracia la última).

EL EQUIPO RWBY

Finalmente llegamos a la que es la estrella de este video: RWBY, serie creada en 2013 que, combinando elementos de fantasia, ciencia ficcion y accion, nos presenta al equipo que da nombre a la serie, llamado así por las iniciales (y los colores en inglés) de las protagonistas: Ruby Rose, Weiss Schnee, Blake Belladonna y Yang Xiao Long.

La trama se ubica en Remnant, un mundo que está habitado por peligrosas criaturas conocidas como Grimm, donde los humanos han descubierto una sustancia llamada “Dust”, que les otorga poderes y habilidades que les ha permitido combatirlos. Nuestras protagonistas, junto a otros jóvenes, se han unido a la Academia Beacon, que les entrenará para convertirse en cazadores, para así enfrentar a los Grimm y proteger al mundo de su amenaza.

Los dos primeros volúmenes de esta serie fueron, en gran medida, una evolución a lo que Monty Oum ya había hecho en Haloid y Dead Fantasy, especialmente este último, solo que ahora contaba con una historia más elaborada (por no decir que ahora si tenia una), actores de doblaje profesionales, y música y personajes originales.

Pero lo que realmente me impresionó de la serie fue su calidad. En aquella época, todavía asociaba la animación CGI en televisión con las series que había visto cuando era niño, como ReBoot de 1994, Beast Wars: Transformers de 1996 o Jimmy Neutron de 2002. Si bien estas series eran divertidas en su momento, sus gráficos envejecieron muy rápido y mal.

Y aunque la animación CGI de 2013 no es como que no hubiera envejecido a día de hoy, había mejorado bastante, siendo grandes ejemplos programas como Iron Man: Armored Adventures de 2009, o una de mis eternas favoritas, Star Wars: Clone Wars de 2008.

Por esto me impresionó tanto RWBY cuando lo vi por primera vez en 2013. Claro, Rooster Teeth no tenía el personal o presupuesto de estudios como Disney, Cartoon Network o Nickelodeon, y eso era algo que se notaba en la animación, pero considerando este factor, y que la serie previa de Rooster Teeth era Red vs Blue, lo que recibimos con RWBY fue una serie que brillaba en su historia, personajes, coreografías y música, al grado de que no solo no tenía nada que envidiarle a las grandes series animada de la televisión, sino que podría haberse transmitido directamente en uno de estos sin problemas.

Algo que en especial me gusto fueron los combates. Se que a estas alturas ya lo he mencionado bastante, pero es que literalmente lo primero que vemos de esta serie es una impresionante batalla de Ruby contra un grupo de criminales, que rápidamente nos muestra el tono que domina a esta serie: combates caracterizados por su rapidez, agilidad y una compleja coreografía, repleta de acrobacia, artes marciales, peleas cuerpo a cuerpo y armas, que suelen ser muy dinámicos y fluidos, como si fueran una danza, siempre usando de forma brillante la banda sonora de turno. 

La historia, por su parte, es básicamente una enorme introducción a su mundo, a ver cómo se forman las relaciones entre las protagonistas, superando poco a poco sus diferencias para entablar una sólida amistad, al tiempo que, poco a poco, descubren las terribles conspiraciones que suceden tras bambalinas que amenazan a Beacon. 

Por todo esto, cuando vi RWBY por primera vez en 2013, vi que ese proceso iniciado con Red vs Blue, de ser solo una alternativa de bajo presupuesto a la televisión tradicional, se consolidó con una serie animada, que tenía una calidad que la hacía una alternativa viable a lo que canales como Cartoon Network o Nickelodeon ofrecían en la televisión tradicional, una idea que se asentó por completo cuando, ese mismo año, vi House of Cards en Netflix, una serie cuya calidad ya no solo se acercaba a la televisión tradicional, sino que la igualaba y superaba, siendo aquí cuando finalmente vi que la era de la televisión, como centro del entretenimiento en el hogar, había llegando a su fin. 

Y aunque RWBY fue un éxito inmediato, siendo aclamado tanto por la crítica como por el público, rápidamente sufrió una terrible tragedia que la marcaría desde entonces: la muerte en 2015 de su creador, Monty Oum, a causa de una reacción alérgica, a mitad del desarrollo del Volumen 3. 

¿PERDIENDO SU MAGIA?

Aunque RWBY siempre fue un trabajo en equipo dentro de Rooster Teeth, la realidad es que la muerte de Monty Oum afectó al desarrollo de la serie a partir de la temporada 3, siendo varios los pequeños detalles que se hicieron evidentes en las siguientes temporadas.

La primera y más obvia fueron las batallas coreografiadas que, aunque jamás han llegado a ser malas, manteniendo siempre un mínimo de espectacularidad y acción, que se vio beneficiado con el aumento de presupuesto para mejores gráficos y animaciones, si se sintió que perdió la creatividad y originalidad de las dos primeras temporadas, siendo batallas menos fluidas y emocionantes, donde ya no se veía esa danza que Monty Oum supo imprimir en sus combates.

No es sino en las últimas temporadas que un poco de esa magia se ha ido recuperando, pero sin llegar a la calidad que tenía en un inicio. 

El segundo elemento que más cambió fue la historia, ya que a partir del Volumen 3, la trama abandona el tono ligero de aventura que le caracterizó y, a medida que fueron presentando más villanos, y temas como la lealtad, la traición, la pérdida y el sacrificio, se fue haciendo más oscura y compleja, donde cada personaje debe enfrentar grandes desafíos y conflictos personales, con un desarrollo más complejo y significativo. 

Y no se equivoquen, la idea me encanta, ya que la historia ha ido en un “in crescendo” constante, donde la amenaza es cada vez mayor, no hay salidas obvias, y nuestros héroes deben tomar decisiones difíciles para salvar el día.

Las mayores beneficiadas de esto han sido las protagonistas, a quienes hemos visto desarrollarse a lo largo de los años. Yang ha pasado de ser una persona impulsiva y descuidada, a alguien más paciente y empática con los demás; Blake ha pasado de ser un personaje reservado, distante y dominada por sus miedos, a alguien más decidida y valiente, que supo confiar en sus amigas; y Weiss ha pasado de ser una niña mimada y arrogante, a alguien que genuinamente se preocupa por los demás.

Pero quien más ha brillado, especialmente en el Volumen 9, ha sido Ruby, ya que hemos visto como esa niña alegre y optimista del Volumen 1, con una visión idealizada de los cazadores como héroes que defienden a los inocentes y siempre ganan, ha debido enfrentarse a conflictos, traiciones y pérdidas que le han dejado traumada, más al asumir el peso del mundo sobre sus hombros, sin compartir sus penas y dolor con sus amigas, debiendo encontrar de nuevo la motivación para seguir adelante.

El problema es que la trama central de RWBY, la lucha contra Salem para salvar al mundo, está tardando demasiado en desarrollarse. No fue sino hasta la tercera temporada que finalmente nos presentaron a Salem como la gran villana y, aunque en el camino hemos conocido su origen, motivaciones, planes y visto varias peleas emocionantes, la realidad es que, a 10 años de su estreno, no solo no se siente que RWBY esté más cerca de darle un final a este conflicto, sino que el poder y maldad de Salem solo está creciendo, sin un final a la vista.

Y en parte, puedo entender el porqué. Aunque Red vs Blue tiene un éxito incuestionable, al ser la serie que les hizo famosos en primer lugar, y seguir sacando episodios y spin-off a dia de hoy, la realidad es que no es un producto original, sino un derivado de Halo, por lo que cualquier cosa que hagan con Red vs Blue, está limitado a lo que 343 Industries y Microsoft les permitan hacer, algo que realmente nunca ha sido un problema, ya que siempre ha habido una relación cordial, pero no quita que Red vs Blue no es 100% original del estudio.

Y aunque son muchas las series que han hecho, como gen:LOCK de 2019, que contó con la voz de Michael B. Jordan, la realidad es que, fuera de Red vs Blue, son pocas, por no decir ninguna, las series de Rooster Teeth que han alcanzado una fama similar. 

Una de ellas, como es obvio, es RWBY, que tiene la ventaja de ser 100% propiedad del estudio, algo que han aprovechado para sacar todo tipo de contenido, como un manga escrito e ilustrado por Shirow Miwa, varios videojuegos, tanto para smartphone como consolas, un spin-off estilo chibi centrado en la comedia, una serie anime, que es una mezcla curiosa entre un remake del Volumen 1 con una historia original, y un comic crossover con la Liga de la Justicia, que hace poco fue adaptada a su propia película animada. 

Básicamente, Rooster Teeth no tiene ninguna prisa en darle un final a su mayor serie original, algo que es totalmente comprensible.

Pero en esa búsqueda de seguir explotando la serie tanto como se pueda, siento que se corre el riesgo de estirar demasiado el chicle; no en vano, hay un límite de cuánto puedes desarrollar al cuarteto protagonista sin que la trama central avance. 

En mi mundo ideal, preferiría que RWBY tuviera un desarrollo como el de Avatar: El Ultimo Maestro Aire (no confundir con las películas de James Cameron que les quitaron el nombre), donde la trama central de la serie presente, desarrolle y derrote al villano de turno, y cada temporada, no solo haga avanzar un poco la trama central, sino desarrolle a los personajes poco a poco, todo en un número concreto, razonable, y por encima de todo, corto de temporadas, que no se alargue más de lo necesario. 

En su defecto, dado que no veo razones para que Rooster Teeth quiera darle un final a RWBY en un futuro cercano, la otra opción es seguir el ejemplo de animes como Dragon Ball, One Piece o Naruto: una trama que se alarga indefinidamente durante décadas, pero que está dividida en arcos argumentales con un inicio, desarrollo y final independientes, para que así acaben de una buena vez la trama de Salem, pero den espacio para seguir expandiendo este universo con nuevos villanos e historias. 

En cualquier caso, mi problema actual con RWBY se reduce a eso: que la trama de la serie pareciera no llegar a ningún lado, que no importa cuanto se desarrolle, sufran y ganen las heroínas, cada paso hacia el frente que dan en su lucha contra Salem, pareciera venir con 3 pasos hacia atrás, con desvíos argumentales que, aunque interesantes (especialmente a partir del Volumen 7), solo agregan mas y mas tramas, sin acercarnos en apariencias a un final.

CONCLUSIONES

RWBY siempre tendrá un lugar especial entre todas las series y películas que he visto en mi vida, ya que en su día, fue la culminación de un proceso iniciado a comienzos del siglo XXI, de cómo el auge de las computadoras y el internet, y los cada vez más accesibles programas de animación y edición, permitieron crear una serie animada directa para Internet, pero con una calidad que, hasta ese momento, la mayoría percibía como algo exclusivo de los grandes canales de televisión, no algo que pudiera ser hecho por un pequeño estudio, y menos aún transmitido por sus propio medios, siendo prácticamente una antesala a las series exclusivas de streaming que tenemos hoy.

Todo esto sin olvidar que esta serie, y en especial sus protagonistas, tienen un carisma y personalidad que atrapan de inmediato, que te anima a querer ver más de sus aventuras, de sus batallas, de como no se dejan derrotar, y siguen luchando para superar sus conflictos y dilemas, para asi algun dia salvar al mundo. 

Lo malo es precisamente ese “algun dia”, ya que RWBY se ha convertido en un clásico ejemplo de una serie víctima de su propio éxito, viendo como su trama se alarga, y se alarga y alarga cada vez más, hasta casi perder todo el sentido de que quería contar originalmente. 

Todavía se disfruta, dado el brillante desarrollo que sus personajes han conseguido hasta ahora, que les ha llevado a ellos y a la serie en direcciones que jamás concebí cuando vi por primera vez RWBY en 2013, pero creo que Rooster Teeth ya debe ir pensando en cómo darle un final a la trama de Salem, antes de que finalmente no puedan seguir estirando el chicle del éxito.