Andor – Tiranía vs Libertad [Análisis]

Andor – Tiranía vs Libertad [Análisis]
El siguiente artículo es el guión de mi video en YouTube que puedes ver aquí.

Uno de los cambios que Disney Plus ha traído a Star Wars es que, con el deseo de llenar la plataforma con contenido, ahora tenemos series de la saga, no solo cada año, sino cada pocos meses, teniendo solo en 2022 The Book of Boba Fett, Obi-Wan Kenobi y Andor (sin mencionar series animadas como Tales of the Jedi).

Pero, aunque las dos primeras series eran las más importantes, al tener a personajes icónicos de la saga, Boba Fett terminó siendo una serie increíblemente mala, y Obi-Wan Kenobi una decepcionante (para más información, les invito a ver mis videos) dejándonos solo con Andor, la serie precuela de Rogue One que, al lado de las otras series, era la que menos expectativas había generado entre los fans.

Y puede que estas bajas expectativas le hayan jugado a favor ya que, tras dos series que no convencieron, Andor se convirtió en “a la tercera va la vencida” del año, siendo una trama que trata, como pocos en la saga, la lucha entre el Imperio y la Rebelión, entre tiranía y libertad, con todos los matices y dificultades que eso conlleva. 

Por eso, el día de hoy toca hablar de Andor, para señalar los puntos que convierten a esta serie, no solo en la mejor de la saga hasta ahora, sino en una de las mejores del año. 

Antes de comenzar, si te gusta mi contenido, te invito a que sigas mi canal, hagas click en Me gusta, en Gracias y compartas en tus redes sociales, ya que me ayudarías a que crezca el canal y a llegar a más personas.

CÓMO NACE UNA REBELIÓN

Varios años antes de los sucesos de Rogue One: A Star Wars Story, Cassian Andor es un joven en busca de su hermana cuando, por azares del destino, se ve involucrado en un crimen por el cual el Imperio busca arrestarlo. Sin más remedio que huir para salvar su vida, su camino se cruza con uno de los tantos grupos rebeldes en contra de la dictadura, iniciando así un camino que le llevará a ver el verdadero rostro de la maldad imperial, y así decidir si dará un paso al frente para enfrentarla.

Con esta premisa se nos presenta Andor, una serie bastante atípica de Star Wars, ya que en vez de ser una historia sobre los Jedi, con la fuerza y sables de luz, o una típica aventura con el viaje del héroe involucrado, lo que tenemos es un thriller de espionaje, con tintes de historia policial, que nos presenta la dictadura del Imperio, y la lucha de la rebelión, con un realismo pocas veces visto en la saga. 

Pese a que las precuelas pretendieron darle más complejidad al mundo de Star Wars, al presentarnos una República en decadencia, una Orden Jedi que había perdido el rumbo, y la caída en el mal del héroe Anakin Skywalker, el tono predominante en Star Wars es el que inauguró George Lucas en las películas originales: los nobles y heroicos protagonistas, que al final terminan haciendo lo correcto, salvando el dia de la mejor forma posible, frente a los villanos increíblemente malos que son malos porque sí. 

Esto por sí solo no es malo, pero si reduce la historia del Imperio y la Rebelión a una trama de buenos contra malos sin mayores matices, con niveles de heroísmo, bondad y nobleza, que son improbables en un grupo rebelde mal armado, en guerra directa contra un Imperio rico, poderoso y dispuesto a todo para dominar la galaxia.

Claro, con el pasar de los años, y el crecimiento en distintos medios que ha tenido Star Wars, este clásico conflicto se ha visto enriquecido y expandido, siendo el ejemplo más famoso la película de Rogue One, hecha por el mismo equipo que luego haría Andor que, en conjunto con esta serie, le otorgó a la clásica batalla de heroes contra villanos de la trilogía original, ese nivel de conflictos morales y matices, que le da un realismo a esta guerra que, hasta ahora, los fans de Star Wars solo habíamos visto en libros y cómics de la saga, dándole un significado completamente nuevo a las películas originales.

Esta búsqueda de darle más realismo a la lucha en contra de una tiranía, permite que Andor de la representación más compleja que jamás haya visto, en un live action de Star Wars, de cómo es una dictadura real. 

Como mencione antes, la saga generalmente representa al Imperio como los malos malotes, con pocos matices más allá de ser malos. Pero Andor nos muestra que su maldad no es porque simplemente lleguen y vuelen un planeta porque sí, sino que ellos buscan tener el control absoluto porque, en su mundo, ellos son los héroes que traen orden a una galaxia necesitada de un liderazgo fuerte.

Imágenes clásicas de la maldad del Imperio, como los stormtroopers, los destructores imperiales o los cazas TIE salen poco o nada en Andor, pero su maldad queda patente al ver la corrupción de la policía corporativa, más atenta en cumplir objetivos del Imperio que ejercer la ley, en cómo destruyen las tradiciones y cultura de todo un pueblo para construir una base, en cómo el Imperio aumenta arbitrariamente las sentencias de todos los delitos, el usar prisioneros como trabajadores forzados hasta matarlos, la sensación general de opresión de que, a la primera que digas o hagas algo que no guste a la autoridad, puedes ser arrestado o peor, y la falta completa de cualquier clase de derechos del ciudadano de a pie ante el gobierno. 

No solo esto, la misma idea de que el Imperio no comenzó siendo una dictadura absoluta, sino que mantuvo durante años la fachada de que todavía era una democracia, que poco a poco fue muriendo ante el creciente poder de Palpatine, es un reflejo excelente de lo que ha sucedido en la historia real en países democráticos que cayeron en dictaduras, ya que muy pocos dictadores se venden como tal ante la población. 

Mención aparte hago de la representación del Senado en Andor. Como fanatico de Star Wars, he visto al Senado en la trilogía de precuelas, y en la serie animada de The Clone Wars, por lo que ver el lugar donde personajes como Padme Amidala defendían con gran fe a la República y sus ideales, este “Templo de la Democracia”, reducido a un salón vacío, cuyo poder y voz ya no le importan a nadie, es increíblemente triste, y aunque sale poco en la serie, para el fan bien informado de la saga, ayuda a la inmersión, al ver lo mucho que se ha perdido.

Como alguien nacido en Venezuela, que vivió la caída de la democracia y el auge de la dictadura, y que ya estaba bastante contento por cómo las películas de precuelas y The Clone Wars trataron estos temas bastante bien, ver esta representación de cómo es una tiranía, de cómo finge ser lo que no es, al tiempo que ejerce un control opresivo y una violacion constante de los derechos y libertades, que va más allá de simplemente volar cosas por los aires, me dejo impresionado. 

Pero lo que mejora esta representación del Imperio son los matices con que se nos presenta. Por más tiránica y dictatorial que sea el Imperio, ellos son el gobierno de facto de la galaxia, quienes escriben y ejecutan las leyes, y quienes se le oponen son, técnicamente, criminales.

Esto lo vemos representado en dos de mis personajes favoritos del lado Imperial, Syril Karn y Dedra Meero, el subinspector de la policía corporativa caído en desgracia, y la supervisora del Bureau de Seguridad Imperial respectivamente, ya que ambos se nos presentan, en los primeros episodios, como agentes de la ley, decididos a luchar contra la ineficiencia y corrupción de sus compañeros y superiores, para hacer su trabajo, que es cumplir y hacer cumplir las leyes en contra de quienes han cometido delitos.

Si la explicación se quedará aquí, estos serían los héroes de cualquier trama de policías o espías en contra de criminales extremistas, y en ciertos momentos, al ver a los rebeldes cometiendo delitos contra el Imperio, como tomar rehenes para robar dinero para financiar su causa, da esa impresión .

No es sino en los matices, en ver como Syril Karn, en su búsqueda de hacer cumplir las leyes, y su inexperiencia tratando con las personas, ignora el sufrimiento que estas sufren ante la tiranía del Imperio, y en cómo Dedra Meero demuestra lo perversa que realmente es, al disfrutar torturar y ejecutar prisioneros arbitrariamente, con tal de conseguir sus objetivos, que finalmente vemos que ellos son los villanos de esta historia.

Y para llegar a este punto, Andor se toma bastante tiempo en mostrarnos que estos personajes son los villanos, siendo solo el mejor ejemplo de una serie que muestra a los agentes del Imperio como personas, seres humanos con los que podemos empatizar, con problemas que cualquiera podría enfrentar en su vida, que incluso tienen momentos de heroísmo y valor, y que solo se diferencian de los rebeldes en su ideología, convirtiéndose en algunos de los villanos mejor desarrollados y con mayores matices de la saga.

Pero la serie no trata solo de cómo se construye una tiranía imperial, sino de cómo la opresión que esta genera crea el caldo de cultivo para la rebelión, y de los sacrificios que se tienen que tomar para poder enfrentar a un enemigo tan superior en fuerza y recursos como lo es el Imperio. 

Quien primero nos muestra esto es el personaje de Mon Mothma, quien apareció por primera vez en El Retorno del Jedi de 1983, y que hasta la fecha, se nos había presentado como la líder de la Alianza Rebelde, una figura idealista, muy alejada de extremistas violentos como Saw Gerrera, cuyo liderazgo ayudó a que la rebelión mantuviera el rumbo en restaurar los ideales de democracia, paz y libertad de la República, y no se convirtiera en un grupo violento guiado solo por su odio al Imperio dispuesto a todo para ganar.

La serie de Andor, al contrario de esa figura noble y heroica que vimos en las películas, nos presenta a una Mon Mothma que todavía es una senadora de Chandrila en el Senado Imperial, que apenas está empezando a construir la red de alianzas, financiamiento y recursos para luchar contra el Imperio, y que está bajo la constante presión de mantener las apariencias, para que los espías imperiales no la descubran.

Esto la llevará a tener que lavar dinero, a usar a su esposo como cebo para justificar las “misteriosas” retiradas de fondos de sus cuentas, a prácticamente tener que vender a su hija para que se case con el hijo de un mafioso, para que este le ayude a cuadrar sus cuentas, y a estar constantemente vigilando cada movimiento y palabra que hace, porque el más mínimo descuido causará que el Imperio ponga la diana sobre ella y le arreste. 

Todo esto nos muestra a un personaje mucho más complejo de lo que conocíamos hasta la fecha que, en su búsqueda de acabar con esa tiranía, está dispuesta a sacrificar su honor, sus creencias, y hasta a su familia, con tal de llegar al día en que no haya más Imperio y se restaure la República. 

Y aun con todo este sacrificio, hay personajes que ya están luchando activamente contra el Imperio, y que están forzados a tomar decisiones aún más duras, como lo es el personaje de Luthen Rael, conocido como el Eje por el Imperio. 

Este personaje representa las duras decisiones que un grupo rebelde, mal armado, debe tomar en una guerra desigual contra el Imperio, debiendo ejecutar operaciones que involucran el uso de civiles inocentes, secuestrar a rehenes, robar enormes cantidades de dinero, enviar a su muerte a docenas de hombres para proteger sus fuentes, y ordenar el asesinato a sangre fria de cualquiera que considere una amenaza, todo en nombre de alcanzar la victoria bajo la idea de “el fin justifica los medios”. 

Es alguien que sabe que el Imperio, al fingir ser una democracia, quita poco a poco la libertad, aumentando cada vez más su poder sin que la galaxia le detenga, y que con sus actos, aunque no acabarán con el Imperio, si le llevarán a acelerar su opresión, a tratar cada vez peor a las personas, todo bajo la esperanza de que, al sufrir cada vez más con mayor intensidad, la mayoría finalmente vea el monstruo que es realmente el Imperio, y se alce, aun si eso solo los convierte en carne de cañón en una guerra desigual.

En uno de los mejores discursos de la serie, él nos dice que está condenado a usar las mismas tácticas del Imperio, a cometer actos horribles, usando a las personas como peones, en un proceso por el que será condenado, si es que alguien siquiera se acuerda de él, porque sabe que el Imperio no caerá únicamente con grandes discursos en el Senado, sino enfrentándolo, que este responderá con violencia, y que una guerra es muy posible.

No solo nos da un vistazo a las crudas decisiones que se tienen que tomar para enfrentar a un enemigo dispuesto a todo, sino que le quita ese brillo de “caballero en blanca armadura” que la rebelión tuvo en la trilogía original al recordarnos que, pese a ser los héroes, la rebelión sigue queriendo librar una guerra, y que por necesidad, van a tener que usar y matar a muchas personas para ganar. 

Pero el máximo nivel de sacrificio que nos da la serie lo vemos en muchos personajes anónimos, aquellos que ven la opresión del Imperio, o que la sufrieron en carne propia, y dan un paso al frente para enfrentarla, y que aun sabiendo que es probable que no ganen, o que mueran, su acto de rebeldía sirve como una fuente de inspiración a otros, que van sumándose poco a poco, hasta que todo finalmente se desborde para el Imperio en la trilogía original.

Aunque la serie nos da a varios personajes que entran en esta categoría, siento que uno de los que más brilla es Kino Loy (curioso porque Andy Serkis, su actor, también interpretó al Líder Supremo Snoke). Este personaje es alguien que aceptó estar en una cárcel Imperial, porque creía que cumplir su parte del trato, hacer trabajos forzados, llevaría a que el Imperio le liberase al terminar su condena. 

Cuando ve que el Imperio jamás lo liberara, motiva a toda la prisión a que se amotine, a que luche por su libertad, aun a sabiendas de que varios morirían en el camino, porque eso es mejor que la sumisión a una dictadura que los haría trabajar hasta matarlos, aun a sabiendas de que él nunca podría salir de la prisión y recuperar su libertad, porque era probable que el muriera ahí en la revuelta.

La serie nos termina mostrando el lado crudo de la rebelión que, pese a ser los héroes que luchan por grandes ideales, todavía están enfrentando una batalla desigual, que son forzados a tomar decisiones difíciles, muchas veces inmorales o violentas, que directamente les puede forzar a ser tan malos como su enemigo, y que sin importar si la causa es acabar con una dictadura, el hecho es que están mintiendo, engañando o asesinando.. 

Al mismo tiempo es una historia de valentía, de una oda a la libertad, de cómo la tiranía tarde o temprano termina enojando a las personas, y de como son la acumulacion de pequeños actos de coraje contra la dictadura los que, aunque inefectivos por sí solos, van dando inspiración y coraje a más personas para alzarse para recuperar su libertad.

No solo esto, nos muestra lo difícil que es crear una oposición unida contra la dictadura, no hablemos ya de una rebelión. El mero hecho de que todos estén de acuerdo en acabar con el Imperio, no implica que confíen entre ellos o que trabajen juntos. De hecho, las distintas ideas de cómo enfrentar a la dictadura, o las meras diferencias personales o ideológicas, puede llevar a que quienes se oponen a una dictadura se enfrenten entre sí.

Pero todavía hay un último elemento que quiero destacar, y es el magnífico rol que el protagonista, Cassian Andor, tuvo a lo largo de esta primera temporada.

A pesar de que la serie lleva literalmente su nombre, Cassian Andor, no ha tenido un rol tan protagónico como cabría de esperar, siendo en muchos momentos alguien que es empujado a actuar por otros personajes, quienes cargan un rol más activo en afectar lo que sucede en la trama. 

Cassian Andor se presenta como una persona que solo se preocupa por sí mismo, que piensa que, si mantiene la cabeza baja y no llama la atención, evitará meterse en el camino del Imperio, algo que trata de hacer durante buena parte de la temporada. 

Y aunque él no busca ser un rebelde en un inicio, su interacción con otros personajes y sus actos, aunque hechos solo para salvar el pellejo, terminan inspirado a otros, como los rebeldes que asaltan la base imperial en Aldhani, o los prisioneros de la cárcel en Narkina 5, a precisamente hacer lo que él se rehúsa al inicio: negarse a la sumisión al Imperio, y a enfrentar su tiranía pese al riesgo.

La primera temporada de Andor termina siendo una donde Cassian, luego de ver y vivir la maldad del Imperio, pasa de la apatía, a tener ese espíritu de rebelión, que finalmente hará que desee luchar contra el Imperio, quedando para la segunda temporada el poder verlo, no solo en un rol más activo, sino ver cómo se convierte en ese espía rebelde dispuesto a todo para luchar contra la maldad del Imperio, que vimos en Rogue One. 

CONCLUSIÓN

De las tres series de Star Wars de 2022, Andor era la que menos interés generaba ya que, al contar la vida de un personaje relativamente nuevo y desconocido de la saga, no pudo contar con la nostalgia que hizo de Obi-Wan Kenobi una serie aceptable, o el fan service de Mandalorian que nos dio dos buenos episodios en la mala serie que fue Boba Fett.

Esto forzó a Andor a tener que ser buena por sí sola, sin los dos elementos más importantes que han caracterizado a muchas otras producciones de la saga, dándonos la que se ha convertido, en el peor de los casos, en una de las mejores series de televisión que Star Wars ha tenido hasta la fecha. 

Andor tuvo el drama humano que yo esperaba de Obi-Wan Kenobi, los dilemas éticos y morales que yo esperaba en Boba Fett, y lo aderezo de un worldbuilding que agarra elementos que han sucedido en la realidad, el horror de vivir bajo una dictadura, la apatía que esta puede generar, y el cómo el abuso del poder se convierte en el germen que da inicio a las rebeliones, para así construir una impresionante trama.

Todo esto empaquetado en un muy buen thriller de espías, que cuenta con algunas de las mejores actuaciones y diálogos de la saga, convierten a Andor, no solo en una serie imprescindible para todo fan de Star Wars, sino en la única serie live action de la saga en 2022 que puede estar en la misma habitación que House of the Dragon sin dar pena ajena, pudiendo disfrutarse con poco o nada de conocimiento del canon, siendo una puerta de entrada excelente al universo de Star Wars.