Cantidad antes que calidad – Assassin’s Creed Odyssey [Opinión]

Cantidad antes que calidad – Assassin’s Creed Odyssey [Opinión]
El siguiente artículo es el guión del video de mi canal de YouTube que puedes ver aquí.

Gracias al nuevo y mejorado PlayStation Plus, he tenido la oportunidad de probar videojuegos que, por cuestiones económicas, normalmente no compraría (salen demasiados juegos al año, y tengo que priorizar cuáles jugar). 

Y dado que quería ahorrar algo de dinero antes de comprar God of War: Ragnarok (ya que Gotham Knights se llevó parte del presupuesto de juegos de este mes), el afortunado para disfrutar mientras tanto fue Assassin’s Creed: Odyssey.  

Esta es una saga que siempre me ha llamado la atención, pero que por diversos motivos, no he podido disfrutar en su totalidad, habiendo jugado completo solo algunos de sus títulos, por lo que realmente quería ver si la propuesta de los últimos juegos es una que pueda disfrutar.

Por supuesto, obtuve una respuesta bastante clara, pudiendo ver lo bueno, pero más que nada lo malo, que se ha vuelto Assassin’s Creed, siendo un ejemplo, no sólo de por qué he dejado de jugar a esta saga, sino de porque incluso rara vez juego videojuegos de Ubisoft. 

El día de hoy, más que un análisis de Assassin’s Creed: Odyssey, quiero compartirles mi opinión acerca de qué pienso del mayor defecto que opaca por completo todas las virtudes que tiene este juego: una redundancia que raya en lo ridículo, y se convierte en el máximo exponente de cantidad por encima de calidad.

CANTIDAD SOBRE CALIDAD

Como alguien que siempre le ha llamado la atención la historia, los juegos de Assassin’s Creed siempre me han interesado, ya que si algo destaca por encima de todo en estos juegos de Ubisoft, es la impresionante recreación de las épocas históricas. La Jerusalem de las Cruzadas, la Italia del renacimiento, la París de la revolución, el Londres victoriano, el antiguo Egipto o la antigua Grecia, todos recreados con sumo detalle, para que veamos cómo eran nuestros antepasados.

Este enorme cuidado al detalle, fruto de una enorme investigación, convierte los mapas abiertos de Assassin’s Creed en unos que siempre destacan en diseño, que logran que genuinamente sintamos que estamos viendo una ciudad viva, tan fiel a como era la época de turno recreada, como los documentos y evidencia arqueológica así lo permiten.

De ahí que yo recuerde con aprecio el buen trabajo que hicieron en Assassin’s Creed I y II, Unity, Syndicate y Liberation, únicos juegos de la saga que he jugado hasta ahora.

Pero hay una razón de porque, pese a disfrutar esto, no he jugado más juegos de la saga, y es uno que existe desde al menos Brotherhood en 2010: hay demasiados Assassin’s Creed.

Una vez la saga se volvió anual, empezó a tener demasiado contenido, y cada vez era más difícil seguirle el ritmo, por lo abultado de la historia, por lo que deje de jugarlos, al grado de que Unity y Sindicate los jugue solo porque unos vecinos me lo prestaron, y no tenía posibilidad de jugar otros juegos, y Liberation solo porque yo quería una PlayStation Vita blanca, y en ese momento, la edición con Liberation era la única en ese color.

Tras esto, trate de regresar a la saga con Origins el año pasado, ya que a todos los efectos era un reinicio suave, pero no pase de las primeras horas, ya que vi que este abuso del “contenido por encima de la calidad” estaba presente, pero asumí en su momento que mi incapacidad de disfrutarlo era porque no conecte con su protagonista, a quien vi como un “Altair egipcio con hijo”, un mero avatar con poca o nada de personalidad, o al menos una con la que no empatice nunca, por lo que me aburri y lo abandone sin piedad.

Pero más allá de tratar de regresar a esta saga, la razón por la que trate de jugar a este juego, pese a que ya me temía que pasara esto, era para tener un contexto más completo de su trama en la actualidad, de cara a disfrutar el título que realmente quería jugar: Assassins Creed Odyssey, ya que su protagonista, Kassandra, era una que sí me llamaba la atención.

Y en un inicio el juego me gusto. Assassin’s Creed Odyssey tiene un sistema de batalla bastante sencillo en concepto, pero con una dinámica de esquivar y atacar, así como habilidades especiales, para facilitar los combates, que permite dar rienda suelta a tu habilidad de causar el máximo daño a tus enemigos recibiendo el mínimo posible.

A esto se suma una variedad enorme de misiones y objetivos que da diversidad al juego, con un árbol de habilidades bastante decente, varias opciones de armas para equipar, y hasta un barco con el que navegar en el mar egeo y tener épicas batallas navales, por lo que, en papel, terminamos teniendo un juego muy competente y completo.

Y no olvidemos mi razón principal para jugar, Kassandra, que es una gran guerrera espartana, con una gran personalidad que no se deja intimidar, con una trama que no se siente, al menos a primera vista, como la enésima historia entre asesinos y templarios, menos aún como una variante más de Altair, y que con el sistema de decisiones que ofrece Odyssey, puede ser tan violenta o pacifista como tu desees.

En la teoría, todo esto, sumado a la fantástica recreación de la Grecia antigua, que nos da momentos tan espectaculares, como ese primer vistazo al Partenón con la enorme estatua de bronce de Atenas, debería darnos un buen juego, pero todo esto se derrumba ante la estúpida decisión de Ubisoft de enfocarse en la cantidad de horas de juego, no en hacerlas disfrutables.

Yo soy una persona que disfruta los juegos largos, del tipo que es capaz de jugar todas las misiones principales y secundarias de todos los Mass Effect (incluida Andrómeda), de completar la totalidad de Cyberpunk 2077, o conseguir todos los coleccionables de todos los juegos de Batman de la saga Arkham.

Pero si por algo trato de completar todo lo que pueda de estos juegos, es porque hacerlo no solo es disfrutable, sino que siento me aporta algo a la narrativa, sin ser descaradamente relleno para dar más horas de juego. Por ejemplo, hacer todas las misiones y acertijos de Batman: Arkham Knight me desbloquea el final secreto del juego, o hacer todas las misiones secundarias de Cyberpunk 2077 me permite estar un rato más en la ciudad tan hermosamente diseñada de Night City para disfrutar más de su distopía futurista.

En caso contrario, termino haciendo lo que hice en Horizon Forbidden West, hacer solo las misiones principales y secundarias, e ignorar todo lo demás, o más aún, como hice en Ghost of Tsushima, donde solo hice las misiones principales y la de los personajes secundarios, e ignore el resto.

En todos estos casos, la idea es que me gusta jugar todo aquello que siento aporta algo a la historia principal, jugando las secundarias y actividades solo si el mundo del juego es particularmente bueno, ignorando en el camino todo lo que sienta redundante, o no me importe, por no ser parte de la trama general del juego.

Y por esto es que termine odiando de forma visceral Assassin’s Creed Odyssey, a un nivel que no sentía desde que salí decepcionado del cine tras ver Rise of Skywalker.

El primer problema de este juego es su manía de no ir al grano, y darle mil vueltas a todo. Por poner un ejemplo libre de spoilers, digamos que la misión principal del juego, en cierto punto, es cambiar un bombillo, pero para completar esa misión principal, se abren misiones secundarias obligatorias, donde fácilmente te pueden pedir que primero trabajes, cobres tu salario, compres el bombillo y pidas prestada una escalera, todos en lugares separados del mapa, y que a su vez pueden tener misiones secundarias para activarlas (por ejemplo, viajar en autobús y comprar herramientas antes de poder trabajar).

Todo esto convierte una simple misión, cambiar un bombillo, en una odisea de 4 misiones, cada una con fácilmente con 2 o 3 misiones más, que a su vez pueden tener 1 o 3 misiones para poder desbloquearlas, haciendo que algo que podrías hacer en una tarde intensiva de juego, se vuelva en una tarea de varios días o semanas.

Pero esto no es lo peor, ya que al final solo es dar una cantidad ridícula de pasos a las tareas más sencillas. Lo que hace insufrible Assassin’s Creed Odyssey, es que sigue los pasos de Origins, siendo un juego RPG de acción, donde desarrollar tu personaje para que aumente de nivel, y tenga mejor ataque y defensa, es algo vital.

El problema es que, aunque el juego te da experiencia por todo, es terriblemente lento, y toma mucho rato subir de nivel, tanto que, jugando solo a la historia principal no adquieres la experiencia suficiente para jugar a la historia principal, por lo que tienes que jugar obligado a muchas misiones secundarias y actividades para subir de nivel, y poder así jugar con la historia principal sin sufrir en exceso, te guste o no.

Y esto es lo que finalmente mató mi deseo de jugar a esta cosa que Ubisoft llama juego. No tengo problemas en jugar algunas misiones secundarias y actividades que vea interesante, ya que así alargo un poco las horas de juego, y me sumerjo más en su mundo, pero la idea es que sea decisión mía hacer algo que se supone es opcional, y la realidad es que la trama del juego, pese a ser interesante, no lo es tanto para que yo quiera realmente jugar intensivamente algo más que la historia principal.

Y en un juego que puede durar más de 80 horas, si juegas todas las misiones principales y secundarias (140 si pretendes desbloquear todo), la forma en que Ubisoft presentó el desarrollo de este juego termina sintiéndose como una tarea sin paga que te amarga la vida con cada minuto que pasa.

Volviendo al ejemplo del bombillo, digamos que Kassandra tiene nivel 29, que cambiarlo es una misión principal de nivel 28, pero las misiones secundarias obligatorias, trabajar, ganar sueldo, comprar bombillo y pedir prestado una escalera, son misiones de nivel 35 a 40, y que tratar de hacerlas sin tener ese nivel es que te maten de un solo golpe.

Eso significa que tienes que hacer docenas y docenas de misiones secundarias y actividades para subir de nivel, antes de hacer las docenas de misiones que desbloquean las que permiten completar la de cambiar la bombilla. Y no olvidemos que hay momentos en que una misión de la historia te pide tener nivel 20, y la siguiente misión, que te permite avanzar en la trama, te pide nivel 30, en un salto que obliga a desviarse de la trama principal para hacer cualquier cosa que aumente tu nivel.

Llegados a este punto, yo ya había entrado en modo desesperación, y en un intento de no abandonar el juego a medias, porque en serio queria saber el final de la trama de Kassandra, compre el bonus que da más experiencia en la tienda del juego, principal culpable de esta porqueria de sistema, a ver si el juego se hacia mas disfrutable, pero siento que llego muy tarde para evitar que me hartara de un juego que, para ese momento, yo ya estaba odiando porque me forzaba a hacer cualquier cosa menos disfrutar su historia, que tampoco era la gran trama que digamos.

Y no olvidemos, todo esto es asumiendo que desde el inicio juegas con una guía, que te diga cual es el estupido orden en que jugar cada misión, porque sino, en algunos casos es dar golpes en la oscuridad, jugando sin rumbo, hasta que finalmente des con las que te ayudan a avanzar.

Entiendo la necesidad de Ubisoft de dar cantidades obscenas de horas de juego, ya que Assassin’s Creed es, a todos los efectos, un juego como servicio, que tiene una tienda online dedicada a vender cosméticos, equipos, bonos de experiencia o mapas que, combinados con otros juegos de la compañía, son una enorme fuente de ingresos, logrando solo en febrero de 2021 poco más de 218 millones de euros.

Y para alimentar esta maquinaria, hay que dar contenido, y en cantidades industriales, para que los usuarios sigan jugando, y gasten su dinero. Pero el problema es que el enfoque que da Ubisoft es simplemente estupido, por no decir alguna palabra más apropiada, pero menos monetizable.

Juegos como Marvel’s Avengers, que también es un juego como servicio que vive de microtransacciones (y que menciono porque es de los pocos que he jugado, pese a no ser muy bueno en jugabilidad), o Gotham Knights, que también es un RPG de acción repleto de contenido que alarga la duración del juego, me permiten jugar en paz su historia principal, que tiene una duración decente, sin sentir que le dan mil vueltas a las tareas más sencillas, o me piden un nivel inalcanzable solo jugando la trama.

Incluso Final Fantasy XIV, un MMORPG, que por su naturaleza, es infinitamente más largo, que abandone solo porque ponerme al dia con su historia me es imposible, me causó menos frustración que Assassin’s Creed Odyssey porque, aunque también tiende a no ir al grano, y darle muchas vueltas a cada misión, no es tan estupido en la forma de nivelar al personaje para continuar la trama, ya que su historia principal, generalmente, da la experiencia suficiente para continuar la trama, sin forzarte tantas veces a hacer secundarias que no te interesan.

Por lo que a mi respecta, Ubisoft puede agregar 100 horas o más de misiones secundarias, DLC que expandan la historia cada 6 meses, así como docenas más de otros contenido durante todo el tiempo que le den actualizaciones al Assassin’s Creed de turno, siempre que se jugarlo se sienta satisfactorio.

Pero cuando lo que recibimos en Origins, Odyssey y Valhalla son historias principales de 30, 40 y 60 horas respectivamente, que constantemente dan la impresión de que les sobra al menos un tercio o la mitad del tiempo, y que te piden hacer 15, 20 o más horas de misiones secundarias obligatorias para subir de nivel, o gastar dinero para hacerlo más rápido, porque jugando solo su trama alargada en exceso no te permite avanzar justamente, ahí es cuando simplemente no puedo respetar estas decisiones.

Y da rabia, porque el problema no es el contenido en sí. Odyssey, manteniendo exactamente la misma variedad de actividades, pero en una trama de 25 a 30 horas, que deje como algo completamente opcional completar todo lo demás del juego, lo convertiría en una excelente entrega, muy variada en objetivos y misiones. Pero esa manía de estirar hasta el ridículo todo, bajo la idea de forzar al usuario a jugar 40 o 60 horas de relleno, simplemente lo vuelve el juego más aburrido y desesperante que haya tocado.

Si eres de la clase de personas que solo compra un juego al año, o que a lo sumo solo compra el Call of Duty o FIFA de turno, comprar cualquier de los tres últimos Assassin’s Creed es garantía de 1 año de juego con una cantidad enorme de contenido, más con las actualizaciones que Ubisoft siempre le da a cada entrega, y no dudo que lo disfrutaras.

En cambio, si eres como yo, que compra juegos cada par de meses, y estás suscrito al PlayStation Plus mejorado o Xbox Game Pass, y por lo tanto, siempre estás jugando a algún juego diferente, cualquier Assassin’s Creed luego de Origins es una grosería, porque la cantidad de tiempo que toma subir de nivel, para poder hacer la cantidad estúpida de tareas que tienen varias misiones es simplemente inaceptable, por lo que me niego a volver a jugar a esta saga, a menos que tenga garantías de otras personas, de que su estúpido sistema de niveles dejó de ser tan imbécil.