¿Porque las Fuerzas Armadas no derrocan a Nicolás Maduro?
Uno de los mayores misterios sobre Venezuela es porque, pese al virtual colapso del país, Nicolás Maduro todavía no ha sufrido un definitivo golpe de estado.
Uno de los mayores misterios sobre Venezuela es porque, pese al virtual colapso del país, Nicolás Maduro todavía no ha sufrido un definitivo golpe de estado.
Con la juramentación de Juan Guaidó el pasado 23 de enero, el régimen de Nicolas Maduro ha entrado en un acelerado desgaste.
Este domingo 15 de octubre se dieron unas elecciones regionales que contradijeron a la mayoría de encuestadoras, y le dieron al gobierno 17 de 23 gobernaciones.
Este 15 de Octubre son (con un año de atraso) las elecciones regionales en Venezuela, y ante las críticas a las mismas, debemos recordar la importancia de votar este fin de semana.
Seguir leyendo La falta de unidad en la Mesa de la Unidad Democrática
En 18 años de régimen chavista, algo que ha sido mas o menos constante ha sido la participación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en elecciones. Pero con el llamado a la Constituyente por parte Nicolás Maduro ese no ha sido el caso. ¿Qué …
Desde que si un dirigente de oposición se «vendió», o que «X» evento es un plan del gobierno para ganar poder, en Venezuela tenemos de todo. Pero debemos preguntarnos, ¿cuánto de esto es cierto?.
Hoy lei un articulo de El Estímulo titulado «Opositor, no tienes derecho a nada. No existes«, muy recomendable, que nos habla de una de las tácticas preferidas de Hugo Chávez y sus seguidores: tratar como enemigos a los críticos, la descalificación, negar su misma existencia, sus derechos o reclamos. Lo recomiendo porque recuerda la que es una de las peores características del chavismo (y que desde año me preocupa): que Venezuela haya entrado en un circulo vicioso de odio y venganza.
Cada vez que hablo con personas de la oposición, sobre que se debería hacer cuando, en algún momento, tengamos un nuevo gobierno, casi siempre se siente un odio ciego hacia el chavismo, un deseo de justicia fácilmente confundible con la venganza simple y llana, un sentimiento de querer aplicar el «ojo por ojo», de tratarlos igual o peor que como ellos han actuado, de simplemente esperar que los maten como animales en la calle por todo el daño que han causado. Y no es que no entienda el sentimiento, en el chavismo se han cometido muchos crímenes y actos detestable contra la oposición que hacen comprensible el odio de muchos hacia ellos.
Pero lo que me preocupa realmente es que estos sentimientos nos cieguen ante las soluciones y, más importante, las verdaderas prioridades, que nos hagan actuar más por emociones que por pragmatismo (algo que, por desgracia, no es raro observar en la historia venezolana). Considero que la lucha de casi 20 años contra el chavismo ha sido para salvar las Instituciones Republicanas, la democracia, las libertades y derechos que todos, como ciudadanos de este país, tenemos tras más 200 años de historia.
Dejarnos llevar por el odio, tratar al chavismo de la misma forma que nos han tratado a los opositores, no solo nos ciega ante la simple realidad de que para mantener la paz y salvar al país hay que dialogar con ellos (lo que implica aceptar su existencia y opiniones), sino que nos puede llevar a actuar, en un futuro, de la misma manera que ellos han actuado, convirtiendo a la oposición en los opresores del mañana, creando nuevos oprimidos que igualmente se llenarán de odio y deseo de venganza, que repetirá un circulo vicioso que puede perjudicar al país.
Con todo esto no digo que debemos ignorar los crímenes cometidos durante los gobiernos de Chávez y Maduro, o que dialoguemos sin garantías reales de que el gobierno de Nicolás Maduro cumplirá sus promesas (ya que repetir eso tras el año pasado seria ridiculo), solo que debemos separar a los individuos del grupo (ya que no es realistas castigar a todos los chavistas), a recordar que salvar al país, mantener la paz, y reconstruir con una sociedad verdaderamente democrática y plural son la prioridad.
En el futuro, si deseamos coexistir en paz, deberemos aceptar que salvar al país implicara trabajar y coexistir con el chavismo moderado que puede demostrar un minimo respeto (real) por la democracia, que debemos tener una sociedad que exija que nunca más el Estado venezolano o gobierno alguna pueda acumular y abusar del poder como Chávez y Maduro hicieron, a aceptar que deberemos combinar la aplicación de la justicia a quienes cometieron crímenes en estos casi 20 años, con un sistema de amnistías y perdones que permitan una transición pacífica del poder; y esto último no porque quienes gobiernan hoy se lo merezcan, sino porque la prioridad es salvar al país, no matarnos los unos a los otros para que el último en pie sea rey del basurero como sucede en países como Siria.
En resumen, que no debemos permitir que nuestro odio y deseo de venganza, entendibles tras 20 años de abusos del chavismo, nos ciegue de lo que realmente es el objetivo de esta lucha y las prioridades para Venezuela: conservar la paz de Venezuela y recuperar una verdadera democracia.
Uno de los grandes retos que tuvo la oposición venezolana ante el gobierno de Hugo Chávez fue el desarrollar una estrategia efectiva que enfrentara el innegable carisma y popularidad que Chávez tuvo durante su gobierno, una estrategia que solo se pudo concebir y desarrollar cuando …
Fuente: La Patilla El secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús “Chúo” Torrealba, insistió este lunes en que no puede haber diálogo hasta que “se satisfagan demandas del Vaticano al Gobierno”. En rueda de prensa aseguró que “no habrá interlocución directa entre …
Si por algo el siglo XXI será conocido en la historia será por el enorme impacto que la tecnología, y en especial las comunicaciones, han tenido en la vida humana. Hoy en día nos comunicamos en un tiempo y una cantidad que impensable hace solo 30 o 40 años, y como es natural esto ha cambiado el modo en que actuamos o percibimos el mundo. La política, como es natural, no es ajena al impacto que esta ha causado. Redes sociales, YouTube, campañas online, todos son nuevas herramientas con el que los partidos políticos tienen a su alcance para hacer nuevas formas de campaña; solo hay que ver el ejemplo de Barack Obama, al que muchos consideran que parte de su éxito en su campaña de 2008 se debió a su buen uso de las redes sociales. Pero no solo esto, estas nuevas tecnologías han permitido que una nueva generación de activistas en regímenes autoritarios (o dictaduras hechas y derechas) tengan formas de transmitir su mensaje al mundo, siendo un ejemplo de esto el cómo las redes sociales ayudaron a propagar la Primavera Árabe.
Dado este contexto, es natural que, en Venezuela, un país donde el gobierno ha ejercido cada vez una mayor presión a los medios de comunicación tradicionales, sin mencionar su presencia mayoritaria en los mismos, que ha llevado a que sea el mensaje oficial el predominante en contra de cualquiera que ose tratar de enfrentarlo, no es raro que haya llevado no solo a los partidos de oposición, sino periodistas y activistas opositores al gobierno, a un mayor uso de las redes sociales como espacio preferido (o único, dependiente del caso) para transmitir su mensaje. Pero aquí es cuando empieza a surgir un problema que es mi motivo para escribir este artículo, el de las personas que hacen llamados a toda clase de actos en la comodidad y anonimato de la internet, siendo este grupo, en ocasiones, los mayores críticos a los actos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
No me pondré a defender si lo que hace la MUD es correcto o no, si deberían hacer más o no. La realidad es que, si queremos enfrentar a un gobierno que tiene control de casi todo el Estado, se necesita unidad, una unidad que se manifiesta en que los miembros de dicha unidad negocien y lleguen a acuerdos sobre cómo actuar, y una vez decidido que hacer, todos apoyen dicha actuación en unidad, lo que implica que, si eres parte de la Unidad, defendiste tu posición, pero gano una contraria, debes apoyar dicha posición al que se llegó, ya sea por consenso o mayoría. Pero en el país hay políticos, periodistas, medios y público que pueden no apoyar a la Mesa de la Unidad en algunas de sus decisiones (o todas), que la critican abiertamente o incluso actúan con su propia agenda apartada de la MUD, pero esas son personas que puedo respetar en su actuar (aun si no apoyo sus ideas), porque son personas que al final del día dan la cara al hablar, que viven en Venezuela, y que saben que corren el riesgo de ser investigados y arrestados por el gobierno si este “considera” que “cometieron” un delito. Pero hay un grupo al que simplemente no puedo respetar, los llamados “héroes del Twitter”.
Estos “héroes del Twitter” son personas que jamás dan la cara, que solo hablan por redes sociales aprovechando el anonimato que brinda internet, que siempre andan llamando a protestas o rebeliones que claramente pueden llevar a violencia o generar muertos desde la comodidad de sus casas, sin siquiera garantizar que ellos serán los primeros en la línea del frente arriesgando sus vidas. Pero peor aún son los que llaman a este tipo de actos desde la comodidad del extranjero, hablando ya sea desde Panamá, Miami o en cualquier otro país donde no importa que digan, hagan o a quien critiquen, saben que el gobierno no les puede hacer nada más allá de insultarlos o criticarlos. Estos son el peor tipo de “activista”, ya que piden a quienes vivimos bajo el gobierno de Maduro que arriesguemos todo, incluso la vida, cuando ellos ni siquiera viven en Venezuela, personas que prácticamente quieren que haya muertos en las calles o que alguna potencia extranjera nos invada, personas que ya no les importe que le pase a Venezuela o a su población, siempre que el chavismo sea borrado del mapa al precio que sea. Este es un tipo de personas irresponsable, que pide mucho sin dar nada a cambio, y que luego querrá cobrar los beneficios.
Por este motivo es que, por más que pueda estar de acuerdo o no con lo que la MUD haga, o por más que pueda rechazar a los políticos venezolanos que actúan por su cuenta cada vez que la MUD no hace lo que esas personas quieren, a estas personas las puedo respetar porque todo lo que dicen y hacen lo hacen desde Venezuela, bajo el gobierno de Nicolás Maduro, a riesgo de ser culpados de algún delito, ser “enjuiciados” y encarcelados a la primera oportunidad. Son personas que, de una u otra forma, se responsabilizan de sus actos y asumen las consecuencias de lo que estos puedan generar, aun si no apoyamos sus ideas o criticamos sus actos fuera de la MUD, siendo personas que entran en este ejemplo Leopoldo López, María Corina Machado o Liliana Tintori, que al final del día siguen en Venezuela defendiendo sus ideas pese al riesgo. Pero a quienes hablan de golpes de estado, rebeliones o invasiones a Venezuela desde el anonimato de Twitter, y peor aún, desde la seguridad de sus casas en Estados Unidos u otro país, esos son personas que no puedo respetar por el simple hecho de que no solo no arriesgan nada al llamar a esos actos, sino que les piden a otros que arriesguen la vida sin dignarse a arriesgar su vida propia. Esto no es un llamado a que sigan a uno u otro partido político en específico, es un llamado de que sin importar a quien elijan seguir, que este sea alguien que sea digno de seguirse, alguien que arriesgue con sus actos tanto como sus seguidores, alguien que sufra las mismas consecuencias que quienes viven en Venezuela en caso de que sus actos fracasen. Son los políticos que siguen en este país, que luchan por este país, y que arriesgan su vida por este país, cuyas ideas podemos escuchar para salir de esta crisis.